Los iraquíes Mahmud Hamid Abbas, del canal alemán de televisión ZDF, y Hossam Alí, fotógrafo free-lance, resultaron muertos el 15 de agosto de 2004 en Faluya (al oeste de Bagdad), donde también desapareció un camarógrafo. En Nayaf, el 17 de agosto resultó herido un periodista de la agencia de prensa Reuters.
También el fotógrafo free-lance iraquí Hossam Alí encontró la muerte el Faluya el pasado 15 de agosto, en circunstancias que todavía no se han elucidado. Su cuerpo apareció en la mezquita, donde también depositaron el de Mahmud Hamid Abbas. Sin embargo, no es seguro que le mataran en el mismo lugar, ni al mismo tiempo que al periodista de la ZDF. Hossam Alí pudo ser identificado gracias a la chapa de prensa que llevaba.
Por otra parte, un tercer periodista iraquí, el camarógrafo Isam Hadi Muhsin Al-Shumary, del canal alemàn N24, también ha desaparecido el 15 de agosto, en los alrededores de Faluya.
____________________________
17.08.2004 - Un periodista muerto en Faluya, otro herido en Nayaf
Mahmud Hamid Abbas, periodista iraquí de 32 años que trabajaba para el canal alemán de televisión ZDF, resultó muerto el 15 de agosto de 2004 en Faluya (al oeste de Bagdad). Por otra parte, la agencia británica de prensa Reuters ha anunciado que el 17 de agosto resultó herido en Nayaf uno de sus fotógrafos, Alí Abu al-Chich.
"Esta muerte representa un nuevo golpe para la profesión, que ya ha estado duramente puesta a prueba en Irak. Víctima de la peligrosidad de las condiciones de trabajo en el país, Mahmud Hamid Abbas es el periodista que hace el número 20 de los muertos desde el comienzo del año 2004, y el trigésimo cuarto desde el comienzo del conflicto, en marzo de 2003", ha manifestado Reporteros sin Fronteras.
La organización ha recordado a las fuerzas presentes "que tienen la obligación de respetar la integridad de los periodistas, cuyo estatuto de personas protegidas está garantizado, en las zonas en conflicto, por las Convenciones de Ginebra".
¿Víctima de un misil?
Mahmud Hamid Abbas, casado y padre de tres hijos, trabajaba como periodista free-lance y como realizador para el canal alemán ZDF, desde hace cerca de año y medio. Natural de Faluya, encontró la muerte en la carretera que lleva a la ciudad de Bagdad, en las primeras horas de la tarde del 15 de agosto de 2004.
Según el corresponsal de la ZDF en Irak, el periodista salió de Faluya después de un almuerzo familiar y telefoneó a la oficina del canal en Bagdad hacia las 16,25 horas, para anunciar su llegada. En esa primera conversación telefónica, indicó que había grabado una casa destruida por aviones de la US Air Force. Alrededor de 25 minutos más tarde, Mahmud Hamid Abbas volvió a contactar con su oficina para dar cuenta de un segundo ataque, que había presenciado. En esta segunda conversación declaró que, tanto él como las personas que le rodeaban, habían sido tomados como blancos. La persona con la que hablaba tuvo apenas el tiempo de escuchar un crujido sordo, que parecía ser de una explosión, antes de que se interrumpiera la conversación.
No existe ningún elemento que permita afirmar que Mahmud Hamid Abbas fue blanco de un misil, un cohete o una bomba, procedente de alguno de los dos campos que se enfrentan en Faluya, pero es seguro que no se encontraba lejos de la línea del frente entre las fuerzas norteamericanas y los insurgentes iraquíes. Otra pista posible es la hipótesis de un ataque de alguna de las bandas de criminales que actúan en la región.
El cuerpo de Mahmud Hamid Abbas, calcinado en parte, pudo ser identificado por su hermano entre otras víctimas que encontraron la muerte con él, o en otros incidentes. Los cuerpos se encontraban en una mezquita, donde sin duda fueron depositados tras ser descubiertos al borde de la autopista que une Faluya con Bagdad. En cuanto al coche del periodista, no se ha encontrado en el lugar en que murió.
Herido en Nayaf
Por otra parte, un fotógrafo de la agencia británica de prensa Reuters resultó levemente herido el 17 de agosto, en Nayaf. El periodista tomaba fotos de una unidad blindada norteamericana cuando se produjo un fuego cruzado entre soldados norteamericanos y milicianos del líder chiíta Moqtad al-Sadr. Fue alcanzado en las piernas por unos disparos de balas, antes de que le trasladaran al hospital, del que salió a las pocas horas.