Cuando se cumple un año de la muerte de Zahra Kazemi, Reporteros sin Fronteras teme que triunfe la impunidad

El 17 de julio de 2004 debe reanudarse en Teherán el juicio de los presuntos asesinos de la fotógrafa irano-canadiense Zahra Kazemi, fallecida el 10 de julio de 2003. Reporteros sin Fronteras teme que sea un proceso expeditivo, salpicado de muchas irregularidades y sin otra intención que hacer borrón y cuenta nueva en este caso, en el que están implicadas altas autoridades del régimen.

El 10 de julio de 2003 fallecía en el hospital Baghiatollah de Teherán la reportera gráfica de nacionalidad irano-canadiense Zahra Kazemi, tras haber sido golpeada durante su detención. "Cuando se cumple un año del drama, seguimos exigiendo la repatriación del cuerpo de Zahra Kazemi a Canadá, de acuerdo con la voluntad de su hijo, para que le pueda ser practicada una autopsia independiente. Nos tememos que el crimen, en el que están implicadas altas autoridades iraníes, permanezca impune y que se conde a un chivo expiatorio para terminar con este caso, molesto para el régimen. Esperamos que el juicio, que continuará el próximo 17 de julio, aclarará el asesinato y que nuestra sección canadiense, que sigue esperando los visados, pueda asistir a él como observador. Pedimos a las autoridades iraníes que permitan a los abogados de Zahra Kazemi instruir el caso, en el respeto a la Constitución iraní y a las reglas internacionales", ha manifestado Reporteros sin Fronteras. Zahra Kazemi, periodista irano-canadiense de 54 años residente en Canadá, fue detenida el 23 de junio de 2003, cuando fotografiaba a las familias de algunos detenidos delante de la cárcel de Evin, al norte de Teherán. Golpeada durante su detención, falleció a consecuencias de las heridas el 10 de julio. Después de intentar esconder las causas de su muerte, las autoridades iraníes reconocieron, el 16 de julio de 2003, que le habían "pegado". El cuerpo de Zahra Kazemi se inhumó precipitadamente en Chiraz (sur del país) el 22 de julio de 2003, contra la voluntad de su hijo, Stephan Hachemi, de nacionalidad canadiense y residente permanente en Canadá. La madre de la periodista reconoció públicamente haber sido víctima de presiones, para que autorizara el entierro en Irán. Desde entonces han sido vanas las peticiones de exhumación y repatriación del cuerpo a Canadá. A petición del presidente Jatamí, el 13 de julio se creó una comisión de investigación, para determinar las circunstancias de la muerte de la periodista. En el informe que hizo público el 20 de julio, la comisión señalaba que entre el 23 de junio -momento de la detención- y el 27 del mismo mes -fecha de su traslado al hospital-, Zahra Kazemi fue interrogada sucesivamente por unos agentes de los servicios del Fiscal General de Teherán, la policía, de nuevo los servicios del Fiscal y finalmente unos agentes del Ministerio de Inteligencia. Siempre según ese informe, los médicos del hospital Baghiatollah constataron la "muerte cerebral" de la periodista el 27 de junio, fecha en que a la familia se le informó de que Zahra Kazemi se encontraba en coma en el hospital. Pero, el informe no precisa por qué los médicos esperaron hasta el 10 de julio, al día siguiente del aniversario de las manifestaciones estudiantiles de julio de 1999, para anunciar oficialmente la muerte de la periodista. El 23 de julio Said Mortazavi, Fiscal General de Teherán, pasó el caso de Zahra Kazemi a la fiscalía militar. Renunció al caso después de que algunas personas le acusaran de tener una responsabilidad directa en la muerte de la periodista. En efecto, la comisión de investigación estableció que Said Mortazavi asistió personalmente a uno de los interrogatorios de la señora Kazemi, en las primeras horas de su detención. A finales de julio, el caso pasó a manos del juez Esmaili. Al término de un enfrentamiento entre el clan de los reformistas y el de los conservadores, que se acusan mutuamente de la muerte de la periodista, el 22 de septiembre se señaló a un agente de los servicios de inteligencia iraníes, Mohammad Reza Aghdam Ahmadi, como presunto asesino. A finales de diciembre, Mahmud Shahrudi, jefe del sistema judicial, y Alí Yunessi, Ministro de Inteligencia, crearon un comité, oficialmente para verificar la totalidad de los elementos del caso de Zahra Kazemi pero, en realidad, para llegar a un compromiso en el caso. Mahmud Hashemi Shahrudi declaró entonces: "Lo importante no es quien mató a Zahra Kazemi, un agente del Ministerio de Inteligencia o un miembro de los servicios del fiscal de Teherán. ¡Qué importa! Lo fundamental es señalar a un culpable". Hasta ahora, la justicia iraní ha descartado cualquier responsabilidad de las instituciones estatales e inculpó a Mohammad Reza Aghdam Ahmadi de asesinato "casi intencionado". La abogada de la familia Kazemi y Premio Nobel de la Paz, Shirin Ebadí, pretende montar su defensa sobre ese punto para demostrar que hubo intención de matar a la periodista con el golpe, o los golpes que le dieron. En cuanto a Mohamad Alí Dadakhah, otro abogado, considera que el tribunal constituido no tiene competencia para juzgar el caso, que debería verse en un tribunal de lo criminal. Últimamente, el abogado Mohamad Alí Dadakhah ha hecho saber que hay otra persona inculpada en el caso. Se trata de Mohammad Bakhshi, funcionario de la cárcel de Evine, que ya fue acusado por www.rouydad.info, el sitio oficial del Frente de Participación (partido del presidente Jatamí), de haber tomado parte en el asesinato de Zahra Kazemi, en su calidad de asistente del juez Mortazavi.
Publié le
Updated on 20.01.2016