Censura del diario Al-Hayat, último episodio de un conflicto panárabe a través de medios de comunicación interpuestos

Reporteros sin Fronteras denuncia que, desde el 29 de septiembre de 2008, está prohibida en Siria la distribución del diario panárabe de capital saudí Al-Hayat. Una decisión que se ha tomado en un momento en que las relaciones entre Damasco y Ryad se han vuelto más rígidas, después del atentado que sacudió la capital siria el mes pasado. « Con frecuencia, los medios de comunicación del mundo árabe son tributarios de las buenas relaciones diplomáticas entre los países que les financian y los países donde actúan. Al-Jazira, financiado por Qatar, ha pasado por numerosos reveses cada vez que se han puesto de manifiesto las tensiones existentes entre el Emirato y algún otro país árabe. Lo que ocurrió, entre otros, en Arabia Saudí, donde el canal desapareció durante mucho tiempo. Igualmente, las recientes fricciones entre Irán y Egipto tuvieron como consecuencia el cierre de la oficina en El Cairo de la televisión iraní Al Alam », ha declarado la organización. El 29 de septiembre de 2008, la oficina de censura del Ministerio de Información sirio informó a la dirección de la oficina de Al-Hayat en Beirut que la distribución del periódico quedaba suspendida « hasta nueva orden ». El diario Al-Hayat, que tiene la sede en Londres, se imprime en varias capitales del mundo árabe, y entre ellas en Beirut. La distribución del periódico se hacía por vía terrestre, a través de la frontera líbano-siria. Varios miembros de las redacción de Londres y Beirut han confirmado a Reporteros sin Fronteras que el periódico venía sufriendo frecuentes prohibiciones espontáneas e injustificadas, que en ocasiones han llegado a ser de hasta diez veces en un mes. El corresponsal de Al-Hayat en Damasco, Ibrahim Hamidi, ha recibido numerosas citaciones, en las que se le ha pedido que se explique acerca de sus escritos, o de las posturas del periódico. Las autoridades sirias no han dado ninguna explicación oficial a la decisión adoptada que, según la redacción, tiene que ver con el deterioro de las relaciones entre Siria y Arabia Saudí. Reciéntemente Ryad atrajo las iras de la prensa siria al omitir condenar públicamente el atentado que golpeó Damsco el pasado 27 de septiembre. Hay otro diario que también tiene prohibida la distribución en Siria. Al-Sharq Al-Awsat no llega a los kioskos desde el verano de 2006, como consecuencia de la cobertura que hizo de la guerra de Líbano. Los dos diarios panárabes han dado muchas veces muestras de su independencia respecto a los regímenes árabes. Reciéntemente, el periodista saudí Machari Al-Dhaidi ha publicado, en las páginas de Al-Sharq Al-Awsat, un artículo sobre el atentado de Damasco, en el que asegura que existe una posibilidad de que los servicios de seguridad sirios se hubieran mezclado en el drama. El Ministerio de Información sigue con mucha atención los medios de comunicación extranjeros que se distribuyen en territorio sirio. Los corresponsales de la prensa extranjera, particularmente los de la arabófona, están estrechamente vigilados y tienen limitado el margen de maniobra en su trabajo. A muchos medios árabes no les han autorizado a abrir oficinas en el país. De hecho, Beirut se ha convertido para ellos en una retaguardia para la cobertura de la actualidad siria. Reporteros sin Fronteras recuerda que el presidente Bachar el-Assad figura en la lista de los 38 predadores de la libertad de prensa en el mundo.
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Updated on 20.01.2016