Cada vez pesan más amenazas sobre la prensa iraní

Reporteros sin Fronteras está preocupada por la suerte de varios periodistas, detenidos en secreto desde el mes de junio El 6 de julio fueron detenidos, por "publicidad contra el régimen", Iraj Jamshidi, redactor jefe del diario económico Asia, y su mujer Saghi Baghernia, directora del mismo periódico, después de que la víspera se publicara una foto de Maryam Rajavi (dirigente de los Mujaidines del Pueblo). El diario quedó suspendido tras la intervención del fiscal general de Teherán, Said Mortazavi, y registraron la casa y la oficina de Iraj Jamshidi. La señora Baghernia quedó en libertad con fianza el lunes 7 de julio, pero según las informaciones recogidas por Reporteros sin Fronteras, Iraj Jamshidi, que hasta el momento se encontraba detenido en la cárcel de Evine (Teherán), ha sido trasladado hoy a un nuevo lugar, que se mantiene en secreto. En los últimos años, Iraj Jamshidi ya fue citado en varias ocasiones por Adareh Amaken, una sección de la policía que habitualmente se encarga de asuntos de costumbres, cercana a los servicios secretos iraníes. El nombre del periodista está en una "lista negra" de periodistas vigilados por el régimen. Por otra parte, otros periodistas iraníes se encuentran en la misma situación, según personas cercanas a las víctimas: Taghi Rahmani, Reza Alijani, Hoda Saber y Amir Teirani, fueron detenidos por los Guardianes de la Revolución y desde el 14 de junio sus familias y abogados carecen de noticias de ellos. Mohsen Sazgara, director del sitio Alliran y del diario reformista Jameh (suspendido), continua con la huelga de hambre, iniciada el pasado 15 de junio. Su estado de salud se deteriora de día en día. Alí Akrami, del diario reformista Nedat Eslahat (suspendido), fue detenido el 16 de junio. Su mujer dice que no le vuelto a ver, desde aquel día. Peyman Pakmehr, agredido y secuestrado el 2 de julio de 2003, regresó a su casa cuarenta y ocho más tarde, según su familia y gracias a la publicidad que se le dio al caso.