Reporteros sin Fronteras ha pedido a la Comisión Internacional Humanitaria de Encuesta que investigue acerca del bombardeo de la coalición anglo-norteamericana sobre la televisión estatal iraquí, lo que podría constituir una violación del derecho internacional humanitario.
Reporteros sin Fronteras ha pedido a la Comisión Internacional Humanitaria de Encuesta ,el 1 de abril de 2003, que investigue acerca del bombardeo de la coalición anglo-norteamericana sobre la televisión estatal iraquí, lo que podría constituir una violación del derecho internacional humanitario. Es la primera vez que se dirige a esta Comisión. Prevista por el Protocolo I de la Convención de Ginebra, y creada oficialmente en 1991, la Comisión está encargada, entre otras cosas, de investigar acerca de cualquier alegación de infracción grave del derecho internacional humanitario. "Un medio de comunicación no es un objetivo militar según el derecho internacional, sus equipos e instalaciones son bienes civiles, protegidos como tales por la Convención de Ginebra. Solo una investigación objetiva e imparcial podrá determinar si hubo, o no, violación de la Convención de Ginebra", manifestó Robert Ménard, secretario general de Reporteros sin Fronteras.
Para ser competente, a la Comisión, que tiene la sede en Berna (Suiza), tiene que dirigirse una de las partes en conflicto, o bien uno de los Estados que hayan reconocido su competencia. Y para investigar efectivamente, todos los beligerantes tienen que haber aceptado su competencia. Al día de hoy, de entre los países comprometidos en el conflicto de Irak, solo Australia y el Reino Unido han hecho una declaración de aceptación de la competencia de la Comisión. Una investigación así correspondería, por tanto, a esos dos Estados. Y después, Estados Unidos e Irak tendrían que aceptar el inicio de la investigación.
Reporteros sin Fronteras ha pedido a la Comisión que solicite a los Estados beligerantes que se dirijan a ella, y le den su consentimiento, para que pueda emprender la investigación sobre los bombardeos de la televisión iraquí, y del Ministerio de Información.
La televisión iraquí fue bombardeada por la coalición anglo-norteamericana la noche del 25 de marzo pasado. Su programación quedó temporalmente interrumpida, en la noche del 25 al 26 de marzo de 2003. Los locales quedaron muy dañados. La programación se reanudó el 26, por la mañana. El inmueble bombardeado acoge también a la Televisión de la Juventud, dirigida por Usai Hussein, el hijo mayor del presidente iraquí.
Por otra parte, un misil alcanzó al Ministerio de Información, el 29 de marzo al alba, asestando un golpe fatal al "poblado de tiendas" de los medios de comunicación internacionales, desplegado en el tejado del edificio atacado. No hubo víctimas, pero se registraron importantes daños materiales en el centro de prensa, situado en el bajo del inmueble: estallaron los cristales y cayeron al suelo los ordenadores y otros equipos técnicos.
Los disparos de la coalición alcanzaron de nuevo al Ministerio de Información de Bagdad, en la noche del 30 al 31 de marzo de 2003. El 31 por la mañana, de nuevo se interrumpió la programación de la televisión estatal iraquí, durante más de diez horas. Según parece, las antenas parabólicas utilizadas por la televisión estaban instaladas en el tejado del ministerio, mientras que el inmueble en que se encuentran sus oficinas y estudios, así como las antenas de difusión, se encuentra situado muy cerca del Ministerio de Información.
Algunos responsables de la coalición declararon, el 25 de marzo de 2003, que el raid sobre la televisión nacional iraquí iba destinado a eliminar el sistema de comunicación del presidente Saddam Hussein, con el pueblo y el ejército iraquíes, recordando las imágenes de prisioneros norteamericanos y de cuerpos ensangrentados, que los iraquíes presentaron como pertenecientes a soldados norteamericanos. Esas declaraciones de la coalición son una prueba de que la televisión iraquí fue atacada deliberadamente.