Asesinatos, secuestros y detenciones : la insoportable cotidianeidad de los periodistas iraquíes

“Los periodistas iraquíes siguen teniendo fuerza para ejercer su profesión, a pesar de la terrible situación a que se enfrentan. En Irak se suceden los atentados a la libertad de presa y, a pesar de ellos, no bajan la guardia. Queremos aplaudir su valor y pedimos a las autoridades que actúen para garantizar su seguridad”, ha declarado Reporteros sin Fronteras ante el anuncio, con pocos días de intervalo, de la muerte de dos colaboradores de medios de comunicación, el secuestro de un periodista y la detención de un camarógrafo. Hamad Ibrahim, chofer del canal por satélite Al-Iraqiya, fue asesinado el 3 de octubre de 2006. Se dirigía al barrio de Karama, en Mosul (Norte), cuando unos individuos no identificados acribillaron a balazos el coche del canal. Jassim Aarif Hassan, empleado del canal Al-Charkiya, resultó abatido el 7 de octubre, al oeste de Bagdad. Además, Reporteros sin Fronteras ha sabido que a mediados de septiembre secuestraron en Bagdad a Mohammed Abderrahmane, presentador de la radio Dajla. Desde entonces, su esposa y sus cuatro hijos no han vuelto a saber nada de él. De 55 años de edad, el periodista se cambió de casa, después de recibir amenazas de muerte. Anteriormente, durante el régimen de Saddam Hussein, trabajó en Radio Bagdad, y en la emisora Sawt Al Jamahir. Por otra parte, el 8 de octubre de 2006 una patrulla de soldados iraquíes detuvo en Bagdad a Omar Mohammed Fakhri, camarógrafo del canal por satélite Al Rafiden TV, cuando grababa unos funerales. El periodista había entrevistado a algunos miembros de la familia del difunto, que imputaban al ejército iraquí la responsabilidad de su muerte. Entonces se produjo un altercado entre la familia y los militares de una patrulla. A Omar Mohammed Fakhri le detuvieron por grabar el enfrentamiento. Al día de hoy continúa detenido, y han confiscado su material. Desde el comienzo del conflicto, en 2003, en Irak han matado a 109 periodistas y colaboradores de medios de comunicación y actualmente hay cuatro retenidos como rehenes.