Reporteros sin Fronteras ha desplegado, en la explanada de los derechos humanos de París, una bandera del Líbano que llevaba impreso el rostro de Samir Kassir. La organización ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que haga todo lo necesario para que el caso no quede impune, y una vez más ha manifestado su apoyo a la familia del periodista asesinado.
El 2 de junio de 2006, Reporteros sin Fronteras ha rendido homenaje al periodista franco-libanés Samir Kassir, en la explanada de los derechos humanos, en la Plaza del Trocadero de París. En esta ocasión, medio centenar de militantes de la organización han desplegado una bandera libanesa de 150 m2, que llevaba impreso el retrato de Samir Kassir.
Han tomado la palabra Robert Ménard, secretario general de la organización, Dalia Obeid, miembro del movimiento de la Izquierda Democrática en París, Jad Tabet, secretario general de la Asociación de Amigos de Samir Kassir, William Bourdon, abogado de la familia y del periódico Al-Nahar, y Jean-Pierre Perrin, reportero del diario francés Libération y amigo del periodista libanés, para aplaudir el valor y el talento de Samir Kassir y pedir, una vez más, a la comunidad internacional que haga todo lo necesario para que el caso no quede impune.
Robert Ménard, tras manifestar su emocionado recuerdo para la viuda y los hijos de Samir Kassir, ha hecho un llamamiento al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, a fin de que la comisión de investigación, presidida por Serge Brammertz, amplíe su mandato para incluir los asesinatos de Samir Kassir y Gebrane Tuéni. “Como ya dijimos en Beirut en diciembre de 2005, al día siguiente de la muerte de Gebrane Tuéni, nos sentimos decepcionados por la resolución 1644 del Consejo de Seguridad, que reconduce el mandato de la comisión internacional de investigación sobre el asesinato del ex Primer Ministro libanés Rafic Hariri, pero no le pide que efectúe investigaciones sobre los demás asesinatos y atentados políticos cometidos en Líbano desde octubre de 2004”, ha subrayado Robert Ménard.
El secretario general de la organización hizo igualmente un llamamiento a las autoridades libanesas para que se comprometan públicamente a recibir con rapidez al juez Jean-Louis Bruguière, así como al Relator especial de Naciones Unidas para la promoción y la protección del derecho a la libertad de opinión y expresión.
Dalia Obeid recordó el sueño de Samir Kassir de “un mundo árabe democrático” y un Líbano laico e independiente. “Samir Kassir cayó por Beirut, a la que tanto amaba, como última expresión de su dedicación a la Nación árabe, y su conciencia de la noción de identidad”, ha declarado.
Jad Tabet, amigo íntimo de Samir Kassir, insistió en el hecho de que “cuando matan a un justo, todas los democracias del mundo se sienten amenazadas”.
William Bourdon manifestó que ha emprendido diversas gestiones para acelerar el viaje del juez Bruguière: “A priori, el desplazamiento tendrá lugar de aquí a dos meses. El juez Bruguière está decidido a ir y nosotros esperamos mucho de su llegada”. Según el abogado, “el objetivo de la viuda y las hijas del periodista es que un día se dicten en París órdenes de detención internacionales”.
Contactada por la organización, Gisèle Khoury, la viuda de Samir Kassir, aseguró que está muy preocupada por la lentitud de la justicia francesa. “El tiempo no juega a nuestro favor. Ahora, el campo pro sirio está recuperando el impulso en la vida política libanesa. Y eso da esperanzas a los criminales. El juez Jean-Louis Bruguière tendría que haber venido, como estaba previsto inicialmente, en diciembre de 2005, cuando detuvieron a los cuatro generales sospechosos del asesinato de Rafic Hariri. Si, como en el caso de Michel Seurat, tengo que esperar la verdad durante 20 años, que me lo digan claramente”, declaró la viuda del periodista. “Las autoridades libanesas me dijeron que estaban dispuestas a recibir al juez Jean-Louis Bruguière a partir del mes de mayo. ¿A qué se debe el retraso? Tendría que acudir a Beirut lo antes posible”.
Jean-Pierre Perrin, de Libération, ha recordado que Samir Kassir era “un amigo y un apoyo” para todos los periodistas que pasaban por la capital libanesa. “Beirut nunca volverá a ser la misma sin él”, ha añadido.
Recordatorio de los hechos
Samir Kassir perdió la vida el 2 de junio de 2005 en la explosión de su coche, aparcado delante de su domicilio en el barrio de Achrafieh, al este de Beirut.
Editorialista desde hacía diez años del diario An-Nahar (“El Día” en árabe, con una tirada de 55.000 ejemplares), escritor e historiador, Samir Kassir era también corresponsal del canal francófono internacional TV5, y durante mucho tiempo colaboró en el mensual francés Le Monde diplomatique. Profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Saint-Joseph de Beirut, el periodista era también uno de los miembros fundadores del movimiento de la Izquierda Democrática (oposición) y había participado en las protestas anti sirias de la primavera de 2005.
Perseguido y amenazado desde hacía años por sus posturas y sus denuncias del “régimen policial libanés”, Samir Kassir fue atacado en 2000 por unos agentes de la Seguridad General. Se incautaron de su pasaporte libanés. Posteriormente, el periodista declaró que los servicios de inteligencia sirio-libaneses le seguían constantemente. Entonces, el ex Primer Ministro asesinado Rafic Hariri le tomó bajo su protección. Su último editorial, publicado el 27 de mayo de 2005 y titulado “Error tras error”, denunciaba “la continuación de la represión en Siria”.
2005 fue un año negro para los profesionales de los medios de comunicación libaneses. Tres de ellos sufrieron atentados que no se han aclarado. Samir Kassir, editorialista del diario An-Nahar, perdió la vida el 2 de junio de 2005, en la explosión de su coche. Seis meses después fue Gebrane Tuéni quien falleció, en otro atentado. El automóvil de May Chidiac, presentadora estrella del canal LBC (Lebanese Broadcasting Corporation), explotó el 25 de septiembre de 2005, hiriendo de gravedad a la periodista.