Reporteros sin Fronteras condena el secuestros y asesinato de Alaa Uldeen Aziz y Saif Laith Yousuf, dos colaboradores en Bagdad del canal norteamericano de televisión ABC. “Los periodistas iraquíes nunca son tan vulnerables como al finalizar su jornada de trabajo, cuando regresan a sus domicilios sin ninguna protección”, ha declarado la organización.
Después de ser secuestrados por desconocidos, el 17 de mayo de 2007 mataron en Bagdad a dos periodistas iraquíes del canal norteamericano de televisión ABC. Al día siguiente aparecieron en el hospital Yarmouk de la capital los cuerpos del camarógrafo Alaa Uldeen Aziz y su técnico de sonido Saif Laith Yousuf.
“En Irak, algunos grupos armados ejecutan a los periodistas sin motivo preciso, como no sea el de impedir que se difunda cualquier información. Estos ataques se producen en pleno día, y a la vista de todos. A pesar de las precauciones que adoptan cuando están sobre el terreno, lo periodistas iraquíes nunca son tan vulnerables como al final de su jornada de trabajo, cuando regresan a sus domicilios sin protección alguna”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Según las informaciones recogidas por la organización, el coche de Alaa Uldeen Aziz y su cuñado Saif Laith Yousuf fue rodeado por dos vehículos que transportaban hombres armados, cuando se encontraba a pocos metros del complejo inmobiliario donde vivían, en el barrio de Al-Baia'a, al este de Bagdad. Después se llevaron a los periodistas a algún lugar desconocido. Sus cuerpos aparecieron el 18 de mayo de 2007, en el hospital Yarmouk.
Aziz Alaa Uldeen, de 33 años, y Yousuf Saif Laith, de 26, colaboraban con el canal norteamericano ABC desde hace muchos meses. “Son nuestros ojos y nuestras orejas en Irak. (...)Muchos lugares de Bagdad resultan impracticables para los extranjeros. Por eso tenemos periodistas iraquíes que, con mucho valor, cubren la ciudad. Sin ellos estaríamos ciegos, no podríamos saber qué pasa”, ha dicho Terry McCarthy, gran reportero de ABC.
Desde el comienzo del conflicto, en marzo de 2003, en Irak han matado al menos a 176 periodistas y colaboradores de los medios de comunicación. Dos se dan por desaparecidos y actualmente hay doce retenidos como rehenes.