Bosnia-Herzegovina

Panorama mediático

Bosnia–Herzegovina tiene un panorama mediático muy fragmentado, con cerca de 40 cadenas de televisión, 150 emisoras de radio, varios periódicos y agencias de noticias, cerca de 200 revistas y unas 600 webs de información. Paradójicamente, este elevado número de medios no implica que haya una auténtica pluralidad de información y de opinión. Las televisiones N1 y Al Jazeera Balkans figuran entre los medios más influyentes, mientras que webs como Cin, Istraga, Zurnal e Inforadar garantizan la existencia de un periodismo de investigación.

Contexto político

Si bien el contexto político en general no favorece a la libertad de prensa, hay diferencias significativas de un extremo a otro del país, debido a las diversas estructuras políticas que coexisten. Los medios de comunicación funcionan en mejores condiciones en Sarajevo, la capital, que en la República Srpska, de mayoría serbia, y en la parte occidental de la federación de Bosnia-Herzegovina. Los políticos atacan regularmente a los periodistas y ejercen su influencia en los medios públicos y los organismos reguladores.

Marco legal

Aunque el marco legal que rige el funcionamiento de los medios se ajusta en gran medida a las normas internacionales, el proceso legislador se ha estancado desde hace algunos años, obviando la necesidad de modificar las leyes existentes y adoptar otras nuevas. La mayoría de los periodistas trabajan en un entorno libre de censura, pero existen muchos factores que impulsan la autocensura. El acceso a la información está en principio abierto a todos los periodistas, sin discriminación. El sector cuenta también con disposiciones legales sobre protección de las fuentes y códigos éticos en vigor.

Contexto económico

El contexto económico es difícil debido al pequeño tamaño del mercado y a la falta de financiación sostenible. Los medios bosnios también padecen las divisiones étnicas y la competencia de los medios de comunicación de países vecinos pertenecientes a la misma zona lingüística. La compleja situación económica y la dependencia de los círculos políticos y económicos  empujan a muchos medios a abstenerse de realizar un periodismo crítico.

Contexto sociocultural

Un pasado marcado por la guerra hace que la sociedad siga sufriendo muchas divisiones y se debata entre el deseo de reconciliación con sus vecinos e inclinaciones menos amistosas. Las cuestiones de identidad étnica y religiosa se imponen a las libertades individuales, incluida la libertad de prensa. A imagen de la sociedad, la posición de la mujer es más difícil que la del hombre en los medios.

Seguridad

Los periodistas son, a menudo, objeto de amenazas y ataques verbales, y, a veces, de agresiones físicas. La mayoría de ellos no se sienten suficientemente protegidos en el ejercicio de su profesión y no confían en la policía, ni en la justicia. Se han tomado varias iniciativas para reforzar su seguridad, especialmente por la vía legislativa  y  gracias a investigaciones realizadas eficazmente por la fiscalía.