Bulgaria

Las pocas voces libres en el país sufren a diario intimidación y violencia, por un lado, y campañas de difamación y presión del Estado, por el otro. Dado que condenar los crímenes contra los periodistas no está en la agenda, la situación de los medios de comunicación en Bulgaria es muy preocupante. El reportero Dimiter Kenarov fue arrestado violentamente por la policía durante una manifestación, mientras que el periodista de investigación Slavi Angelov fue víctima de un ataque mafioso frente a su casa. Nikolay Staykov recibió amenazas de muerte después de publicar una investigación sobre la corrupción de alto nivel en el poder judicial. La policía suele convocar regularmente a los periodistas independientes a causa de su trabajo, mientras que políticos y oligarcas mantienen una relación corrupta y conflictiva con los medios progubernamentales. Aunque el hombre que simbolizaba esta tendencia, Delyan Peevski, vendió sus medios, su influencia en la prensa sigue siendo problemática. La asignación por parte del gobierno de fondos nacionales y europeos se produce con la mayor opacidad, lo que hace que algunos medios se vuelvan complacientes con el poder. Al mismo tiempo, el acoso judicial contra medios independientes como Bivol y el grupo Economedia sigue pesando sobre la libertad de prensa: en junio de 2020, la justicia absolvió a uno de los propietarios de dicho grupo, Ivo Prokopiev, de las acusaciones de sesgo político.