Reporteros sin Fronteras está muy preocupada por la violencia ejercida contra los periodistas llegados para cubrir las consecuencias del huracán Katrina, en Nueva Orleáns. El 1 de septiembre se cometieron varias agresiones a reporteros y fotógrafos, poniendo de manifiesto la existencia de un clima de inseguridad y tensión generalizados.
Reporteros sin Fronteras está muy preocupada por la violencia ejercida con los periodistas llegados para cubrir las consecuencias del huracán Katrina, en Nueva Orleáns. El 1 de septiembre se cometieron varias agresiones a reporteros y fotógrafos, poniendo de manifiesto la existencia de un clima de inseguridad generalizado.
“Entendemos que las fuerzas del orden están desbordadas y somos conscientes de la extrema tensión y las difíciles condiciones a que deben enfrentarse en las regiones afectadas por Katrina. Sin embargo, resulta muy preocupante que eso se traduzca en violencia contra los periodistas. En efecto, consideramos que es esencial una cobertura mediática libre, y sin trabas, de una situación tan grave”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Tim Harper y el fotógrafo Lucas Oleniuk, del diario canadiense Toronto Star, fueron víctimas de la violencia policial cuando cubrían un enfrentamiento entre las fuerzas del orden y unos saqueadores. Fueron amenazados varias veces con un arma por unos policías que, cuando comprobaron que Lucas Oleniuk les había fotografiado mientras golpeaban a los ladrones, le arrojaron violentamente al suelo y le quitaron sus dos aparatos de fotos, para retirar las tarjetas de memoria, en las que había cerca de 350 fotografías. También le arrebataron el carnet de prensa al periodista. Cuando el fotógrafo reclamó sus imágenes, los agentes le insultaron y amenazaron con pegarle.
En un artículo del Toronto Star, donde ha relatado la agresión, Tin Harper afirma, al hablar de los policías, que dada la situación en Nueva Orleáns, “no hay ninguna duda de que ven a los periodistas como obstáculos para sus esfuerzos por recuperar el control de la ciudad”.
Por otra parte, Gordon Rusell, del diario Times-Picayune, fue detenido por unos policías cuando cubría un cruce de disparos con los habitantes , cerca del Centro de Congresos (Convention Center), donde los afectados esperaban su evacuación. Los agentes de policía tiraron al suelo todo el equipo del periodista quien, para escapar a la violencia, se vio obligado a esconderse y se habría marchado de la ciudad ese mismo día.