La mujer de Akbar Ganji, Massoumeh Shaffii, así como uno de sus abogados, Me Molai, visitaron al periodista el 17 de octubre de 2005. Pudieron comprobar que éste, muy debilitado física y psicológicamente desde la huelga de hambre del verano, se encuentra aislado en una zona “especial”, donde son frecuentes las sesiones de tortura. Reporteros sin Fronteras manifiesta su indignación frente al comportamiento de las autoridades iraníes.
El 15 de noviembre de 2005, la Asociación Mundial de Periódicos (AMJ) concedió a Akbar Ganji la Pluma de Oro de la Libertad. Reporteros sin Fronteras se alegra de que esa asociación, que representa a 18.000 periódico de todo el mundo, haya concedido su Premio anual de la libertad de prensa al célebre periodista iraní, que sigue estando encarcelado.
“Su notoria resistencia a la represión, y su constante negativa a verse reducido al silencio, por los que ha pagado un elevado precio, son una fuente de inspiración para los periodistas del mundo entero”, explicó el Consejo de la AMJ.
La mujer de Akbar Ganji, Massoumeh Shafii, declaró que esta recompensa demuestra que el trabajo de su marido es reconocido y apreciado, a pesar de los esfuerzos desplegados por las autoridades iraníes para hacerle callar.
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24.10.2005 Akbar Ganji aislado en la zona especial de la cárcel de Evine
La mujer de Akbar Ganji, Massoumeh Shaffii, así como uno de sus abogados, Me Molai, visitaron al periodista el 17 de octubre de 2005. Pudieron comprobar que éste, muy debilitado física y psicológicamente desde la huelga de hambre del verano, se encuentra aislado en una zona “especial”, donde son frecuentes las sesiones de tortura. Reporteros sin Fronteras manifiesta su indignación frente al comportamiento de las autoridades iraníes.
“En tanto que periodista y preso de conciencia, Akbar Ganji no tiene nada que hacer en una zona de alta seguridad. Una vez más reiteramos nuestra petición de libertad inmediata e incondicional, y exhortamos a las autoridades a dejar que, lo antes posible, acudan al lugar organizaciones internacionales independientes para comprobar el estado de salud del detenido, y verificar las alegaciones de tortura”, ha declarado la organización.
Tras visitar a su esposo, Massoumeh Shaffii declaró que la situación de Akbar Ganji “era aún peor que todo lo que hubiera podido imaginarse”. Añadió que necesita tratamiento en el hombro izquierdo.
Desde que, el 3 de septiembre, fue trasladado del hospital de Milad, el redactor jefe del semanario Rah-é-No se encuentra internado en la zona especial de la cárcel de Evine, en Teherán; es decir, confinado a un aislamiento total. Allí solo pueden acceder los Guardianes de la Revolución. Según algunos ex detenidos, allí se producen frecuentemente sesiones de tortura.
Mientras continúa siendo de lo más incierta la suerte de Akbar Ganji, el preso de conciencia más emblemático de Irán, el Ministerio de Inteligencia iraní ha convocado a varios responsables de asociaciones de periodistas, así como a periodistas independientes, que han sido interrogados, e incluso amenazados a veces. También se les ha notificado la prohibición de hablar de los nombramientos de Guardianes de la Revolución para puestos claves en el seno de administración, nacional y local. Frente a esa situación, los profesionales de los medios de comunicación temen que se esté perfilando en el horizonte una nueva oleada de detenciones.
Hace más de 15 años, Reporteros sin Fronteras creaba el “apadrinamiento”, y hacia un llamamiento a los medios de comunicación internacionales para que apoyaran a un periodista encarcelado. Más de 200 redacciones en el mundo apoyan así a un colega, pidiendo frecuentemente su libertad a las autoridades concernidas, y mediatizando su situación para que el caso no caiga en el olvido.
Akbar Ganji está apadrinado por Le Devoir, Nice-Matin y La Montagne.