Akbar Ganji en cuidados intensivos

Por iniciativa de 160 intelectuales iraníes, cerca de 1.000 personas se han reunido delante del hospital Milad de Teherán, para reclamar la liberación del periodista Akbar Ganji, en huelga de hambre desde hace 62 días. La multitud ha reclamado el derecho de visita para el periodista detenido. A pesar del consentimiento de los médicos del hospital, los responsables de la fiscalía se han negado a ello.
Después, une delegación compuesta por varios intelectuales iraníes se ha entrevistado con el Dr. Tabesh, director de relaciones públicas del hospital, quién ha asegurado que Akbar Ganji ha "sido trasladado a cuidados intensivos. Su estado es crítico", ha declarado.

París, 9 de agosto de 2005 (AFP) La asociación de defensa de la libertad de prensa Reporteros sin Fronteras (RSF) quiere que alguien pueda visitar al preso político y periodista iraní Akbar Ganji, ha declarado el martes a la AFP su secretario general, Robert Ménard. "Pedimos que uno de los abogados de Akbar Ganji, o un miembro de su familia, pueda verle en el hospital (donde se encuentra desde el 17 de julio, ndlr), con el fin de establecer un balance de su estado de salud y saber si ha finalizado, o no, la huelga de hambre", ha declarado Ménard. Según el secretario general de RSF, "el martes se produjeron algunas declaraciones contradictorias" sobre el cese, o no, de la huelga de hambre del disidente. "El Ministerio de Justicia anunció que había finalizado la huelga de hambre, pero el portavoz del hospital declaró que seguía negándose a comer. Porque, desde el comienzo de este caso, las autoridades iraníes han anunciado varias veces erróneamente el final "del movimiento de Akbar Ganji", ha subrayado Ménard. RSF, que el lunes hizo un llamamiento al disidente para finalizara la huelga de hambre, está preocupada por "la gravedad de su estado de salud", ha continuado Ménard. "Ninguno de sus abogados le ha visto desde el 17 de julio, cuando llegó al hospital, y su familia no le ha visto desde el 1 de agosto", ha añadido. Akbar Ganji, de 46 años, el más emblemático de los presos políticos iraníes, fue condenado en 2001 a seis años de cárcel, tras un artículo en el que implicaba a varios dignatarios en una serie de asesinatos de intelectuales y escritores. El 11 de junio, el disidente inició una huelga de hambre para conseguir la libertad sin condiciones. El 17 de julio fue trasladado al hospital para que, según la justicia iraní, le practicaran una operación de menisco. Permanece estrechamente vigilado y nada indica que efectivamente se le haya practicado la operación. ---------------------------------------------------------------------- 08.08.2005 Reporteros sin Fronteras hace un llamamiento a Akbar Ganji para que finalice su huelga de hambre En una carta fechada el 8 de agosto de 2005, Robert Ménard, secretario general de Reporteros sin Fronteras, hace un llamamiento a Akbar Ganji para que finalice su huelga de hambre, mientras que un comando de agentes de la fiscalía de Teherán ha saqueado el domicilio del periodista, y ha maltratado e insultado a su mujer y a su hija, amenazándoles con detenerles por "espionaje". El 8 de agosto, hacia las 9 de la mañana, decenas de agentes de civil irrumpieron en el domicilio de Akbar Ganji, en Teherán. Tras registrar el apartamento familiar, se incautaron de un importante número de documentos, álbumes de fotografías, disquetes informáticos, agendas y efectos personales de su hija. La esposa del periodista, Massoumeh Shafiie, fue esposada, golpeada y amenazada de detención, con la excusa de haber "facilitado informaciones a los medios de comunicación extranjeros". A su hija la insultaron. Finalmente, los agentes de la fiscalía de Teherán se marcharon del lugar tras más de una hora de registro. ---------------------------------------------------------------------- Carta a Akbar Ganji París, 8 de agosto de 2005 Querido amigo, Se que me escuchas incluso a pesar de que tu cama del hospital se encuentra vigilada. Quiero hablarte de amigo a amigo. Querido Akbar, te necesitamos. Necesitamos tu valor y tu ánimo para continuar el combate. Te escribo esta carta para pedirte que finalices la huelga de hambre. Hoy, tu esposa, Massoumeh Shafiie, tu abogada Shirin Ebadí y yo mismo, nos negamos a dejar que te deslices hacia lo irremediable. A partir de hoy tu cuerpo puede tener secuelas irreversibles. No queremos perder una de las voces más nobles y más potentes: la del periodista Akbar Ganji. Sé que querrás escuchar a tus amigos y que tendrás la valentía de darles la razón. Quiero repetirte que estamos a tu lado, que lo estuvimos ayer y que queremos seguir estándolo mañana. No dejaremos de informar a la opinión pública, de presionar a los políticos, de agitar a las instituciones, con frecuencia demasiado inmóviles, hasta que se produzca tu libertad, así como la de tus colegas encarcelados, Hossein Ghazian, Slamak Pourzand, Ejlal Eghvami y Roya Touloui. Ya has hecho demasiado para que tus contemporáneos tomen conciencia del desastroso estado de las libertades en Irán. Ayer, investigando, escribiendo, destapando el auténtico rostro de los poderosos que gobiernan tu país. Luego, desde el 11 de junio, dejando de alimentarte, para obligar a tus verdugos a hacerte justicia. Porque tu huelga de hambre ha demostrado claramente que "justicia" es una palabra que no conocen los jueces que te condenaron. No están al servicio de la equidad y el derecho, se han convertido en serviles secuaces de un poder despótico. El eco de tu rebelión ha dado la vuelta al mundo. El presidente norteamericano George W. Bus, la Unión Europea y Francia han pedido públicamente tu libertad. Las organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos se han movilizado. Diez galardonados con el Premio Nobel, entre los que se encuentran tu amiga Shirin Ebadí y Monseñor Desmond Tutu, han denunciado conjuntamente el comportamiento del gobierno iraní, y han pedido a los diplomáticos destacados en Teherán que acudan a tu cabecera. El sábado, Sir Richard Dalton, Embajador de Gran Bretaña en Irán, el país que actualmente ostenta la presidencia de la Unión Europea, quiso ir a verte. Amparándose en un orgullo nacionalista de muy mal gusto, el Ministro de Asuntos Exteriores iraní se lo negó. Consiguiendo que todas las miradas estén puestas en tu lecho del hospital has obligado al mundo a mirar de frente los sufrimientos de Irán. Espero tus noticias con impaciencia. Robert Ménard
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Updated on 20.01.2016