Abatido un segundo periodista desde el comienzo del año en un terrorífico clima de inseguridad
Organización:
Reporteros sin Fronteras manifiesta su consternación por el asesinato a disparos de Osman López, ocurrido el 18 de abril de 2009 en la capital, Tegucigalpa. El joven periodista, de 27 años, trabajaba en el Departamento de Comunicación del palacio presidencial así como en el diario La Tribuna, y era corresponsal de la televisión Canal 45.
“De momento no existe ninguna prueba que permita relacionar el asesinato de Osman López con sus actividades periodísticas. Sin embargo, el grado de inseguridad, sumado a la persistente impunidad, tienen necesariamente que pesar en el trabajo de la prensa. Tanto si se trata de delincuencia “común”, como de asesinato premeditado, las autoridades deben hacer rápidamente un gesto significativo ante una situación en la que la libertad de movimiento se convierte en un compromiso”, ha declarado la organización.
Osman López, que iba acompañado de su primo y un amigo, fue abatido por desconocidos cuando transitaba en su vehículo por el este de la capital. Los agresores fingieron pedirle un cigarrillo para poder dispararle, matándole en el acto. El primo del periodista resultó gravemente herido y, a su llegada al hospital, los médicos calificaron su estado de pronóstico reservado.
No se conoce el móvil del crimen. Sin embargo, se ha producido en la estela de otros delitos cometidos recientemente contra la prensa hondureña. El pasado 31 de marzo Rafael Murguía, corresponsal de la emisora privada nacional Radio Cadena Voces, en la ciudad de San Pedro Sula (Nordoeste), fue asesinado por unos desconocidos. El 12 de abril, un atentado con arma de fuego estuvo a punto de costarla vida a Carlos Chinchilla, propietario del canal local de televisión Telemaya Canal 12 en los alrededores de Copán (Norte). Finalmente, la periodista independiente Xiomara Orellana lleva varios meses recibiendo repetidas amenazas de muerte, y ha tenido que pedir protección.
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20.01.2016