Violencias policíacas en contra de periodistas durante paro : carta al Ministro del Interior

A la atención de Fernando Carrillo Flórez
Ministro del Interior de la República de Colombia
Señor ministro, Reporteros sin Fronteras, organización internacional que defiende la libertad de información, desea llamar su atención sobre los recurrentes actos de violencia de los que son víctimas los periodistas que cubren el paro cafetero en los departamentos de Huila y Tolima, en particular. Desde que inició esta movilización de campesinos productores de café, el 25 de febrero de 2013, algunos profesionales de los medios de comunicación han sido agredidos de forma deliberada por miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). El 27 de febrero, en Garzón (Huila), agentes del Esmad lanzaron granadas lacrimógenas a las instalaciones de Radio Garzón, donde se habían refugiado campesinos que intentaban huir de la violencia perpetrada en su contra. Algunos empleados de la radio resultaron afectados por el gas lacrimógeno, como Humberto Sosa, Ángel Vargas y Luz Ángela Rodríguez, quien tenía siete meses de embarazo y debió ser trasladada al hospital. Desde entonces Radio Garzón quedó fuera del aire, pues su equipo fue seriamente dañado. En Ibagué (Tolima), se registraron incidentes similares, en los que algunos periodistas pagaron por la violencia de los enfrentamientos entre los campesinos y las fuerzas del Esmad. Éstas lanzaron granadas lacrimógenas a un restaurante donde se habían refugiado periodistas y productores de café. Algunos profesionales de los medios de comunicación fueron golpeados violentamente por miembros del Esmad. Entre los periodistas afectados se encuentran: Miguel Gómez (radio FM), Germán Acosta (RCN Radio), Milton Henao (Telesur), Oscar Borja (diario Q’hubo), Nelson Lombana (Semanario Voz), así como periodistas de medios de comunicación alternativos. Ese mismo día, al margen del paro cafetero en Huila, Edgar Donoso, de Caracol TV, y otro periodista, de RCN Televisión, y los camarógrafos con los que trabajaban, fueron agredidos física y verbalmente por agentes de la Policía Nacional, quienes también dañaron su equipo. No obstante, el general Rodolfo Palomino, quien se encontraba en el lugar, pidió disculpas por ello. En Neiva (Huila) las fuerzas del orden allanaron las oficinas de la agencia de comunicación Colombia Informa, con el pretexto de buscar explosivos que habrían sido utilizados durante el paro cafetero. Los periodistas de la agencia expresaron su preocupación; no comprendían la razón de tal medida, con la que manifiestamente se buscaba intimidarlos. La agencia informaba constantemente sobre los abusos que cometía la policía contra los manifestantes. Finalmente el 4 de marzo, en Fresno (Tolima), el director del diario Región Al Día, Rodrigo Callejas, fue amenazado por sujetos encapuchados, al parecer miembros de grupos armados infiltrados entre los manifestantes, quienes además le impidieron cubrir los hechos relacionados con la huelga de productores de café. La víspera, individuos con características similares habían impedido a periodistas de Telecafé filmar en ciertos barrios de la ciudad. Reporteros sin Fronteras condena con firmeza estos abusos policíacos cometidos contra periodistas, muy frecuentes en las manifestaciones en Colombia, que constituyen obstaculizaciones a la libertad de información. En octubre de 2012, en el contexto de las negociaciones de paz con las FARC y de la movilización masiva de la sociedad civil, algunos profesionales de los medios de comunicación y defensores de los derechos humanos fueron víctimas de la brutalidad policíaca durante las manifestaciones de la “Semana Nacional de la Indignación”. Reporteros sin Fronteras recuerda que los medios de comunicación juegan un rol crucial en las manifestaciones: dan a conocer las demandas expresadas en las protestas, informan sobre la manera en que las autoridades responden a ellas, y hacen que surja un debate sobre estas acciones y reivindicaciones. Los periodistas, quienes a menudo son acusados por las fuerzas del orden de carecer de objetividad en la manera en que difunden la información –de allí la hostilidad manifestada hacia ellos–, no hacen sino ejercer su oficio y no deberían ser considerados como manifestantes. El Estado debe garantizar la libertad de información y la protección de los periodistas, como lo precisa el artículo 73 de la Constitución colombiana. Por ello señor ministro, Reporteros sin Fronteras le pide que haga que se respete el derecho de los periodistas de acceder a los lugares donde se desarrollan las manifestaciones, de filmar, tomar fotografías y entrevistar a quienes participan en ellas. Las fuerzas policíacas deben comprometerse a respetar la neutralidad de los profesionales de la información. Es imperativo luchar contra la impunidad de los responsables de las exacciones, emprendiendo acciones legales sistemáticas y estableciendo sanciones penales y disciplinarias en los casos de atentados al derecho a la información y de agresiones a periodistas. Conviene crear un sistema de indemnización por los eventuales gastos médicos generados por la violencia padecida por los periodistas, así como por los casos de confiscación o destrucción de equipo. Estas diferentes recomendaciones de Reporteros sin Fronteras fueron retomadas en el Informe Anual de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos del 21 de enero de 2013 (ver aquí abajo), sobre la promoción y protección de los derechos humanos en el contexto de las manifestaciones pacíficas. Exhortamos a seguirlas con el fin de garantizar la libertad de información en Colombia, en particular durante la cobertura mediática de los movimientos sociales. Agradeciéndole la atención a nuestra petición, le envío señor ministro mis saludos más cordiales. Atentamente, Christophe Deloire
Secretario General de Reporteros sin Fronteras Informe Anual de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos :
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Updated on 20.01.2016