Reporteros sin Fronteras denuncia el sabotaje de que fue objeto, el 27 de junio de 2006, el diario El Correo del Caroní, que retrasó en varias horas su publicación. La organización pide a la justicia que abra una investigación, y hace un llamamiento a las autoridades del Estado de Bolívar, en conflicto con el periódico, para que hagan un gesto de apaciguamiento.
Reporteros sin Fronteras denuncia el sabotaje dirigido, el 27 de junio de 2006, contra el diario El Correo del Caroní, establecido en el Estado de Bolívar (Sudeste). Un corte de electricidad de cinco horas retrasó la difusión del periódico, que ese día celebraba su veintinueve aniversario. La organización hace también un llamamiento al gobierno local, en conflicto con el diario desde el pasado marzo, para que tenga un gesto de apaciguamiento.
“Hacemos un llamamiento a la justicia del Estado de Bolívar, para que abra una investigación sobre el origen de la avería eléctrica. También pedimos a la redacción, y al gobernador Francisco Rangel Gómez, que encuentren un espacio de acuerdo. Si efectivamente éste último tiene motivos para un contencioso con El Correo del Caroní, que el conflicto se arregle por vía del derecho de réplica, y no mediante presiones”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
El 27 de junio se retrasó la distribución del diario El Correo del Caroní, precisamente en el Día del Periodista en Venezuela, que coincidía con el 29 aniversario del diario. La víspera, hacia la 2 de la madrugada, la sede del diario se vio privada de electricidad durante más de cinco horas, en el momento en que debían comenzar a imprimir. Unos técnicos de la empresa Eloriente comprobaron que se habían dañado, intencionadamente, las instalaciones eléctricas que alimentan la sede del diario. Aseguraron que habían arrancado cables y fusibles, y que lo habían hecho personas experimentadas.
David Natera, director del El Correo del Caroní y presidente del Bloque de la Prensa Venezolana, declaró haber visto un vehículo en las proximidades de los cables de alta tensión, que alimentan los locales del diario. Para la dirección del periódico se trata de un sabotaje deliberado, encaminado a impedir la buena distribución y la edición del aniversario del diario. David Natera añadió que, dada la naturaleza de los hechos, en el origen de la maniobra podría encontrarse “la mano del gobernador”, Francisco Rangel Gómez , quien ya había intentado anteriormente fastidiar a El Correo del Caroní. El 6 de marzo, en un programa de radio, denunció la supuesta ocupación ilegal del inmueble por el diario, apoyándose en algunos testimonios, posteriormente desmentidos.
El 19 de mayo, una comisión del Consejo legislativo del Estado de Bolívar pidió a la alcaldía de Caroní que expulsara al periódico de su sede, y cerrara la sociedad editora del diario. Según la Comisión, el diario ocupa unos locales reservados para servicios comunitarios y sociales. Sin embargo, no existe ninguna ley, ni documento oficial, que apoye esta petición. La alcaldía desautorizó a la Comisión en ese punto.
Robinson Lizano, director de la redacción de El Correo del Caroní, calificó de ilegal la iniciativa de la Comisión, y la imputó al gobernador Francisco Rangel Gómez, cuyo objetivo sería silenciar al diario, que en marzo reveló algunos casos de corrupción local.