Un policía en funciones inculpado en el asesinato de Jorge Aguirre
Reporteros sin Fronteras está indignada por el asesinato del fotógrafo de El Mundo Jorge Aguirre (foto), ocurrido el 5 de abril en Caracas. Un pretendido policía abatió al periodista durante una manifestación contra la inseguridad. La organización pide que se tengan en cuenta la hipótesis profesional y la eventual implicación de la policía en este asesinato.
El fiscal general de Venezuela, Isaías Rodríguez, anunció el 13 de abril de 2006 la detención del preunto asesino de Jorge Aguirre, fotógrafo del diario El Mundo, abatido por disparos en Caracas, el 5 de abril. Se trata de Boris Blanco Arcia, de 33 años, ex policía de Caracas, cesado en sus funciones en octubre de 2005. En este momento no se ha establecido todavía el móvil del asesinato, ni se ha encontrado el arma del crimen. La detención de Boris Blanco Arcia se ha producido como consecuencia del descubrimiento, en su casa, de unos cartuchos de pistola, que coinciden con los encontrados en el lugar del crimen. _____________________________________________________________ 06.04.06 - Un pretendido policía asesina a un fotógrafo en una manifestación
Reporteros sin Fronteras quiere hacer patente su indignación por el asesinato, el 5 de abril de 2006 en Caracas, de Jorge Aguirre, fotógrafo del diario El Mundo. Un pretendido policía que iba en moto abatió fríamente al periodista durante una manifestación contra la inseguridad, suscitada por el secuestro y asesinato de tres adolescentes. “La prensa está pagando, a su vez, un gran tributo a un clima de violencia, del que dan testimonio los recientes casos de secuestros y asesinatos, en los que a veces estarían implicados policías. Aplaudimos, a ese respecto, la reforma de la institución policial que el gobierno piensa llevar a cabo. Aunque de momento no hay nada que indique que el asesino de Jorge Aguirre pertenece a las fuerzas del orden, esperamos que también se investigue en sus filas. Cerca de cuatro años después del asesinato, nunca resuelto, de otro fotógrafo, Jorge Tortoza, este crimen no puede permanecer impune”, ha declarado Reporteros sin Fronteras. Bryan (de 17 años), Kevin (13 años) y Jasón (12 años) Faddoul, hijos de un empresario canadiense de origen libanés instalado en Venezuela, y su chofer Miguel Rivas, fueron secuestrados el 23 de febrero en la periferia de Caracas. Tras la petición de un rescate exorbitante, los secuestradores ejecutaron a los tres chicos y al chofer. El caso generó una enorme emoción en la opinión pública y provocó manifestaciones de rabia, en todo el país. En una conferencia de prensa celebrada el 5 de abril, el Fiscal General de la República, Isaías Rodríguez, declaró que la investigación seguía también la hipótesis de una implicación policial. Este mismo día, Jorge Aguirre, conducido por su chofer Julio Canelón en un coche que llevaba el logotipo del diario El Mundo, llegó para cubrir la renovación de un estadio, cerca del cual se estaba celebrando una manifestación contra la inseguridad. El vehículo de prensa fue interceptado por un individuo, que pretendía ser policía, cuya moto no llevaba placa de matrícula. Julio Canelón no obedeció ya que el “policía” no se identificó. Entonces, Jorge Aguirre bajó del vehículo para sacar fotos. El hombre de uniforme volvió sobre sus pasos y disparó tres veces sobre el periodista, quien resultó alcanzado de un disparo en el tórax. En el momento de caer al suelo, Jorge Aguirre consiguió fotografiar a su asesino huyendo (foto). Trasladado al vecino hospital universitario, murió inmediatamente a consecuencia de la herida. Los empleados de Cadena Capriles, el grupo de prensa al que pertenece El Mundo, debían acudir el 6 de abril a la sede del Fiscal General de la República. Actualmente, en Venezuela hay unas 30 personas retenidas como rehenes, para las que se ha pedido un rescate. El 28 de marzo, el italo-venezolano Filippo Sindoni, propietario del diario local El Aragüeño, y del canal TVS, fue secuestrado y asesinado en Maracay (oeste de Caracas). También en ese caso se está investigando la implicación de la policía regional.