Reporteros sin Fronteras se subleva contra la condena de tres meses de cárcel impuesta, el 18 de mayo de 2006, a Gustavo Escanlar Patrone, del Canal 10 de televisión, por insultar a un patrón de prensa. En espera del juicio de apelación, la organización pide a las autoridades que se comprometan en una despenalización de los delitos de prensa.
Reporteros sin Fronteras se subleva contra la condena de tres meses de cárcel, por “injurias”, impuesta el 18 de mayo de 2006 a Gustavo Escanlar Patrone, del canal público de televisión Canal 10. A pesar de que el juicio de apelación tiene que celebrarse en el plazo de dos semanas como máximo, y aunque efectivamente el periodista no corre el peligro de que le encarcelen, la organización pide a los autoridades que inicien un proceso de despenalización de los delitos de prensa.
“No es competencia nuestra contestar el fondo de la sentencia. El demandante, Federico Fasano, tiene todo el derecho a sentirse ofendido por las declaraciones que Gustavo Escanlar Patrone hizo en antena. Sin embargo, este tipo de casos debe corresponder a la justicia civil, y no a la penal. Esperamos que el caso permita al menos iniciar un proceso de modificación de la ley. Mientras tanto, el presidente Tabaré Vásquez debería firmar la declaración de Chapultepec del 11 de marzo de 1994, sobre la libertad de expresión e información que, entre otras cosas excluye la penalización de los delitos de prensa, como hizo el 3 de mayo su homólogo brasileño, y como han hecho la mayoría de sus colegas del continente”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Gustavo Escanlar Patrone, periodista de Canal 10, conocido por sus provocadoras salidas de tono, participó como invitado el 18 de enero de 2006 en el talk-show de su cadena “La culpa es nuestra”. En el plató calificó de “hijo de puta” a Federico Fasano, el patrón argentino del grupo Multimedio Plural (que entre otros agrupa al diario La República, la emisora de radio AM Libre y el canal de televisión TV Libre), quien también estaba invitado al programa. El patrón de prensa presentó inmediatamente una denuncia, pidiendo para el periodista una pena de dieciocho meses de cárcel, el máximo previsto en la ley uruguaya para casos de “difamación”, “injurias, “desacato” o “atentado al honor de un jefe de Estado extranjero”.
En una primera audiencia en un tribunal de Montevideo, celebrada el 11 de mayo, Gustavo Escanlar Patrone reconoció haber hecho las declaraciones que se le imputaban, y se negó a retirarlas. Incluso las reiteró en un editorial, publicado en Internet. El 15 de mayo, el fiscal Enrique Möller pidió una pena de tres meses de cárcel, que aceptó el juez Roberto Timbal el 18 de mayo. La decisión ha dado lugar a una encendida protesta de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU).
El abogado del periodista apeló inmediatamente. En el peor de los casos, y si le condenaran de nuevo, Gustavo Escanlar Patrone tendría que estar a prueba durante un año, en sustitución de la pena de cárcel.