Un fotógrafo y cinco periodistas más encarcelados Reporteros sin Fronteras y la Burma Media Association denuncian la situación de la libertad de prensa
En una manifestación, que ha tenido lugar el 27 de septiembre de 2007 no lejos de la Embajada de Birmania en París (distrito 8), Reporteros sin Fronteras y la Burma Media Association se han movilizado para pedir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que actúe con toda urgencia, para frenar la sangrienta represión de las manifestaciones prodemocráticas, que se están llevando a cabo en el país.
La actriz Jane Birkin se ha sumado también a la concentración, para condenar la brutal política del régimen birmano con el movimiento democrático y los monjes.
La organización internacional de defensa de la libertad de prensa ha pedido igualmente sanciones efectivas contra el régimen militar, y la inmediata liberación de un fotógrafo y cinco periodistas encarcelados en el país. U Win Tin, que fue uno de los mentores de la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, continúa cumpliendo su condena de veinte años de cárcel.
Mientras la Junta Militar amenaza con reprimir las manifestaciones de monjes y opositores, seis periodistas birmanos se encuentran encarcelados en el país. El periodista gráfico Win Saing fue detenido el el 28 de agosto de 2007 cuando sacaba fotos de militantes de la Liga Nacional para la Democracia llevando ofrendas a los monjes de Rangún. Tras permanecer en el centro de detención de Kyaik-ka-san, actualmente se encuentra detenido en la comisaría de policía de Thanlyn, cerca de Rangún. Como a otros cientos de personas detenidas en las últimas semanas, podrían maltratarle.
Reporteros sin Fronteras y la Burma Media Asociation pide su libertad, así como la de los demás periodistas detenidos.
U Win Tin, el más famoso redactor jefe birmano, de 77 años, lleva detenido desde julio de 1989 en una celda especial de la tristemente célebre cárcel de Insein, en Rangún. Condenado a veinte años de cárcel por "propaganda antigubernamental", fue uno de los organizadores de las manifestaciones de 1988. En 2007 ha hecho un llamamiento a la resistencia contra el régimen militar, que le tiene encarcelado: "Todos los presos políticos tienen que salir en libertad y se debe reunir el Parlamento democrático. No debemos abandonar estas peticiones".
El periodista gráfico U Thaung Sein y Ko Moe Htun, editorialista de la revista religiosa Dhamah-Yate, fueron condenados en marzo de 2006 a tres años de cárcel, por haber sacado fotografías de la nueva capital Naypydaw, una misteriosa ciudad surgida de la tierra por capricho del general jefe de la Junta Militar. En su proceso, el juez ni siquiera se tomó la molestia de citar a los testigos, ni de escuchar a los dos periodistas.
Monywa Aung-Shin fue detenido en septiembre de 2000. Antiguo responsable de la redacción de la revista Sar-maw-khung ("El mundo literario") prohibida en 1990, en los años 90 se convirtió en uno de los responsables de información de la LND. Le condenaron a siete años de cárcel, en aplicación del artículo 17 (20) de la ley de excepción. Finalmente Ne Min, un ex colaborador de la BBC, fue detenido por enviar información a medios de comunicación con sede en el extranjero.
Situación de la libertad de prensa en Birmania:
Desde que comenzaron las manifestaciones, el 19 de agosto de 2007, Reporteros sin Fronteras y la Burma Media Association han contabilizado 24 violaciones serias de la libertad de prensa; especialmente detenciones y agresiones.
Desde 1962 los periodistas birmanos, pertenecientes a la prensa oficial y a la privada, están sometido a la vigilancia de la Oficina de Censura, que impone un drástico control sobre el contenido de la información, y también sobre las ilustraciones y los programas televisivos. En Birmania no existen canales privados de radio ni de televisión, pero junto a los diarios gubernamentales se publican decenas de revistas.
En 2007 los servicios de seguridad, reorganizados dentro de la Fuerza de Seguridad Militar (Sa Ya Hpa), han aumentado la vigilancia de la prensa. También se habría formado a algunos civiles para identificar a los "informadores" de los medios internacionales. En 2006 se reforzó la escucha de conversaciones telefónicas gracias, entre otras cosas, a la instalación de dos nuevos centros en Mandalay (Centro).
La Junta no interfiere las emisoras internacionales que emiten en birmano. Pero intimida y sanciona a algunos de sus interlocutores. Al realizador y periodista Turra "Zar Ga Nar" le prohibieron en 2006 ejercer cualquier actividad artística, después de que participara en un programa del servicio birmano de la BBC. Fue una decisión del comandante Thein Htun Aung, director del Departamento de Cine del Ministerio de Información.
Frente a la hostilidad, cada vez más manifiesta, de Estados Unidos, el régimen militar ha reforzado su propaganda contra los "imperialistas" y demás "neocolonialistas". En febrero, unos responsables del Ministerio de Información pidieron a un grupo de periodistas birmanos, y corresponsales locales de prensa extranjera en Ragún, que respondieran a las críticas formuladas por los medios de comunicación extranjeros. Con frecuencia, la mayoría de los medios del país publican artículos idénticos, en los que atacan a la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, a Estados Unidos o a los opositores. Los escriben agentes del Office of Strategic Studies, un órgano de propaganda de la Junta.
El país cuenta actualmente con más de un centenar de publicaciones privadas, sometidas todas ellas a censura previa. Además de los temas tradicionalmente prohibidos, como la democracia, la situación de Aung San Suu Kyi o la crisis socioeconómica, con frecuencia se silencian acontecimientos nacionales e internacionales. Eso fue lo que ocurrió, en 2006, cuando se produjeron las visitas de diplomáticos asiáticos o de la ONU, que intentaban moderar la postura de la Junta. La prensa no ha hablado nunca de las manifestaciones antigubernamentales en Filipinas y en Tailandia. La revista Padauk Pwint Thit se vio obligada a suspender su número de diciembre porque la Oficina de Censura rechazó siete de sus artículos. Incluso en el interior de las cárceles existe un comité de censura que elimina las lecturas "subversivas". En marzo, la esposa del periodista y escritor Than Win Hlaing reveló que a su marido le tenían prohibido leer, porque había cometido el "error" de tomar notas.
En junio de 2006 condenaron a 19 años de cárcel a Aung Than, miembro de la Liga Nacional para la Democracia, y a Zeya Aung, estudiante de la Universidad de Pegu, entre otras cosas por escribir y distribuir el tomo de poemas "Daung Man" ("La fuerza del paon combatiente", en referencia a la LND).
La política del Estado birmano en materia de Internet es aun más represiva que la de sus vecinos chino y vietnamita. La Junta, en el poder, filtra naturalmente los sitios de la oposición. Sobre todo vigila muy estrechamente los cibercafés donde, para controlar la actividad de los internautas, los ordenadores efectúan automáticamente capturas de pantalla cada cinco minutos. En junio de 2006 las autoridades ocuparon los servicios de telefonía y chat en Internet, bloqueando por ejemplo el acceso a Gtalk de Google. El objetivo era doble: por una parte, preservar el jugoso mercado de las telecomunicaciones de larga distancia, hasta entonces controlado por empresas estatales; y, por otra, dejar a los cibercidisentes al margen de este medio de comunicación, difícil de someter a escuchas.
Desde el comienzo de las manifestaciones varios periodistas extranjeros han podido trabajar en Birmania, gracias a que disponían de visados de turistas. En efecto, la Junta Militar concede con cuentagotas los visados de prensa. Decenas de periodistas y militantes de los derechos humanos están incluidos en listas negras y tienen prohibido entrar en el territorio. En julio pasado no se concedió el visado a ningún periodista y los reporteros birmanos tuvieron un acceso muy limitado a la sesión inaugural de la Convención Nacional.
Los periodistas birmanos que trabajan para medios de comunicación extranjeros están extremadamente vigilados. En mayo de 2007, unos policías detuvieron, cerca de Rangún, a dos reporteros que trabajaban para la oficina en Bangkok de la red televisiva Nipón News Network. El 18 de septiembre fue detenido en la capital Myat Turra, corresponsal de la agencia Kyodo.