Un continente peor considerado aún... con la caída de Israel

Ver la clasificación mundial Israel desplomado por la operación ‘plomo fundido’ ¡Es la primera vez que Israel (territorio) no encabeza la clasificación de la libertad de prensa en Oriente Medio, superado por Kuwait y Líbano! Aunque los medios de comunicación israelíes sean conocidos por su gran libertad de tono y sus minuciosas investigaciones en temas sensibles, la censura militar sigue en vigor. Los arrestos de periodistas (incluso israelíes), su condenación, incluso su deportación, justifican la caída de Israel en la clasificación. Israel (fuera del territorio) también cara y a causa de la operación "plomo fundido", durante la que el ejército israelí bombardeó edificios donde se encontraban medios de comunicación palestinos. Durante toda la ofensiva, los medios extranjeros e israelíes se vieron prohibir el acceso a la Franja de Gaza. Irán a las puertas del trío infernal (172º) Irán se sitúa ahora en el umbral del "trío infernal" de los países más represivos en materia de libertad de prensa. En 2009, la situación se deterioró considerablemente con la muerte del bloguero Omidreza Mirsayafi en la prisión de Evin y con el arresto de la periodista irano-estadounidense Roxana Saberi, luego con la represión del movimiento de protesta que siguió la reelección de Mahmud Ahmadineyad, el 12 junio, a la presidencia de la República islámica. Muchos periodistas fueron arrestados. Un auténtico juicio estalinista se puso en marcha en Teherán, durante el que los derechos elementales de los acusados fueron pisoteados, y lo siguen estando. Yemen prosigue su descenso en las profundidades de la clasificación (167º). Los periodistas pagan las consecuencias de la política de la Tierra Quemada llevada por las autoridades contra cualquier forma de separatismo, en el Norte contra la rebelión zaidita, pero también en el sur del país. Desde el mes de mayo, el gobierno de Saleh consiguió reducir cada vez más la libertad de expresión, imponiendo silencio en lo que atañe a las operaciones militares. Misma tendencia a la baja en Siria (165º) donde la situación de la libertad de prensa es muy preocupante, con sin embargo un menor recurso a las violencias físicas. El cerco de la represión se estrecha cada vez más, recortando los débiles espacios de libertad que les quedaban a los medios de comunicación independientes o de la oposición. El año 2009 ha sido marcado por un nuevo retroceso de la libertad de prensa en Libia (156º). En efecto, aunque periódicos extranjeros y árabes fueron autorizados a entrar en el país, la nacionalización de las dos publicaciones privadas creadas en el año 2007 por la sociedad Al-Ghad, que pertenece al hijo de Muammar Kadhafi, Seif Al-Islam, así como el cierre de los locales de la cadena Al-Libya constituyen unas de tantas trabas a la libertad de expresión en un país que la tolera mal. La situación de los periodistas en Irak (145º) ha evolucionado dado que el peligro ya no es el mismo. Bien se podría decir que las amenazas determinadas de milicias u organizaciones terroristas han desaparecido. Los periodistas iraquíes se enfrentan sobre todo a la hostilidad de las autoridades o de hombres políticos que prohíben a los medios de comunicación el acceso a algunas zonas. Los abusos en procedimientos o las diligencias por "difamación" contra periódicos que denunciaron casos de corrupción han llegado a ser moneda corriente. Tampoco se salvan los medios de comunicación conocidos como progubernamentales. La existencia de dos votaciones importantes fue marcada por una recrudescencia de las agresiones contra los periodistas de Magreb. En Argelia (141º), los juicios contra los medios de comunicación se han multiplicado. En Túnez, la capa de plomo del régimen del presidente Ben Ali sofoca a la prensa independiente (154º). Marruecos sigue cayendo, lo que empezó hace tres años (127º). El palacio real se crispa en cuanto a las ‘líneas rojas’ que no se deben franquear, cambiando de método para acallar a la prensa. Al igual que en muchos otros regímenes, el arma financiera se convierte en el medio privilegiado de represalias contra periodistas demasiado audaces. La prensa marroquí está más amenazada por las multas exorbitantes infligidas a las redacciones que por las penas de prisión. Desgraciadamente, poca evolución en los países del Golfo : el Estado acapara el terreno mediático con la ausencia casi total de prensa independiente, un monopolio de las familias reinantes en la televisión, la radio, la impresión y la distribución de los periódicos, y una autocensura sistemática.
Publié le
Updated on 25.01.2016