"Como nos temíamos, los JJOO de Pekín han sido período propicio para las detenciones, condenas, censura, vigilancia y acoso de más de cien periodistas, bloggers y disidentes. Esta repression quedará como uno de los hechos que han marcado a Pekín 2008. Y, en ese fracaso, el Comité Olímpico Internacional (COI) tiene una gran responsabilidad."
Tras dos semanas de competiciones olímpicas en Pekín, Reporteros sin Fronteras hace un balance negativo del respeto a la libertad de expresión durante los juegos de Pekín. Aunque la mayoría de periodistas extranjeros han podido cubrir las pruebas deportivas en buenas condiciones, la policía, respaldada por civiles, ha impedido muchas veces a los reporteros cubrir manifestaciones, o investigar sobre temas sensibles, según el criterio del gobierno chino.
"Como nos temíamos, los JJOO de Pekín han sido período propicio para las detenciones, condenas, censura, vigilancia y acoso de más de cien periodistas, bloggers y disidentes. Esta repression quedará como uno de los hechos que han marcado a Pekín 2008. Y, en ese fracaso, el Comité Olímpico Internacional (COI) tiene una gran responsabilidad. Nos parece primordial que los miembros del COI saquen todas las consecuencias para cuando llegue el momento de elegir a su próximo presidente, ya que el mandato de Jacques Rogge finaliza dentro de un año".
"Hacemos también un llamamiento para que, de ahora en adelante, la libertad de expression sea uno de los criterios, a la hora de conceder los JJOO a una ciudad candidata. Dado que el movimiento olímpico ha reincidido en el error de Pekín atribuyendo los Juegos de 2014 a la ciudad rusa de Sotchi, Reporteros sin Fronteras continuará movilizándose para que en estos acontecimientos deportivos se garantice la libertad de prensa", ha manifestado Robert Ménard, secretario general de Reporteros sin Fronteras.
"Aplaudimos la movilización de todos cuantos, en China y en el extranjero, no han cesado de reclamar mayor libertad de expression antes de los JJOO. Permaneceremos atentos para asegurarnos de que el período post-olímpico no vaya acompañado de una nueva oleada represiva", ha añadido Robert Ménard.
Desde el 8 de agosto no ha salido en libertad ningún preso de opinion chino. En cambio, a varios de ellos (Sun Lin, Huang Qi y Hu Jia) se les ha agravado el estado de salud, y han empeorado sus condiciones de detención. Desde enero de 2008 en China han detenido, o condenado a penas de cárcel, a 31 periodistas, bloggers y defensores de la libertad de expression.
Antes, y durante los Juegos Olímpicos, se ha reforzado la vigilancia de los corresponsales extranjeros. "No dejan de seguirme, de fotografiarme. Dudo antes de entrevistar a algún chino sobre problemas sensibles, por temor a que le detengan", ha contado una periodista de una agencia de prensa extranjera, destacada en Pekín.
Sin embargo, al más alto nivel del Estado chino se adoptaron compromisos en favor de la libertad de prensa. El propio presidente Hu Jintao declaró el 1 de agosto, ante los periodistas extranjeros, que su país iba a "facilitar el trabajo" de los periodistas extranjeros "antes y después de los Juegos Olímpicos de Pekín". Liu Binjie, responsible de la Administración General de Prensa y Publicaciones, aseguró que "la puerta abierta a los medios de comunicación extranjeros no se iba a cerrar después de los Juegos".
Algunas cifras
A 22 periodistas extranjeros al menos les han agredido, detenido, o se les ha obstaculizado el trabajo, durante los Juegos. Dos bloggers norteamericanos, Brian Conley y Jeffrey Rae, se encuentran actualmente detenidos en Pekín por cubrir las actividades de militantes pro-tibetanos. Les haen la provincia de Sichuan, afectada por el terremoto del 12 de mayo.
Libertad para entrevistar: Son muchos los periodistas que se han quejado de la intervención de las fuerzas del orden, o de voluntarios civiles, cuando intentaban entrevistar a chinos. Una periodista de una agencia de prensa segura que, en una semana, al menos cinco de las personas que entrevistó fueron después detenidas por la policía.
A dos periodistas -un reportero de un diario de Hong Kong y otro del servicio en tibetano de Radio Free Asia- les negaron el visado para China una vez que estaban acreditados para los Juegos. Y las embajadas chinas han negado visados a seis miembros de Reporteros sin Fronteras.
En las conferencias de prensa organizadas para los medios internacionales, los responsables del Comité Organizador de los Juegos de Pekín (BOCOG), y en primer lugar su vicepresidente Wang Wei, se han negado a comentar los diferentes incidentes relacionados con la libertad de expresion. De acuerdo con el COI, los organizadores chinos han llegado incluso a anular algunas conferencias de prensa, después de una serie de preguntas demasiado comprometidas de periodistas anglosajones.
Las autoridades hicieron promesas respecto al mantenimiento, tras los JJOO, de las reglas adoptadas en enero de 2007 para facilitar el trabajo de los periodistas extranjeros. Pero, de momento, no se ha adoptado ninguna directiva. En octubre, cuando acaben los Juegos Paralímpicos, terminará teóricamente la libertad de movimientos y de hacer entrevistas.
Reporteros sin Fronteras denuncia el chantaje de las autoridades, que condicionan el mantenimiento de las reglas favorables para la prensa internacional a la buena conducta de los periodistas extranjeros.
Derecho de manifestación
Los organizadores han acotado en Pekín espacios para los manifestantes. Pero, de hecho no se ha autorizado ninguna manifestación, a pesar de las 77 demandas presentadas en la Oficina de la Seguridad Pública de Pekín. Más grave aun, han detenido al menos a una quincena de chinos por pedir una autorización, y entre ellos a dos mujeres septuagenarias. Como castigo para algunos de los demandantes, las autoridades han decidido sobre la marcha condenarles a penas de reeducación por el trabajo.
Las autoridades chinas han acusado, y castigado, a los potenciales manifestantes por tener intención de cometer un delito. El COI ha reprochado al poder chino haber faltado a sus compromisos, en este aspecto.
Ante la imposibilidad de manifestarse libremente en Pekín, varias organizaciones internacionales han llevado a cabo acciones callejeras sin autorización, o han celebrado ruedas de prensa en habitaciones de hotel. Más de cincuenta extranjeros han sido detenidos, y después expulsados. Seis de ellos continúan detenidos en Pekín.
Por su parte, el 8 de agosto de 2008 Reporteros sin Fronteras emitió clandestinamente unos programas de radio FM en chino e inglés. Se trataba, entre otras cosas, de protestar por el monopolio audiovisual informativo del Estado y las interferencias en las radios internacionales que emiten en chino, tibetano o uigur. Una censura que no ha cesado durante los JJOO.
Disidentes en peligro
"Espero que los Juegos 2008 se acaben lo antes possible. Este acontecimiento nos ha causado mucho sufrimiento", ha explicado a Reporteros sin Fronteras la esposa de uno de los "presos olímpicos". Una decena de militantes de los derechos humanos, entre los que se encuentra Hu Jia, fueron detenidos y en su mayoría condenados a penas de cárcel, por criticar la organización de los JJOO. Esos "presos olímpicos" han sufrido un particular ensañamiento. Así, a Yang Chunlin, condenado a cinco años de cárcel, le llevaron al juicio encadenado.
Importantes personalidades como Ding Zilin, responsable de la asociación de las Madres de Tiananmen, y Wan Yanhai, que dirige una ONG dedicada a los enfermos de SIDA, se han visto obligadas a marcharse de la capital durante el tiempo de los JJOO, por temor a represalias. Mientras que, desde el comienzo de los JJOO no se tienen noticias de Zeng Jinyan, famosa blogger y esposa de Hu Jia, ni de su hija de ocho meses.
Muchos militantes de los derechos humanos y habitantes de Xinjiang temen que después de los Juegos se produzca una oleada represiva, para castigar a quienes han "perturbado" la "fiesta olímpica". Una de las directivas de la policía, cuya existencia reveló Reporteros sin Fronteras el 20 de agosto de 2008, asegura que deben hacerse investigaciones muy precisas sobre los chinos que hayan efectuado declaraciones a medios extranjeros, criticando al gobierno. También pide a la policía que siga a los reporteros extranjeros que hayan efectuado ese tipo de entrevistas.
Reporteros sin Fronteras teme que, una vez se hayan marchado de Pekín los miles de periodistas, la policía política refuerce el control sobre los militantes de los derechos humanos y las poblaciones de Xinjiang y Tibet.
Censura de Internet
Reporteros sin Fronteras ha constatado que en China siguen bloqueados una treintena de sitios informativos en chino y de organizaciones de defensa de los derechos humanos, incluso en los centros habilitados para la prensa extranjera. La última censura en el tiempo es la del sitio de música iTunes porque, según una organización pro-tibetana, permitía a los atletas presentes en Pekín escuchar canciones en favor del pueblo del Tibet.
Las autoridades siguen discriminando a los internautas tibetanos ya que muchos sitios, y entre ellos los de Reporteros sin fronteras y Amnistía Internacional, no se han desbloqueado nunca en la provincia himalaya.
Las administraciones encargadas de censurar Internet han reforzado su control durante los JJOO. La organización Chinese Human Rights Defenders ha hecho pública una nota, dirigida por un proveedor de acceso a sus empleados: "Con el fin de garantizar la seguridad de la información en Internet durante los Juegos de Pekín, y respetando las demandas de las más altas autoridades, Xinwang Hulian efectuará una inspección de los sitios". Igualmente, algunos foros de discusion han adoptado medidas contra los internautas más críticos, a los que se les ha prohibido acceder durante los JJOO.
Los ataques informáticos a sitios dedicados a los derechos humanos se han multiplicado con motivo de los JJOO. Es algo que ha ocurrido en China, en la publicación digital Yizhou Xiwen, y en el extranjero, como ha sido entre otros el caso de la página www.rsf.org.
La prensa china entre propaganda y revelaciones
Una vez más, las cabeceras liberales de la prensa china han revelado asuntos embarazosos para las autoridades. Así, la revista económica Caijing no dudó en hablar del suicidio de un alto funcionario, durante los JJOO. Por su parte, el diario Beijing News ha sido censurado por publicar involuntariamente la fotografía de una víctima de la massacre de la Plaza de Tinanmen, de 1989. Bloquearon el sitio y retiraron los ejemplares de la venta.
El Departamento de Propaganda ha permanecido vigilante, prohibiendo con frecuencia a los medios cubrir libremente determinadas informaciones relacionadas con los JJOO, y entre ellas los trucajes de la ceremonia inaugural.
En cambio, otra cabeceras como el Global Times, han demostrado su agresividad hacia los medios extranjeros. Y los medios estatales han reproducido en continuo informaciones en loor de los organizadores de los Juegos. Las imágenes de las manifestaciones anti-JJOO en China, y en el extranjero, se han cesurado.
La responsabilidad del Comité Olímpico Internacional
Atribuyendo, en 2001, los JJOO a China, el COI sabía que los derechos humanos iban a estar en el centro del acontecimiento. Pero, a todo lo largo de los siete años que han separado la concesión y el comienzo de los Juegos, el COI, y especialmente su presidente Jacques Rogge, ha sido incapaz de incitar a las autoridades chinas a mejorar de forma duradera el respeto de la libertad de expresion.
El COI tenía el deber de hacer respetar la Carta Olímpica, que establece que el deporte debe ponerse "al serviciodel desarrollo armonioso del hombre, con vistas a animar el establecimiento de una sociedad pacífica, preocupada por preservar la dignidad humana". Ha faltado gravemente a su deber.
Jacques Rogge ha preferido censurar a los atletas, que pretendían llevar una chapa con la leyenda "Por un mundo mejor", y expulsar a un entrenador senegalés que había reclamado "primero la amistad, después la competición", en lugar de garantizar el respeto a la dignidad de los defensores chinos de los derechos humanos.
Reporteros sin Fronteras hace un llamamiento a las instancias dirigentes del movimiento olímpico para que se planteen la cuestión de los criterios de concesión de los futuos JJOO. Naturalmente deben incluir consideraciones técnicas y materiales, pero también la cuestión del medio ambiente. ¿Por qué, en este caso, no añadir un criterio relativo al respeto de la libertad de expression en el país de la ciudad candidata? El COI podría, por ejemplo, tener en cuenta la existencia, o no, de medios de comunicación independientes, el grado de censura y la libertad de circulación de los periodistas, nacionales y extranjeros.