El 11 de junio de 2004, una empresa china anunció haber recibido autorización del Ministerio de la Seguridad Pública para comercializar un sistema de vigilancia de SMS. Reporteros sin Fronteras ha denunciado esta utilización de las nuevas tecnologías para amordazar la libertad de expresión.
El gobierno chino se equipa con un nuevo sistema de vigilancia de los SMS
La empresa china Venus Info Tech Ltd. anunció, el 11 de junio de 2004, que había recibido autorización del Ministerio de la Seguridad Pública para comercializar su sistema de vigilancia en tiempo real de los SMS (mensajes escritos enviados a través de un teléfono móvil). Esta nueva tecnología permitirá a las autoridades filtrar los mensajes en función de palabras-clave, y localizar a los emisores de textos "reaccionarios".
Reporteros sin Fronteras condena este nuevo sistema de vigilancia. "Las autoridades chinas se apoyan cada vez más en las nuevas tecnologías para controlar la circulación de la información. En los últimos meses hemos constatado una auténtica regresión de la libertad de expresión, especialmente en Internet. La comunidad internacional debe denunciar este endurecimiento del régimen chino", ha declarado la organización.
Según el comunicado de Venus Info Tech Ltd. su sistema de vigilancia tendría, entre otras cosas, el objetivo de localizar los "falsos rumores políticos" y las "manifestaciones reaccionarias". Funciona con ayuda de algoritmos de filtrado, creados por la Academia de Ciencias de China, basados en palabras-clave y combinaciones de palabras-clave. Automáticamente genera alertas destinadas a la policía y almacena informaciones completas de los textos sospechosos -fecha de envío, emisor del mensaje, etc.- durante 60 días. Igualmente podría utilizarse para vigilar otros tipos de comunicaciones electrónicas, entre ellas los e-mails. El sitio Internetpolicy.net, especializado en las cuestiones de libertad de expresión en Internet, ha alertado sobre este nuevo sistema: "Si este producto funciona tal y como afirma Venus Info Tech Ltd., y si su precio es tan barato como el de los demás programas chinos, hay que prever su exportación a otros países".
Siempre según el comunicado de prensa, China dispone ya de 2.800 centros de vigilancia de SMS. Unos departamentos especializados que, entre otros casos, se vieron muy solicitados durante la crisis del SRAS en mayo de 2003, para controlar los mensajes enviados en relación con la epidemia. En aquel momento detuvieron a una docena de personas por propagar "falsos rumores", a través de sus teléfonos móviles.
El 2 de junio de 2004, el vice-Ministro de Seguridad Pública, Zhang Xinfeng, anunció la puesta en marcha de una campaña de lucha contra la utilización criminal de los SMS. En efecto, algunos estafadores se habrían servido de textos para enviar falsas ofertas promocionales, y a cambio conseguir los datos bancarios de sus víctimas. El ministro insistió entonces en la necesidad de utilizar "tecnologías especializadas" para impedir ese tipo de criminalidad.
El desarrollo de la telefonóa móvil ha sido muy rápido en China, en los últimos años. En algunas ciudades - como Cantón o Pekín-, el índice de equipamiento en telefonía móvil alcanza el 60%, una cifra cercana a los estándares occidentales.