Cuando se cumplen exactamente tres años de la desaparición del periodista Dmitri Zavadski, Reporteros sin Fronteras y la Asociación de Periodistas Bielorrusos (BAJ) recuerdan que todavía no ha aparecido el cuerpo del joven camarógrafo del canal ruso de televisión ORT, y que todavía no se han elucidado las circunstancias de su desaparición a pesar de que, en 2002, fueron condenados varios individuos procedentes de las filas de las unidades especiales del Ministerio del Interior.
Cuando se cumplen exactamente tres años de la desaparición del periodista Dmitri Zavadski, Reporteros sin Fronteras y la Asociación de Periodistas Bielorrusos (BAJ) recuerdan que todavía no ha aparecido el cuerpo del joven camarógrafo del canal ruso de televisión ORT, y que todavía no se han elucidado las circunstancias de su desaparición a pesar de que, en 2002, fueron condenados varios individuos procedentes de las filas de las unidades especiales del Ministerio del Interior.
Mientras la prensa independiente y los medios de comunicación extranjeros son objeto de una presión creciente, ambas organizaciones denuncian el silencio y el inmovilismo de las autoridades en este caso, así como su negativa a aclarar la parte de presunta responsabilidad, en la desaparición de algunos altos funcionarios. Hasta que no se establezca la verdad, Reporteros sin Fronteras y la BAJ no dejarán de recordar su deber a la justicia bielorrusa. Las dos organizaciones piden a las autoridades, una vez más, que reabran la investigación.
Ya el 25 de marzo de 2003 dirigieron un correo a Ivan Branchel, responsable de la indagación, para pedirle que retomara las investigaciones. En efecto, el 7 de febrero éste ya había manifestado por escrito a la mujer del periodista, Svetlana Zavadskaya, su decisión de cerrar a investigación argumentando que "no se había encontrado al individuo desaparecido". Reporteros sin Fronteras y la BAJ, que no recibieron respuesta a su petición, recuerdan que, según varias decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y teniendo en cuenta el carácter continuado de la desaparición forzosa, corresponde al Estado efectuar investigaciones hasta que se encuentre a la víctima.
Reporteros sin Fronteras y la BAJ consideran que el proceso, que finalizó el 16 de julio de 2002 con la condena a cadena perpetua de Valeri Ignatovich, ex jefe de las unidades especiales del Ministerio del Interior, no permitió determinar las circunstancias exactas de la desaparición forzosa, ni identificar a los autores intelectuales del secuestro de Dmitri Zavadski.
En 2000, el periodistas publicó una información sobre la presencia de Valeri Ignatovich entre las fuerzas independentistas chechenas. Según la versión defendida por las autoridades bielorrusas, Valeri Ignatovich decidió vengarse de Dmitri Zavadski, por el artículo que escribió sobre ese tema. El 27 de noviembre de 2002, la subcomisión "ad hoc" de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa para aclarar las circunstancias de las desapariciones de personalidades de la oposición en Bielorrusia, constató que las autoridades bielorrusas no siempre dieron respuestas satisfactorias sobre la suerte del periodista.
Por otra parte, en un comunicado oficial difundido el 11 de junio de 2002, dos ex miembros de la fiscalía, refugiados en el extranjero, uno de los cuales era Dmitri Petruchkevic, encargado del caso de Dmitri Zavadski, acusaron al fiscal general, Viktor Cheiman, y al jefe adjunto de la administración presidencial, Yuri Sivakov, de haber creado en 1996 un "escuadrón de la muerte" , cuando eran secretario del Consejo de Seguridad y Ministro del Interior respectivamente. El grupo se habría encargado, en un primer momento, de eliminar a los jefes de los medios criminales, antes de recibir misiones más "políticas". Esas acusaciones no se investigaron.
Dmitri Zavadski desapareció el 7 de julio de 2000, en el aeropuerto de Minsk. Su vehículo se encontró en el aparcamiento del aeropuerto. Ex camarógrafo personal del Presidente, dejó la televisión estatal en 1996, para trabajar en el canal ruso ORT. En 1997 estuvo encarcelado dos meses, junto a un colega de la ORT, tras un reportaje sobre los fallos de los dispositivos de seguridad bielorrusos, a lo largo de la frontera con Lituania.