El domicilio de Milan Jovanovic en Belgrado sufrió serios daños tras el iniciando provocado, el 12 de diciembre, por el lanzamiento de cócteles molotov. El periodista y su mujer se encontraban en el interior, pero pudieron escapar por una ventana trasera.
En una rueda de prensa posterior, Milan Jovanovic aseguró estar convencido de que el ataque está vinculado con su trabajo de investigación. Cubre temas de corrupción, incluida la que involucra a políticos locales, para el portal de noticias
ZIG.
Ha señalado también que el ataque no ha sido una hecho aislado y ha recordado el ataque al editor de
ZIG,
Zeljko Matorcevic, el 9 de octubre, para el que las autoridades no han dado todavía una respuesta.
“El ataque al reportero de investigación Milan Jovanovic es uno de los más graves de los últimos años en Serbia y las autoridades tienen el deber de condenar este acto terrible y llevar a sus responsables ante la justicia lo antes posible”, afirma Pauline Adès-Mével, responsable de la oficina de Unión Europea - Balcanes de Reporteros sin Fronteras.
“Se han denunciado ante la policía varios ataques a periodistas, que hasta la fecha no han suscitado ninguna investigación abierta. Ignorando estas amenazas a periodistas las autoridades serbias alimentan un peligroso clima para los medios de comunicación y pueden venir a ser responsables si algún periodista resulta asesinado”, advierte.
La situación de la libertad de prensa ha empeorado en Serbia en los últimos tiempos. El país ha caído diez puestos en la
Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros sin Fronteras y ocupa ahora el puesto 76 de los 180 países que la conforman.