Seis meses después del inicio de los JJOO de Pekín: continúa la represión, pero la prensa y los disidentes resisten

Reporteros sin Fronteras llama a las autoridades a poner en libertad a todas las personas detenidas en relación con los JJOO, y entre ellas a los militantes de la libertad de expresión. Aunque los periodistas extranjeros siguen disfrutando de regulaciones favorables, creadas para las Olimpíadas -salvo en Tibet-, al menos 17 periodistas y bloggers han sido detenidos desde que finalizó el acontecimiento deportivo.

Seis meses después del 8 de agosto de 2008, fecha del inicio de los Juegos Olímpicos de Pekín, Reporteros sin Fronteras llama a las autoridades a poner en libertad a todas las personas detenidas en relación con los JJOO, y entre ellas a los militantes de la libertad de expresión. Aunque los periodistas extranjeros siguen disfrutando de regulaciones favorables, creadas para las Olimpíadas -salvo en Tibet-, al menos 17 periodistas, bloggers y defensores de la libertad de expresión han sido detenidos desde que finalizó el acontecimiento deportivo. “Para centenares de chinos, la herencia olímpica se mide en años de cárcel, sanciones administrativas o vigilancia policial. Las autoridades tienen todavía una oportunidad de cambiar esa degradante realidad para la imagen olímpica poniendo en libertad a quienes se encuentran detenidos por expresarse al margen de los Juegos. Por otra parte es lamentable que los pocos avances, conseguidos gracias a los JJOO, en el acceso a los sitios informativos se hayan ido reduciendo como una piel de zapa. Definitivamente es muy escaso el beneficio en materia de derechos humanos, prometido por la autoridades y el COI”, ha manifestado la organización. El presidente francés Nicolas Sarkozy, que acudió a la ceremonia inaugural de los JJOO, entregó al gobierno chino una lista de presos políticos, para quienes pedía la libertad en nombre de la Unión Europea. Seis meses después, no ha salido en libertad ninguno de los siete detenidos, sobre los que el Jefe del Estado francés llamaba la atención. Hu Jia, encarcelado desde hace más de un año, se encuentra en un estado de salud muy precario. A pesar de que recibió el Premio Sajarov del Parlamento Europeo, las autoridades continúan considerándole un “criminal”. Por su parte Huang Qi, detenido en junio de 2008 por denunciar la suerte de las víctimas del seísmo de Sichuán, se encuentra en espera de juicio. A su familia todavía no le han autorizado a visitarle. En cuanto al escritor y abogado Yang Maodong, sigue padeciendo malos tratos en la cárcel de Guangdong (Sur). A su colega abogado Chen Guangcheng, las autoridades de Shandong le negaron en enero la libertad anticipada por motivos de salud. Desde hace varios meses padece una diarrea aguda. Al miembro del movimiento Falungong Bu Dongwei tampoco le han puesto en libertad en el campo de reeducación por el trabajo, donde lleva detenido desde junio de 2006. Igualmente Yang Chunlin, animador de la campaña “Queremos los derechos humanos, no los JJOO”, sigue encarcelado en Heilongjiang (Norte-Este). Tiene que trabajar 14 horas diarias en la fábrica de la cárcel. Finalmente, el monje tibetano Tenzin Delek cumple, en Sichuán, condena de cadena perpetua por “incitación al separatismo”. El fracaso en conseguir la puesta en libertad de los presos de opinión debe llevar a la Unión Europea a adoptar una nueva estrategia. Reporteros sin Fronteras hace un llamamiento a que se efectúen demandas de los derechos humanos, repetidas y colectivas, que no se limiten a los cómodos encuentros del “diálogo” entre la UE y China. La prensa extranjera tranquilizada Por lo que se refiere a los corresponsales internacionales, desde los JJOO se han producido varios incidentes. El más grave es sin duda el ataque al equipo de la televisión belga VTR, durante un reportaje sobre la epidemia de Sida en Henán. Respondiendo visiblemente a las órdenes de las autoridades locales, unos gamberros pegaron a los periodistas y les robaron. En revancha han sancionado severamente a algunos disidentes, que hablaron con periodistas extranjeros sobre los Juegos Olímpicos. Un tribunal de Hubei condenó a Wang Guilan, a finales de agosto, a quince meses de reeducación por el trabajo. El Club de Corresponsales de la Prensa Extranjera en China (FCCC) ha contabilizado, en 2008, hasta 178 casos de interferencias en los medios extranjeros, de los que 63 corresponden al período olímpico. “La renovación de las regulaciones favorables para los periodistas extranjeros les permite moverse en un ambiente más favorable, pero siguen teniendo que enfrentarse a obstáculos cuando se trata de cubrir las actividades de los disidentes, la situación de determinadas empresas afectadas por la crisis o el Tibet. La libertad de movimiento y de entrevista no debe limitarse a los temas que no irritan”, ha dicho Reporteros sin Fronteras. Las autoridades distribuyen con cuentagotas las autorizaciones para ir al Tibet. Al corresponsal del diario francés Le Monde le han negado la acreditación. En el lugar, a los periodistas extranjeros se les vigila y, desde el final de los JJOO, ya han condenado a una decena de tibetanos por enviar información al extranjero. Reporteros sin Fronteras toma buena nota de la decisión, anunciada a finales de enero, de pasar a la Oficina de Información del Consejo de Estado la gestión de las agencias de prensa extranjeras. Supervisada antes por la agencia oficial Xinhua, la política en esa materia no permitía a los chinos acceder libremente a dichas informaciones. La organización pide a las autoridades que permitan a todas las agencias internacionales, y no solo a las que venden información económica, ofrecer todos sus contenidos a los medios de comunicación chinos. Los medios chinos rebasan los límites Aunque el Departamento de Propaganda no baja la guardia en el control de los medios, varios de ellos han rebasado los límites de la censura y la autocensura. Así, el diario Las Noticias de Pekín publicó un reportaje sobre los internamientos psiquiátricos forzosos de personas que habían firmado peticiones. Igualmente, han sido muchos los medios que han contado el escándalo de la leche tóxica, después de que hasta finales de agosto se lo impidieran, a causa de los Juegos Olímpicos. Por su parte, el semanario económico China Busieness Post ha abandonado su actividad como consecuencia de una suspensión de tres meses, motivada por un artículo sobre la controvertida gestión de activos en una oficina del Banco Agrícola de China. “Aunque el periódico podía volver a publicarse el 8 de diciembre, la presión de las autoridades era demasiado fuerte”, ha explicado un antiguo trabajador a Reporteros sin Fronteras. En noviembre, el Departamento de Propaganda amenazó a la revista Yanhuang Chinqiu. Ante el clamor de los periodistas, las autoridades no llevaron a cabo una purga en la redacción. Enfrentado a una protesta social relacionada con la ralentización económica, el gobierno no cede en su dominio de los medios. El 13 de enero anunció un aumento de los recursos financieros en 17 mil millones de yuans (cerca de dos mil millones de euros), concedidos a medios estatales tales como la emisora de televisión CCTV y la agencia de prensa Xinhua. Según Liu Yunshan, director del Departamento de Propaganda, “es urgente para China actuar de forma que nuestra capacidad de comunicación vaya pareja a nuestro prestigio a nivel internacional”. El control de los medios por las autoridades ha provocado reacciones en los medios intelectuales. El 12 de enero, una veintena de profesores universitarios y abogados publicaron el llamamiento “Boicotee CCTV, rechace el lavado de cerebro”. El grupo denuncia el dominio del poder sobre los medios televisivos. Y recuerdan que el escándalo de la leche tóxica no se trató correctamente en CCTV. Cada vez más periodistas y bloggers encarcelados Los Juegos Olímpicos no ayudaron de ninguna manera a liberar a los periodistas y ciberdisidentes chinos. Actualmente hay 79 encarcelados en China Popular, en muchos casos en condiciones de detención difíciles. En noviembre, al periodista Qi Chonghuai le pegaron otros presos en la cárcel de Tengzhou (Este). También está obligado a efectuar un trabajo difícil en una mina gestionada por las autoridades penitenciarias. Su esposa le encontró más delgado y agotado por el trabajo forzoso. Han continuado las detenciones de periodistas. Guan Jian, reportero del semanario con sede en Pekín Wangluo Bao (Network News), fue detenido el 1 de diciembre de 2008. Investigaba un caso de corrupción en el sector inmobiliario de la ciudad de Taiyuan, situada en la provincia de Shanxi (Centro). Cuatro días más tarde detuvieron también en la provincia de Shanxi a Li Min, reportera de CCTV, Las autoridades provinciales, y en especial el fiscal He Shusheng, la acusan de corrupción después de que ella acusara al fiscal de “abuso de poder” en un reportaje. En ambos casos la amenaza ha llegado de responsables políticos o judiciales locales, que no soportan que la prensa nacional se ocupe de sus maniobras. En la provincia de Jiangsu (Este), unos policías detuvieron a mediados de noviembre al blogger Guo Quan, acusándole de escribir artículos demasiado radicales. Antes de ser encarcelado hizo un llamamiento a la creación de un partido de “net-ciudadanos”, para combatir la censura en la Web. También pensaba presentar una denuncia contra la empresa norteamericana Google, que ha hecho desaparecer su nombre del buscador en chino (http://www.google.cn). Como dijo Zeng Jinyan, la esposa de Hu Jia que también tiene un blog, en el mensaje de agradecimiento por el Premio Sajarov del Parlamento Europeo, “en la sociedad china hay ahora un gran número de personas excepcionales y de buena voluntad que hacen grandes esfuerzos para encontrar la forma de dar conocer la situación real de China y expresar los lamentos de su corazón, e Internet les proporciona una plataforma muy interesante para hacerlo. Pero, desgraciadamente, el precio que hay que pagar es muy alto”. Represión de los disidentes Detenido pocas semanas antes de comenzar los JJOO, Wang Rongqing, uno de los responsables del Partido Democrático de China (prohibido) y director de una revista disidente, fue condenado el 8 de enero de 2009 a seis años de cárcel por “subversión del poder del Estado”, en un tribunal de Hangzhou (este). Preguntada por Reporteros sin Fronteras, una persona allegada ha manifestado que su estado de salud es muy preocupante. La represión se ha centrado principalmente en quienes iniciaron la Carta 08, un documento en el que se piden reformas democráticas en China. El documento lo han firmado 8.100 chinos. Liu Xiaobo, célebre defensor de la libertad de expresión, lleva detenido desde el 8 de diciembre pasado en una residencia de la policía de Pekín. Desde la puesta en marcha de la Carta, el pasado 9 de diciembre, más de un centenar de firmantes, de los cuatro puntos cardinales del país, han sido detenidos, amenazados y citados por la policía política. La blogger Liu Di, conocida por el pseudónimo de “El ratón inoxidable”, fue citada por la policía el 25 de enero, en Pekín. Según la organización CHRD, los policías le interrogaron sobre algunos artículos que escribió en relación con la Carta 08 y sobre una foto de Liu Xiaobo que había colgado en Internet. Le anunciaron que iban a vigilarla. Al día siguiente había un coche de policía aparcado delante de su casa y no puede salir del domicilio sin autorización de la Seguridad Pública. Tampoco resulta nada seguro intentar investigar la situación de los derechos humanos durante el período olímpico. En Enero, a Wang Debang, militante que reside en Pekín, la Seguridad Pública le estuvo interrogando durante seis horas, acusándole de haber participado en la redacción de un informe sobre los derechos humanos. Registraron su domicilio y embargaron su ordenador. Finalmente a Wang Lianxi le internaron a la fuerza en un hospital psiquiátrico antes de los JJO, para impedir que se manifestara en Pekín. Se trata de un antiguo obrero que ya pasó dieciocho años en la cárcel por su participación en los acontecimientos de Tiananmen, en 1989. Censura de Internet: la vuelta a las viejas malas costumbres Enfrentadas a las protestas de los periodistas extranjeros llegados a Pekín para cubrir los JJOO, las autoridades decidieron desbloquear decenas de páginas informativas, o dedicadas a los derechos humanos. Pero, una vez terminados los JJOO, los órganos encargados del control de Internet han decidido reducir a la nada esa escasa “herencia olímpica”. Después del sitio de Reporteros sin Fronteras, el de Amnistía Internacional ha vuelto a quedar inaccesible en enero de 2009. En diciembre ya habían bloqueado algunos sitios informativos en chino - Asiaweek (http://www.yzzk.com/cfm/main.cfm), Mingpao (http://www.mingpao.com/), Voice of America (VOA), y las versiones de Hong Kong (http://www.hk.youtube.com) y Taiwán (http://www.tw.youtube.com) del sitio de vídeos compartido en línea YouTube. Igualmente, de nuevo se han vuelto inaccesibles los sitios de algunos medios internacionales: las páginas en chino de la BBC World Service y Radio France Internationale, y también las del New York Times. Según Liu Jianchao, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, “algunos sitios contienen elementos que violan las leyes chinas”. Espera que “los sitios de Internet puedan efectuar ellos mismos una restricción, en función de sus publicaciones”. Sobre la marcha, a principios de enero el gobierno hizo que se aprobaran nuevas regulaciones destinadas a luchar contra los “contenidos vulgares” y a “proteger la vida privada de las personas”. Tras dichos objetivos se ocultan nuevas restricciones de la libertad de expresión en la Web. Ya han bloqueado más de 90 sitios, y algunos no tienen nada que ver con la pornografía o el acoso. En septiembre, la policía cerró el sitio chino Zhongguo Nongchanpin Shichang Zhoukan, a causa de sus artículos sobre la leche tóxica. Igualmente, las autoridades bloquearon en noviembre el sitio http://hi.baidu.com. Finalmente, las autoridades han cerrado manu militari el portal de blogs políticos www.bullog.cn. La orden esgrimida por las autoridades es muy clara: “El sitio www.bullog.cn publica gran número de informaciones negativas en el terreno político. Ya le hemos pedido que lo corrija, pero el sitio no ha adoptado aún ninguna medida eficaz. Ahora es necesario que el albergador bloquee el nombre del dominio -HOLD: nombre del dominio de bullog.cn”. La reacción oficial a la difusión de la Carta 08 en el Net ha sido virulenta. La “webpolicía” china ha hecho borrar el texto de miles de sitios de Internet y blogs. Una búsqueda en chino en Google, efectuada por el CHRD tres días después del lanzamiento de la Carta, demostraba que las autoridades habían bloqueado el 86% de los sitios que contenían el texto. Pero algunos internautas no se resignan. Así, Wang Zhaojun, autor de un blog alojado en Sina.com, decidió en enero denunciar ante el Tribunal Supremo a la empresa china que cerró su blog tras la publicación de un artículo sobre los cambios que se avecinan en la sociedad china, en 2009. A pesar de la encarnizada censura, los 210 millones de internautas del país han sido protagonistas, o testigos, de una actividad muy intensa en la Red china, en la que han comentado ampliamente los escándalos de la leche contaminada en la empresa Sanlu, o las huelgas de los taxistas. Los aspirantes a manifestantes continúan amenazados Han salido en libertad algunos chinos, y entre ellos dos ancianas señoras condenadas a una pena de reeducación por pedir autorización para manifestarse en los sitios previstos al efecto durante los JJOO de Pekín; pero la policía sigue impidiendo las manifestaciones pacíficas. A mediados de diciembre detuvieron a un representante de los habitantes expropiados en la provincia de Hubei, porque tenía intención de ir a Pekín a manifestarse. Tres firmantes de una petición en Jiangsu quedaron en libertad a finales de septiembre, después de pasar los Juegos Olímpicos en cárceles ilegales. En cambio, según la organización CHRD, Liu Xuei, un militante contra las expropiaciones, ha sido condenado a 21 meses de reeducación por el trabajo. En agosto pidió autorización para manifestarse en una de las zonas habilitadas para ello. Mientras que Ji Sizun, firmante de Fuzhou, sigue detenido también por haber querido manifestarse en Pekín, al margen de los JJOO. Por su parte Ye Guozhou salió en libertad en octubre de 2008, tras aceptar una compensación económica por su casa destruida, en el marco de la renovación de la capital para los JJOO de Pekín. Tenía que salir a finales de julio, pero las autoridades optaron por mantenerle detenido durante las pruebas deportivas. Y, a todo esto ¿qué dice el Comité Olímpico Internacional? “Unos juegos excepcionales (...) La herencia más intangible, pero también la más importante, es que a través de los Juegos el mundo entero ha seguido a China, y que se ha vuelto más abierta”, dijo Jacques Rogge, presidente del COI, en una conferencia de prensa celebrada antes de la ceremonia de clausura de los JJOO.
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Updated on 20.01.2016