Una semana después de que Fidel Castro cediera provisionalmente sus poderes a su hermano, Raúl Castro (foto), Reporteros sin Fronteras pide la libertad de los 23 periodistas independientes detenidos desde marzo de 2003, y denuncia el acoso que están sufriendo muchos periodistas de la isla.
El lunes 31 de julio de 2006 Fidel Castro anunciaba que, a causa de sus graves problemas de salud, cedía provisionalmente los poderes a su hermano, Raúl Castro, Ministro de Defensa y número 2 del Partido Comunista Cubano, del Consejo de Estado (gobierno) y del Consejo de Ministros. Reporteros sin Fronteras pide a Raúl Castro la libertad inmediata y sin condiciones de los periodistas independientes, encarcelados en condiciones muy difíciles.
“Esperamos un gesto de clemencia de Raúl Castro, en favor de los 23 periodistas encarcelados desde la oleada represiva de 2003. Celdas insalubres, agua no potable, privación de visitas, malos tratos, carencia de cuidados médicos, mientras la salud de la mayoría de ellos se degrada día a día; es urgente que el nuevo jefe del gobierno cubano reaccione. Cuba es hoy la segunda mayor cárcel del mundo para los periodistas. Igualmente deben cesar las amenazas de encarcelamiento y el acoso, con el fin de que sean restablecidas las libertades de informar y de pensar de forma diferente que el régimen”, ha declarado la organización.
Una semana después de la trasferencia del poder a Raúl Castro, continúa el acoso a los periodistas. Por ejemplo, el 4 de agosto, Ahmed Rodríguez, de 21 años de edad, corresponsal en La Habana de la agencia Jóvenes sin Censura, sufrió durante toda la noche, lo mismo que su familia, intimidaciones procedentes de las autoridades y de civiles. El joven periodista ha declarado que unos sesenta manifestantes rodearon su casa, pegando en las paredes carteles políticos, prohibiendo a la familia salir y no dejando que entrara nadie. Tuvo que negociar para que su hermana pequeña, de 12 años, pudiera ir a comprar pan. Los asaltantes insultaron al reportero sobre su trabajo. Atreviéndose a responderles y gritando “Vivan los derechos humanos”, Ahmed Rodríguez provocó un aumento de la agresividad entre los asediantes. Presa de pánico, su hermanita se puso a vomitar, y su madre se sintió mal”.
El mismo día, la periodista independiente Alicia Niobis Ortis Salmón, miembro del Partido Liberal Cubano, fue detenida por la Policía Nacional Revolucionaria, e interrogada por el jefe de la Seguridad del Estado. Las autoridades le advirtieron, aconsejándole que no continuara con sus actividades periodísticas disidentes. También le indicaron que la estaban vigilando, y que podrían procesarla.
Reporteros sin Fronteras ha tenido también conocimiento de la degradación de las condiciones de detención de algunos periodistas. Oscar Mario González, periodista independiente de la agencia Grupo de Trabajo Decoro, detenido desde hace un año sin juicio y con un estado de salud crítico, orina sangre desde hace algunos días y todavía no ha podido ver a un médico, ni tomar medicinas. Igualmente, Ricardo González Alfonso, fundador de la revista De Cuba y corresponsal de Reporteros sin Fronteras, detenido desde marzo de 2003, se encuentra debilitado como consecuencia de la operación de urgencia de un granuloma abdominal, una infección directamente relacionada con una operación anterior de vesícula, mal realizada. Los médicos cerraron la herida de la escisión en el exterior, pero no en el interior. Guillermo Fariñas, director de la agencia de prensa independiente Cubanacán Press, está a las puertas de la muerte desde que inició una huelga de hambre el 31 de enero, para reclamar el libre acceso a Internet. Su avanzado estado de desnutrición le dejará secuelas irreversibles en el organismo. Como padece una neuritis intercostal tiene violentos dolores, que hasta le pueden impedir dormir.
Finalmente, el 5 de agosto, el gobierno puso en libertad, una vez cumplida la condena, a Santiago Albert DuBouchet Hernández, director de la agencia Noticia Habana Press, tras un año y siete días de internamiento. El tribunal Municipal Popular de Artemisa (sudeste) le condenó por el supuesto delito de “resistencia”.
Reporteros sin fronteras publica, en su sitio, el seguimiento de cada uno de los 23 presos.
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