Reporteros sin Fronteras desaprueba un informe del Consejo de Europa sobre el caso Gongadze

Para Reporteros sin Fronteras, el informe de un experto independiente del Consejo de Europa, sobre el asesinato de Georgiy Gongadze, es una puñalada por la espalda para la familia, y para todos los buscan le verdad en este caso.

La Oficina de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa publicó, el 27 de junio de 2003, el informe final de Hans Christian Krüger, experto independiente nombrado el 3 de septiembre de 2002 para los aspectos jurídicos y judiciales del caso de Géorgiy Gongadze, periodista político y redactor jefe del periódico digital www.pravda.com.ua, desaparecido el 16 de septiembre de 2000. El mandato de Krüger consistía en evaluar si las autoridades competentes habían efectuado la investigación sobre ese asesinato, de manera profesional y sin abusos. "Este informe es una auténtica puñalada trapera. Los familiares de la víctima y Reporteros sin Fronteras han luchado para conseguir que el Consejo de Europa efectuara una investigación en profundidad sobre la increíble acumulación de fallos graves, cometidos en la investigación. El resultado no es otra cosa que el blanqueo de los fallos del ex fiscal general y una profesión de fe, sin fundamento, en el nuevo", ha declarado Robert Ménard, secretario general de Reporteros sin Fronteras. Las íntimas convicciones de Krüger En su análisis del caso, de cuatro páginas solamente, el experto considera que "las cassettes de Melnychenko (ex miembro de los servicios secretos) son el único elemento del caso que indica que la desaparición y el asesinato de Gongadze están quizá relacionados con sus actividades de periodista de la oposición". Estima que "la fiscalía general sufrió presiones considerables para que presentara rápidamente, a la opinión pública, algunos resultados concretos y que, en consecuencia, se cometieron algunos errores en los dos primeros años de la investigación, dirigida por Potebenko (ex fiscal general)". Hans Christian Krüger concluye el texto con su sentimiento personal frente al nuevo fiscal general, Sviatoslav Piskoun: "Podemos preguntarnos en qué medida los esfuerzos llevados a cabo por Piskoun, tanto para tranquilizar a la opinión pública ucraniana y a la comunidad internacional, como para dar un nuevo impulso a la investigación, son sinceros y conformes a las normas generales aplicadas por la fiscalía en las sociedades democráticas, en similares circunstancias. Creo que lo son. Podemos perdernos en conjeturas en cuanto a saber si las medidas adoptadas por su equipo llevarán a un resultado concreto, pero estoy convencido de que el actual fiscal general está haciendo todo lo que puede, en circunstancias muy difíciles, para resolver el caso Gongadze". La posición de Reporteros sin Fronteras 1. Georgiy Gongadze era un objetivo, en tanto que periodista: Muchos elementos, y no solo uno, como indica Krüger, hacen pensar que el asesinato de Georgiy Gongadze tuvo una relación directa con su trabajo de periodista. Periodista político y redactor jefe del periódico digital www.pravda.com.ua, era conocido por su tono muy crítico con el poder, y por su combate activo en favor de la libertad de prensa en Ucrania. Durante la campaña para las elecciones presidenciales de 1999, Georgiy Gongadze se mostró muy ofensivo. En un debate televisado en el canal nacional 1 + 1, al interrogar al Presidente, junto con otros cuatro periodistas, implicó directamente al Ministro del Interior de la época, Yuri Kravtchenko, en diferentes casos de corrupción y de atentados a las libertades, entre otras a la libertad de prensa. Después el periodista visitó Estados Unidos, entre el 3 de diciembre de 1999 y el 5 de enero de 2000, pocos días antes de la visita oficial del presidente Kutchma. Se entrevistó con representantes del Departamento de Estado, del Congreso, de los medios de comunicación y de la importante diáspora ucraniana. Entonces difundió un texto firmado por sesenta periodistas, denunciando los atentados a la libertad de prensa en Ucrania, y organizó una conferencia de prensa sobre el tema. También se implicó activamente en la denuncia del referéndum sobre el refuerzo de los poderes presidenciales, en abril de 2000. El 3 de mayo de 2000, Georgiy Gongadze fue uno de los principales organizadores de la manifestación de periodistas en Kiev, contra los atentados a la libertad de prensa. En su periódico digital www.pravda.com.ua, creado en abril de 2000, publicaba artículos de otros periodistas que implicaban en asuntos de corrupción a importantes personalidades, de las esferas política y económica del país. Durante el mes anterior a su desaparición, Georgiy Gongadze estuvo vigilado por la milicia y fue seguido por unos desconocidos, en un coche que llevaba placas de matrícula de la milicia. El periodista decía sentir "terror moral", y había denunciado una "provocación planificada cuyo objetivo es, en el mejor de los casos, intimidarme; y en el peor, impedirme ejercer mi profesión" (carta abierta al fiscal general de Ucrania, Mijailo Potebenko, 14 de julio de 2000). La justicia no se tomó en serio las amenazas de que era objeto. A la vista de todas estas indicaciones -y al no existir, en este estadio de la investigación, ningún elemento que permita pensar en otro móvil- Reporteros sin Fronteras considera que los asesinos de Georgiy Gongadze actuaron contra él en tanto que periodista de la oposición. Las grabaciones realizadas por un oficial de los servicios secretos, Mykola Melnychenko, en la oficina del presidente Kutchma, durante unas conversaciones del Presidente con varios altos responsables, no son más que un elemento suplementario para confirmar la pista profesional. El 28 de noviembre de 2000, un líder de la oposición reveló la existencia de esas grabaciones en las que un interlocutor, presentado como que podía ser el Ministro del Interior, asegura que dispone de personas capaces de desembarazarse de Georgiy Gongadze, "verdaderas águilas", dispuestas a hacer "todo lo que queráis". 2. Las más altas autoridades han puestos grandes obstáculos a la búsqueda de la verdad: Una misión de investigación de Reporteros sin Fronteras, realizada en enero de 2001, constató la acumulación de fallos, de excepcional gravedad. Mijailo Potebenko, ex fiscal general elegido para el Parlamento ucraniano en marzo de 2001, dirigió la instrucción con el primer objetivo de proteger al ejecutivo de las graves acusaciones que se le hacían. No se trata solamente de "errores" debidos a la "presión" sufrida por la fiscalía, como afirma Krüger, sino de una deliberada voluntad de esconder la verdad. Myroslava Gongadze, viuda del periodista, denunció al Estado ucraniano ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (CEDH), el 16 de septiembre de 2002. El CEDH ha aceptado la denuncia. Parece que se ha hecho de todo para que no se identifique el cuerpo encontrado. El descubrimiento por un agricultor, el 2 de noviembre de 2000, de un cuerpo decapitado, enterrado poco profundo en los alrededores de Tarachtcha, una pequeña ciudad de la región de Kiev, estuvo seguido de faltas muy graves a las exigencias de la investigación. Lo examinó un experto local, que efectuó una primera autopsia. La fecha aproximada de la muerte podía corresponder a la de la desaparición de Georgiy Gongadze. A pesar de que las autoridades fueron advertidas del descubrimiento y del estado del cuerpo, los restos permanecieron durante trece días en la pequeña morgue de Tarachtcha, sin ninguna medida de conservación en frío. La identificación y las expertizaciones ulteriores del cuerpo, han resultado más difíciles. La familia del periodista no fue avisada del descubrimiento de ese cuerpo. Algunas personas cercanas a Georgiy Gongadze, que se enteraron por la prensa, acudieron al lugar el 15 de noviembre, para intentar identificar a la víctima. A partir de esa fecha, la fiscalía ha demostrado con su actitud que pretendía mantener un estricto control sobre los avances de la investigación. Multiplicó las trabas a todas las gestiones paralelas para hacerla progresar. El cuerpo fue trasladado en secreto a Kiev el 15 de noviembre, sin que tuviera conocimiento de ello el responsable local de la morgue de Tarachtcha. Solo tres días más tarde, la fiscalía de la región de Kiev confirmó que había encargado el traslado del cuerpo a una morgue de la capital. Al día siguiente, el 16 de noviembre, el Ministro adjunto del Interior declaró que el cuerpo encontrado en Tarachtcha habría estado cerca de dos años bajo tierra, en total contradicción con las conclusiones de la primera autopsia. Myroslava Gongadze, viuda del periodista, no recibió autorización para ver el cuerpo, e intentar identificarle, hasta el 10 de diciembre; es decir, más de un mes después del descubrimiento del cuerpo. El fiscal general, argumentando el veto opuesto por el presidente Kutchma, en 1998, a la entrada en vigor de una ley de creación de comisiones parlamentarias de investigación, se negó a cooperar con una comisión parlamentaria de investigación, sobre la desaparición de Georgiy Gongadze. Tanto a la mujer como a la madre del periodista desaparecido se les ha mantenido sistemáticamente al margen de la investigación. Las autoridades no han ofrecido otra cosa que negativas de informaciones, lentitudes deliberadas y declaraciones contradictorias, especialmente sobre la identificación del cuerpo. El 5 de agosto de 2002, el nuevo fiscal general, Sviatoslav Piskoun, concedió a Robert Ménard el estatuto de representante legal de la parte civil. La fiscalía le autorizó a consultar los resultados de las expertizaciones precedentes y a proceder, en enero de 2003, a una expertización independiente, que permitió identificar el cuerpo del periodista. Los responsables de la fiscalía de Tarachtcha, reconocidos culpables de falsificación de documentos, negligencia y abuso de poder, fueron liberados y amnistiados , en abril y mayo de 2003. Aunque efectivamente el nuevo fiscal general haya dado muestras de buena voluntad, la investigación todavía no ha dado ningún resultado concreto, y los asesinos de Georgiy Gongadze continúan en libertad.
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Updated on 20.01.2016