Preocupación tras la aprobación de un proyecto de ley sobre la publicación en prensa de escuchas administrativas

El Senado italiano tiene que examinar próximamente el proyecto de ley sobre escuchas telefónicas, aprobado por la Cámara de Diputados el 17 de abril de 2007. Presentado por el Ministro de Justicia, Clemente Mastella, el texto se refiere a las escuchas administrativas y regula la publicación en la prensa de dichas interceptaciones telefónicas. Aprobado por una amplia mayoría de los 630 diputados (447 votos afirmativos y 7 abstenciones), ahora son los senadores quienes tienen que pronunciarse. “Reporteros sin Fronteras hace un llamamiento a los senadores, para que no aprueben la ley en su forma actual. En caso de que se aprobara se vería fuertemente reducido el margen de maniobra y decisión de los periodistas. Las sanciones previstas llegan incluso hasta penas de cárcel. Supondría una regresión para la democracia italiana que se aprobara la ley”, ha declarado la organización de defensa de la libertad de prensa. Están previstas varias disposiciones inquietantes: la obligación de destruir todas las grabaciones pasados cinco años de la decisión judicial, así como la prohibición de publicar, o difundir, una grabación, una vez hayan terminado la investigación. Estas restricciones a la libertad de publicación van reforzadas con graves sanciones, previstas para los medios de comunicación en caso de que no las respeten. Las penas aplicables prevén una multa económica (hasta 100.000 euros), y también días de detención. Tras la probación por la Cámara de Diputados se generaron fuertes protestas en los medios de comunicación italianos, y en sus sindicatos. El Presidente de la Orden de Periodistas Italianos, Lorenzo del Boca, se manifestó en los siguientes términos: “Sería la primera vez que un poder exterior tendría la posibilidad de intervenir y pronunciarse sobre la deontología profesional de los periodistas. (:::) Por otra parte, la amenaza de cárcel para los periodistas, castigados simplemente por hacer su trabajo, nos haría retroceder una década”. En señal de protesta, el Sindicato Nacional de Periodistas Italianos (FNSI) ha convocado una jornada de huelga nacional para el sábado 30 de junio.