Nuevos arrestos elevarían a dieciocho el número de periodistas detenidos

Los días 19 y 20 de marzo fueron detenidos otros nueve periodistas. Se trata de: - Manuel Vázquez Portal y Héctor Maseda, director y reportero de la agencia Grupo de Trabajo Decoro (La Habana), respectivamente; - Adolfo Fernández Sainz, de la agencia Patria y corresponsal en Cuba de la agencia rusa Prima ( Moscú); - Fabio Prieto Llorente, periodista independiente; - Oscar Espinosa Chepe, colaborador del sitio cubanet.org; - Julio César Gálvez, colaborador de la revista Carta de Cuba (La Habana. - Pablo Pacheco, de la agencia Cooperativa Avileña de Periodistas Independientes (CAPI, Ciego de Avila) también se encuentra detenido (fuente: Raúl Rivero, director de la agencia Cuba Press): - Mario Enrique Mayo, de la agencia Félix Varela (Camagüey) y Carmelo Díaz Fernández, de la Agencia de Prensa Sindical Independiente (fuente: Fara Armenteros, de la agencia UPECI) En cambio, Luis Cino, de la agencia Nueva Prensa, quedó en libertad el 19 de marzo, por la mañana. Fue detenido la víspera, en el domicilio de Ricardo González. Alida Viso Bello, de la agencia Cuba Press y Claudia Marquez, de la agencia Grupo de trabajo Decoro, también se encuentran en libertad y estarían escondida. Se ignora si a las periodistas las detuvieron realmente. Tampoco se tienen noticias de Normando Hernández, director de la agencia Cooperativa de Periodistas Independientes de Camagüey (CPIC), una agencia de Camagüey. Unos policías habrían acudido al domicilio del periodista, que estaría escondido. En total, entre cincuenta y cien personas, según las estimaciones, habrían sido detenidas, en las filas de la disidencia. ______________________________________ 19.09.2003 - Detenidos doce periodistas independientes durante una oleada de arrestos en los medios disidentes De acuerdo con un primer balance, doce periodistas que trabajan para agencias de prensa no reconocidas por las autoridades figuran entre las "decenas de personas" cuya detención anunció el gobierno, el 18 de marzo de 2003. Están acusados de "traidores" y de ser "empleados a sueldo" de James Cason, el Jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos, la representación oficial de este país en La Habana, al que el gobierno acusa también de llevar a cabo actividades "subversivas". Un comunicado oficial informa de que los disidentes serán juzgados. Podrían ser condenados a hasta veinte años de cárcel. "Pedimos a las autoridades cubanas la liberación de los doce periodistas independientes, y del conjunto de los opositores detenidos ayer", manifestó Robert Ménard, secretario general de Reporteros sin Fronteras. "Esta oleada de detenciones marca el final de un período de relativa tolerancia para la prensa independiente. La incautación de material en el domicilio del periodista Ricardo González, director de la revista disidente De Cuba, debería terminar con la existencia de este bimestral solamente tras la publicación de dos números, lo que prueba que las autoridades no aceptan ninguna excepción en su monopolio de la información", añadió. Para Reporteros sin Fronteras, "la excusa de la colaboración con la Oficina de Intereses estadounidense no es más que un pretexto mientras que la disidencia, en su lucha por la defensa de los derechos humanos y el pluralismo democrático, recibe el apoyo de numerosas embajadas extranjeras, y entre ellas de varias embajadas europeas". Teniendo en cuenta que La Habana presentó, en el pasado enero, una demanda de adhesión a los acuerdos de Cotonou - que permiten a 77 países de Africa, el Caribe y el Pacífico (Grupo ACP), disfrutar de una ayuda económica y de un régimen de preferencia comercial de la Unión Europea (UE)-, Reporteros sin Fronteras pide a los países miembros de la UE que condicionen esa adhesión a la liberación del conjunto de los periodistas encarcelados, la abolición del monopolio estatal de la información y la legalización de las agencias independientes de prensa. Redada en las filas de la prensa independiente Según un primer balance, el 18 de marzo de 2003 fueron detenidos doce periodistas. Se trata de: Ricardo González, presidente de la asociación de periodistas independientes Sociedad Manuel Márquez Sterling y corresponsal de Reporteros sin Fronteras (La Habana); José Luis García Paneque, director de la agencia Libertad, con sede en Las Tunas (al este de La Habana); Omar Rodríguez Saludes y Luis Cino, director y reportero de la agencia Nueva Prensa (La Habana); Jorge Olivera, director de la agencia Havana Press (La Habana); Pedro Argüelles Morán, director de la agencia Cooperativa Avileña de Periodistas Independientes (Ciego de Avila); Alida Viso Bello, de la agencia Cuba Press (La Habana); Claudia Márquez, de la agencia Grupo de Trabajo Decoro (La Habana); Iván Hernández Carrillo, corresponsal de la agencia Pátria en Colón (Matanzas); Miguel Galván, de la agencia Havana Press (La Habana); Edel José García, independiente; y Víctor Rolando Arroyo Carmona, de la agencia UPECI (Pinar del Río). Según un comunicado leído en la televisión, a los periodistas se les van a aplicar las leyes que reprimen "graves hechos en complicidad con el enemigo". Podría tratarse, entre otras, de la Ley de protección de la independencia nacional y economía de Cuba, llamada Ley 88 o "ley-mordaza", aprobada en febrero de 1999, que establece hasta veinte años de cárcel para las actividades subversivas que obedezcan "a los intereses imperialistas" de Estados Unidos, y entre ellas la colaboración con medios de comunicación extranjeros. Según un artículo publicado por el director de la agencia Cuba Press, Raúl Rivero, en el sitio nuevaprensa.org, en el transcurso de importantes operaciones policiales fueron registrados los domicilios de José Luis García Paneque, Ricardo González y Omar Rodríguez Saludes. Al menos diez policías registraron la casa de Ricardo González durante once horas. Se incautaron del ordenador y el fax, utilizados para la realización de la revista bimestral De Cuba, de la que Ricardo González es el director. La aparición de esta revista bimestral, el 19 de diciembre de 2002, representaba el primer desafío lanzado al monopolio del Estado sobre la información, desde hacía varios años. El segundo número salió el pasado 27 de febrero. Con una tirada de trescientos ejemplares, se distribuye de forma clandestina en las catorce provincias del país. La redacción de De Cuba está compuesta únicamente por periodistas independientes que viven en la isla. Su objetivo es presentar opiniones contradictorias a la población cubana, que tiene a la prensa oficial como única fuente de información. - Telecargar la revista : Monopolio del Estado sobre la información En Cuba, la Constitución establece que, en ningún caso, la prensa puede ser de propiedad privada. Un centenar de periodistas independientes, que tienen prohibido publicar en su país, cuentan con las asociaciones de cubanos exiliados en Estados Unidos para difundir sus informaciones, frecuentemente en sitios de Internet. En 2002, Reporteros sin Fronteras censó hasta una veintena de detenciones y más de una treintena de actos de hostigamiento contra ellos. Colocados entre la espada y la pared, cerca de sesenta periodistas independientes se han visto obligados a exiliarse, desde 1995. Cuatro periodistas se encuentran encarcelados en Cuba, desde hace varios meses: Bernardo Arévalo Padrón, de la agencia Línea Sur, condenado en noviembre de 1997 a seis años de cárcel, por "desacato" al jefe del Estado y al vicepresidente; Carlos Brizuela Yera, colaborador de la agencia CPIC, y Lester Téllez Castro, director de la Agencia de Prensa Libre Avileña, detenidos el 4 de marzo de 2002 en Ciego de Avila (Centro), cuando protestaban contra la agresión policial a un periodista de la agencia Cuba Press; y Carlos Alberto Domínguez, detenido desde el 23 de febrero de 2003, sin que se haya formulado ningún cargo contra él. En un informe publicado en diciembre de 2002 y titulado "La información, coto privado del Estado" (disponible en www.rsf.org), Reporteros sin Fronteras detallaba las condiciones en que se encuentran detenidos. La organización contaba igualmente que, a pesar del hostigamiento que padecen, algunos periodistas independientes estimaban "disfrutar de una relativa tolerancia para con sus actividades". Sin embargo, el informe concluía: "En realidad, no existe tolerancia. La política de represión ha cumplido su objetivo: mantener a los periodistas de este lado de la "línea roja" que representa la difusión entre la población de informaciones no controladas por el Estado".
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Updated on 20.01.2016