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África del Este se estanca en las profundidades de la clasificación, Malí se viene abajo

África del Este, cementerio para los periodistas En Somalia (175° lugar, -11), 18 profesionales de la información fueron asesinados, víctimas de atentados con bomba o tomados directamente como blanco, lo que hizo de 2012 el año más mortífero de la historia para la prensa de este país. Esta nación del Cuerno de África fue en 2012 el segundo país más peligroso del mundo para los actores de la información, después de Siria. En Eritrea (179°, último lugar de la clasificación por sexto año consecutivo) no se mata, se deja morir, lo que viene a ser más o menos lo mismo. La prisión más grande de África para los periodistas encierra por lo menos a una treintena de ellos. De los once periodistas encarcelados desde 2001, siete han fallecido, la causa: las condiciones en que se encontraban detenidos o se suicidaron. Desde que se suspendió la prensa privada –hace más de diez años–, no existen medios de comunicación independientes en el país, sólo en el exilio, y el terror reina. El este del continente es también una tierra de censura y represión. El Sudán de Omar el Bechir, donde no ha cesado la confiscación de diarios y numerosos periodistas fueron interpelados durante el verano, sigue bien anclado en el lugar 170, entre los diez últimos países de la clasificación. En Yibuti (167°, -8), país en el que no existe la prensa privada, detuvieron más de tres meses a un colaborador del sitio informativo La Voix de Djibouti (La Voz de Yibuti). A pesar de la liberación de dos periodistas suecos detenidos en 2011, Etiopía (137°) perdió diez lugares debido a la aplicación liberticida de la ley antiterrorista de 2009 y porque se mantiene detenidos a varios periodistas locales. Disturbios políticos en Malí y la República Centroafricana Presentado durante mucho tiempo como un ‘buen alumno’ del continente en materia de democracia y libertad de prensa, Malí (99°, -74, la caída más fuerte a escala mundial) paga la situación en la que se hundió el país en 2012. El golpe militar del 22 de marzo en Bamako y la toma del norte del país por independentistas tuaregs y fundamentalistas islamistas, expusieron a los medios de comunicación a la censura y las exacciones. Numerosas radios del norte interrumpieron entonces sus programas, mientras que algunos periodistas, malienses y extranjeros, fueron agredidos en la capital. Tantas exacciones registradas antes la intervención militar de enero de 2013. En 2012 la República Centroafricana ocupó el lugar 65. Los acontecimientos registrados desde el inicio de la rebelión de Séléka, a finales del año (radios saqueadas, una periodista asesinada), no se tomaron en cuenta en esta clasificación, lo que evitó que el país cayera más de cincuenta lugares. Esta clara degradación será tomada en cuenta en la edición de 2014. Finalmente, el silencio mediático impuesto y la censura militar que han acompañado al golpe de Estado del 12 de abril pasado, justifican que Guinea Bissau (92°) retrocediera 17 lugares. Los países de los “predadores censores” Yahya Jammeh, el rey Mswati III, Paul Kagamé y Teodoro Obiang Nguema, junto con jefes de Estado como Issaias Afeworki (Eritrea) o Ismael Omar Guelleh (Yibuti), forman al parecer un preciado club: el de los dirigentes africanos –caprichosos o austeros, todos autoritarios– que gobiernan su país con mano de hierro y controlan estrechamente la información. Sus países, Gambia (152°), Suazilandia (155°), Ruanda (161°) y Guinea Ecuatorial (166°), respectivamente, se ubican en los treinta últimos lugares de la clasificación. El pluralismo se reduce en ellos como la piel de zapa y criticar al jefe de Estado no es muy recomendable. Descensos significativos Periodistas preocupados, incluso maltratados; N'Djaména Bi-Hebdo suspendido temporalmente, su director fue condenado a prisión condicional; un proyecto de ley mantenido en secreto pero considerablemente liberticida: Chad (121°) pierde este año 18 lugares. Tras un lento, pero seguro progreso después de la formación del Gobierno de Unidad Nacional en 2009 y las licencias otorgadas a diarios independientes, Zimbabue (133°, -16) marca el paso. La violencia y los arrestos de periodistas son lancinantes; si las elecciones se efectúan en 2013, como está previsto, será en medio de un clima tenso para la prensa. Sudán del Sur (124°), relativamente bien clasificado en 2011-2012, perdió trece lugares tras el asesinato de un columnista –el primero en la historia de este joven país–, mientras que los medios de comunicación y los periodistas locales aún esperan la adopción de tres proyectos de ley sobre la prensa. Pese a la organización del encuentro Estados Generales de la Comunicación, el futuro de la prensa sigue siendo incierto y preocupante en Camerún (120°, -23). En las alturas de la clasificación, Níger (43°) pierde sin embargo catorce lugares debido a la irresponsabilidad de algunos periodistas tentados con abusar de la libertad de la que gozan. Finamente en Tanzania (70°, -36), en espacio de cuatro meses, un periodista fue asesinado cuando cubría una manifestación y se encontró a otro muerto, manifiestamente fue asesinado. Burundi (132°) sólo pierde dos lugares, pero sigue muy mal clasificado. Las comparecencias de periodistas disminuyeron, pero el caso de Hassan Ruvakuki, condenado a cadena perpetua y después, en apelación, a tres años de reclusión, genera entre la prensa un clima de miedo. “Regreso a la normalidad” Después de un año 2011 terrible –marcado por la deriva dictatorial del difunto presidente Bingu Wa Mutharika, una violenta represión de la cobertura de las manifestaciones y el asesinato del bloguero Robert Chasowa–, Malaui (75°) registró en 2012 el mayor avance a escala mundial (+71) y logró acercarse a la posición que ocupaba en 2010. Lo mismo sucede con Costa de Marfil (96°, +63), aunque persisten numerosos problemas; en la clasificación precedente el país se había “sumergido” debido a las consecuencias de la crisis poselectoral, los asesinatos en 2011 de un periodista y de un colaborador de los medios de comunicación, y la guerra civil que sacudió Abiyán en abril. Por último, Uganda (104°) asciende 35 lugares gracias a un año 2012 menos difícil que el precedente, pero la situación de los medios de comunicación está lejos de ser satisfactoria. El año acabó con amenazas abiertas proferidas por el presidente Yoweri Museveni contra varias radios. Progresos alentadores Tras una elección presidencial que finalmente se desarrolló en un clima más bien tranquilo para los medios de comunicación –a pesar de algunas lamentables agresiones a periodistas– y con el ascenso al poder de un presidente, Macky Sall, que afirmó estar dispuesto a despenalizar los delitos de prensa, 2012 fue el año de la esperanza para Senegal (59°, +16). Sin embargo, todo queda aún por demostrarse en 2013, como lo recordó en diciembre la condena de un periodista a prisión. En Liberia (97°, +13) las elecciones presidenciales de noviembre de 2011 estuvieron ennegrecidas por las suspensiones de medios de comunicación y la violencia contra los periodistas. El clima para los medios de comunicación fue mucho mejor este año. En el verano, la presidenta de la República, Ellen Johnson Sirleaf, se convirtió en el segundo mandatario africano, después del nigeriano Mahamadou Issoufou, en firmar la declaración de la Montaña de la Mesa, comprometiéndose así a promover la libertad de prensa. Por último, Namibia (19°), Cabo Verde (25°) y Ghana (30°) siguen siendo los países africanos tradicionalmente mejor clasificados.
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Updated on 20.01.2016