África
Níger
-
Clasificación 2023
61/ 180
Puntuación: 66,84
Indicador político
60
62.68
Indicador económico
118
41.60
Indicador legislativo
62
69.54
Indicador social
67
74.03
Indicador de seguridad
36
86.35
Clasificación 2022
59/ 180
Puntuación: 67,8
Indicador político
65
62.30
Indicador económico
73
46.73
Indicador legislativo
64
71.75
Indicador social
61
76.50
Indicador de seguridad
40
81.69

A pesar de un esperanzador descenso del número de atentados contra la libertad de prensa, el contexto regional, marcado por la lucha contra el terrorismo, sigue teniendo un impacto significativo, tanto para la seguridad de los periodistas, como para el acceso de la población a la información.  

Panorama mediático

El fin del monopolio estatal sobre los medios en 1991 ha favorecido el desarrollo del panorama mediático nigerino y ha permitido la llegada de los primeros semanarios independientes difundidos en la capital, Niamey. Es el caso de Haske, Le Républicain o Le Démocrate. La primera radio privada (R&M) y la primera televisión privada (RTT) vieron la luz en 1994 y 2000, respectivamente. En 2022, el país contaba con 67 emisoras de radio privadas, 198 emisoras de radio comunitarias o asociativas, 15 cadenas de televisión, también privadas, y 16 medios digitales. Libération, Tamtaminfo y NigerDiaspora son algunos de los más frecuentados.

Contexto político

La independencia de la información en las cadenas públicas de televisión y radio no existe y sigue siendo escasa en las cadenas privadas. El peso de la injerencia gubernamental en las redacciones es muy importante. Las autoridades favorecen a los medios en función de su alineamiento político y éstos están obligados a darles tiempo de emisión, incluso fuera de los periodos electorales. Las incesantes persecuciones y condenas contra el director de L'Événement, Moussa Aksar, autor de varias investigaciones sobre corrupción y  malversación de fondos, que implican a altos responsables políticos y militares, ponen de manifiesto las amenazas que pesan sobre el periodismo de investigación.

Marco legal

La aprobación de un Código de la Prensa, en 2010, fue un avance considerable para la protección de los periodistas, al poner fin a las penas privativas de libertad por delitos de prensa. Sin embargo, esta normativa más protectora se elude regularmente, y algunos periodistas siguen siendo detenidos, encarcelados o condenados a prisión por sus investigaciones sobre la corrupción. En 2022, las autoridades acordaron dejar de encausar a periodistas basándose en la ley de ciberdelincuencia, aprobada en 2019, para los delitos de difamación, injurias u ofensas. Anteriormente, esta ley se utilizaba regularmente para silenciar a los periodistas que trabajaban en Internet, exponiéndolos a penas de prisión y cuantiosas multas.

Contexto económico

El entorno económico de Níger favorece a los medios públicos, que se benefician del apoyo del Estado, mientras que las entidades privadas sufren una gran precariedad económica. La falta de ingresos publicitarios, los elevados costes de impresión y el desarrollo de las redes sociales, amenazan la supervivencia de los periódicos y muchos están desapareciendo. Las emisoras de radio privadas tampoco se libran de esta fragilidad, y solo las cadenas de televisión consiguen beneficiarse del mercado publicitario. Esta precariedad debilita también a los periodistas, que quedan expuestos a la corrupción. 

Contexto sociocultural

Musulmana y tradicional, la sociedad nigerina difícilmente acepta debatir en los medios temas como el islam, la sexualidad, los métodos anticonceptivos y el adulterio. El acceso a las informaciones sobre el terrorismo o los migrantes resulta muy difícil. La autocensura hacia estos temas es sistemática y el acceso a la información sobre terrorismo o migración resulta muy complejo.

Seguridad

Los ataques y amenazas hacia los periodistas no son raros, sobre todo en el transcurso de manifestaciones públicas. En 2021, el domicilio del corresponsal de RFI, Moussa Kaka, fue incendiado por jóvenes de la oposición. Las medidas de intimidación también se traducen en detenciones arbitrarias de periodistas. Se protege poco a las fuentes, y la policía nigerina ejerce presiones sistemáticas durante las detenciones para que los periodistas las desvelen. Por otro lado, Níger ha jugado un papel clave en la liberación del periodista francés Olivier Dubois, secuestrado en Mali.