Misión de investigación en el Valle de Swat, el “valle del miedo”

Reporteros sin Fronteras está muy preocupada por las consecuencias que para la libertad de prensa pueda tener la aplicación de la Charia en el Valle de Swat. Después de una misión de investigación, Reporteros sin Fronteras hace un llamamiento a las autoridades federales y provinciales, y también a los responsables talibanes, a garantizar la libertad en el trabajo y la seguridad de los periodistas. “A la creciente inseguridad que, en febrero de 2009, culminó con el asesinato del reportero Mosa Khankhel, se añade ahora un clima de miedo y autocensura que hace del Valle de Swat uno de los lugares más peligrosos del mundo para los periodistas. Sería lamentable que la aplicación de la Charia fuera otro motivo para que los grupos talibanes reprimieran aun más la libertad de expresión de los habitantes, y entre ellos los periodistas”, ha declarado la organización. El miedo creado por los talibanes, y especialmente por el Maulana Fazlullah y sus ilegales programas de radio, afecta directamente a la libertad de expresión. Un terror que contribuye a la autocensura. Por eso, la prensa local cada vez cubre menos el derecho de las mujeres, o las exacciones que cometen los hombres del Maulana Fazlullah. Preguntado por Reporteros sin Fronteras, el Maulana Sufí Muhammad, jefe histórico del Movimiento por la aplicación de la Charia Islámica (TNSM), aseguró que “cree en la libertad de prensa” pero que la Charia prohíbe hablar de acontecimientos del pasado, sobre todo de las actuaciones de los militantes talibanes. Los talibanes imponen su ley prohibiendo que las mujeres salgan si no van acompañadas y llevan el velo, y destruyendo más de un centenar de escuelas para niñas. Además prohíben cualquier crítica del Islam y castigan a quienes escuchan música, o venden DVD's. Aunque el acuerdo del 16 de febrero de 2009 logró un aspecto de estabilidad, ya ha producido efectos dañinos para la libertad de prensa. “Cada vez va a resultar más difícil el periodismo independiente. En efecto ¿Quién me va a proteger de los militantes talibanes que actúan abiertamente en las ciudades y los pueblos? Ya no podemos hacer periodismo independiente sobre las actividades de los talibanes”, asegura el corresponsal de un canal paquistaní. Los dos años de enfrentamiento armado han dejado graves secuelas en los medios de comunicación. Los periodistas se han visto atrapados en el fuego cruzado del ejército y los talibanes. Ambas partes impiden a la prensa revelar las atrocidades cometidas, tanto en nombre de la aplicación de la Charia como en el de la lucha contra el terrorismo.
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Updated on 20.01.2016