Matan a un periodista en el Valle de Swat

Reporteros sin Fronteras denuncia la muerte de Abdul Aziz, corresponsal del periódico Azadi en el Valle de Swat (Noroeste). Tras ser secuestrado por los talibanes el 27 de agosto de 2008, le mataron dos días más tarde en un bombardeo del ejército paquistaní. “Los talibanes tienen la responsabilidad de la muerte de este periodista, por raptarlo y tenerle secuestrado en uno de sus campos. El drama pone de manifiesto las dificilísimas condiciones que deben enfrentar los periodistas paquistaníes en las zonas afectadas por los combates entre los talibanes y las fuerzas de seguridad. En el Valle de Swat y en las zonas tribales los profesionales de los medios de comunicación sufren la violencia e intimidación de todos los beligerantes. Recordamos que la Convención de Ginebra obliga a los combatientes a proteger a los civiles, y entre ellos a los periodistas”, ha manifestado la organización. El 29 de agosto se anunció la muerte de Abdul Aziz, sobre la base de informaciones facilitadas por combatientes talibanes. Según el jefe talibán Shamsher Mullah, al periodista le mataron los disparos aéreos del ejército paquistaní. Mumtaz Buneri, uno de los responsables de Azadi (independiente), ha confirmado a Reporteros sin Fronteras que el periodista apareció muerto en un centro talibán de detención en Peochar. Por su parte, el ejército ha desmentido que el periodista muriera en un bombardeo llevado a cabo por sus tropas. Unos periodistas locales han explicado a Reporteros sin Fronteras que el cadáver de Abdul Aziz no tenía rastros de balas o proyectiles, sino que parecía haber sufrido una crisis cardiaca, provocada presumiblemente por la onda expansiva de una explosión. Le salía sangre de la nariz, las orejas y la boca. Abdul Aziz, de 33 años, había ido a Peochar para entrevistarse con unos responsables talibanes y preguntarles por qué se había incluido su nombre en una lista negra, elaborada por los yihadistas. “Su nombre figuraba en una lista de personas a abatir, porque era un periodista valiente que criticaba a los militantes islámicos”, ha explicado Mumtaz Buneri. Reporteros sin Fronteras se siente hondamente preocupada por la degradación de las condiciones de seguridad para la prensa en el Valle de Swat, pero también en las zonas tribales de Bajaur y Waziristna-Norte. Desde comienzos de agosto y la ofensiva militar en la región de Bajaur, prácticamente la totalidad de los periodistas locales se han visto obligados a escapar de sus lugares de trabajo, lo mismo que decenas de miles de civiles desplazados por los combates. “No podemos salir de casa y es imposible contactar con nadie para conseguir información”, ha explicado, amparado en el anonimato, un periodista de Bajaur que se ha refugiado en el distrito de Dir.”Los talibanes quieren que estemos aquí, porque habían adquirido la costumbre de intimidarnos, para pasar sus informaciones. Cuando comprobábamos que habían matado a diez talibanes, nos obligaban a decir que era solamente uno. Cuando los talibanes aseguraban haber matado a diez soldados, y pedíamos pruebas, se negaban a dárnoslas (...) Y sus jefes nos interrogaban cuando en nuestros periódicos escribíamos que son talibanes, mientras que se presentan como combatientes de Dios, mujaidines”, ha explicado este corresponsal de un diario paquistaní. Finalmente, desde el 26 de agosto los talibanes tienen prohibido que entren en la zona tribal de Waziristán-Norte los periodistas que trabajan para medios extranjeros o agencias de prensa. El anuncio efectuado por Ahmadullah Ahmadi, portavoz del jefe talibán Hafiz Gul Bahadur, se ha producido después de que varios medios pretendieran investigar en la región, antes del aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001. “Estas personas son peligrosas para el Islam, los musulmanes y el país. Pero los talibanes aplauden vivamente a los periodistas que son patriotas y leales al Islam. Los que trabajan para agentes de espionaje, amparándose en que son periodistas, serán castigados severamente”, amenazó.
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Updated on 20.01.2016