Los emisores de las radiotelevisiones privadas objetivos de las FARC

Tras un nuevo atentado contra la estación emisora de la radio privada Latina Estéreo 91.3 FM, ocurrido el 25 de mayo de 2005 en Puerto Asís, en el Departamento de Putumayo (sur del país), Gabriel Morales, director de la emisora, ha pedido a las autoridades que vuelvan a instalar su antena en una zona protegida. En un carta dirigida a la Ministra de Comunicaciones, Reporteros sin Fronteras se suma a la petición. Además, la organización exhorta a las autoridades a "tratar el problema desde un ángulo más global, ofreciendo a las radios situadas en la región de Cali la posibilidad de que pidan protección para sus infraestructuras". "La voluntaria destrucción de la infraestructura de un medio de comunicación es un obstáculo directo a la libertad de prensa, en la medida en que dicho acto priva deliberadamente a los ciudadanos de su derecho a estar informados. El método se ha convertido en moneda corriente en el sur del país. Es indispensable frenar el proceso, lo antes posible", ha añadido Reporteros sin Fronteras. "Incumbe a las autoridades poner todo los medios de que disponen para que los periodistas puedan finalmente trabajar en condiciones serenas", ha concluido la organización. Ya el 13 de febrero dos explosiones destruyeron la antena de Latina Estéreo 91.3 FM, y quemaron parte de los equipos. En aquel momento, la emisora tuvo que dejar de emitir durante quince días. El atentado se produjo en medio de un clima de tensión para los periodistas, y fue el primero de una serie de atentados contra sus instalaciones. El 20 de febrero explotó un coche bomba delante de los locales de la radio RCN, destruyendo el 70% de las instalaciones. El ataque fue reivindicado cuatro días más tarde por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El 2 de marzo explotó un borne de transmisión común cerca de la localidad de Mocoa, impidiendo a las televisiones privadas RCN y Caracol emitir en gran parte del Departamento de Putumayo. Finalmente, el 13 de marzo explotó un artefacto plástico en la antena común de las radios locales Cristalina Estéreo y Espléndida Estéreo, cerca de la ciudad de Florencia (departamento de Caquetá, al sur del país), reduciendo la zona de recepción de ambas emisoras.