“No propagarás rumores”, “No atentarás contra la seguridad del Estado”, “No mancillarás la reputación del país”. He aquí tres de los once mandamientos dictados por Pekín el 25 de septiembre de 2005, destinados a los responsables de los sitios de Internet y a los bloggers. Reporteros sin Fronteras está muy preocupada por este nuevo giro dado a la libertad de expresión en línea.
Reporteros sin Fronteras ya denunció la ley de regulación de Internet, aprobada en septiembre de 2005, a la que calificó de los “11 mandamientos del Net”. Un estudio de OpenNet, publicado el 5 de julio de 2006, aporta algunos complementos informativos sobre esa legislación, y explica como hace imposible la creación de un sitio independiente de actualidad.
La ley distingue tres categorías diferentes de sitios informativos.
El primero agrupa a los sitios autorizados, y con licencia del Estado, que no hacen otra cosa que reproducir informaciones ya difundidas por los medios oficiales. No se puede hacer ninguna modificación a los artículos reproducidos y esos sitios, que tienen que registrarse ante las autoridades, deben respetar los “11 mandamientos del Net”
La segunda categoría agrupa a sitios que publican, además de los artículos tomados de los canales oficiales, informaciones conseguidas de forma independiente y que solo se difunden por Internet. Esos sitios solo pueden tratar temas para los que disponen de una acreditación oficial. Por otra parte tienen que emplear, a jornada completa, al menos a cinco editores que tengan como mínimo tres años de experiencia en una agencia de prensa oficial. Todas esas restricciones van dirigidas sobre todo a los portales locales de Internet, del tipo Sina.com o Sohu.com.
Finalmente, todos los demás sitios forman parte de la tercera categoría. Además de las restricciones impuestas a las dos anteriores, tienen prohibido publicar artículos redactados sobre la base de informaciones conseguidas por ellos mismos. Tienen que emplear al menos a diez editores, entre los que debe haber cinco que tengan como mínimo tres años de experiencia en una agencia de prensa oficial. Finalmente, esos sitios tiene que registrarlos una persona moral, que disponga de un capital de al menos 10.000.000 de yuans (alrededor de 1 millón de euros).
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“No propagarás rumores”, “No atentarás contra la seguridad del Estado”, “No mancillarás la reputación del país”. He aquí tres de los once mandamientos dictados por Pekín el 25 de septiembre de 2005, destinados a los responsables de los sitios de Internet y a los bloggers. Reporteros sin Fronteras está muy preocupada por este nuevo giro dado a la libertad de expresión en línea.
“Las autoridades chinas no terminan de querer regular la Web, dedicándose a controlar cada vez más estrechamente las informaciones que circulan por ella. Esta reglamentación, anunciada con gran pompa por los medios de comunicación oficiales, sirve más para asustar a los internautas que para codificar la utilización de la Red. En efecto, no hay nada realmente nuevo en estos 11 mandamientos, que simplemente reafirman que el Partido dispone del monopolio de la difusión de la información y que los medios de comunicación no tienen la misión de ser objetivos, sino más bien la de reproducir la propaganda del Estado. Sin embargo, estos esfuerzos para filtrar la Red son señal de que Internet asusta al poder, en particular en un período en que los movimientos sociales se están multiplicando en el país. Por otra parte, los únicos elementos nuevos mencionados en el texto se refieren a la prohibición de organizar huelgas o concentraciones a través de la Red”, ha declarado la organización.
La nueva reglamentación, dictada por la Oficina de Información del Consejo de Estado y el Ministerio de Industria e Información, va dirigida ante todo a armonizar textos preexistentes. Según el diario chino Beijing News (thebeijingnews.com), el documento menciona once prohibiciones destinadas a los editores en línea. Entre otras cosas, está prohibido difundir informaciones que:
- violen los principios básicos de la Constitución china;
- pongan en peligro la seguridad nacional, revelen secretos de Estado, inciten a la subversión del Estado o pongan en peligro la unidad del país;
- atenten contra la reputación del país;
- desarrollen el odio, el racismo y pongan en peligro la armonía étnica del país;
- violen las leyes nacionales sobre la religión, o promuevan las sectas y las supersticiones (Nota de Reporteros sin Fronteras: más de treinta miembros del movimiento espiritual Falungong se encuentran actualmente entre rejas, por informaciones colocadas en el Net);
- propaguen rumores, pongan en peligro el orden y creen inestabilidad social;
- tengan carácter pornográfico, violento, o relacionado con los juegos de azar;
- difamen o atenten contra la reputación de las personas;
- incluyan informaciones ilegales, respecto a la ley o los reglamentos administrativos.
A estas nueve reglas se han añadido dos prohibiciones inéditas:
- Está prohibido animar las concentraciones ilegales, huelgas y alteraciones del orden público;
- Está prohibido organizar actividades ilegales o crear asociaciones ilegales, a través de Internet.
Finalmente, esta nueva reglamentación indica que se cerrarán los sitios que contravengan las reglas, y que sus responsables tendrán que pagar una multa que puede llegar hasta los 30.000 yuans (3.000 euros).
Reporteros sin Fronteras recuerda que actualmente hay 62 personas encarceladas en China, por haber difundido en Internet textos que las autoridades consideran “subversivos”.