Junto a los medios públicos (Latvian Television, Latvian Radio), existen medios privados fuertes (TV3 Group, la web de información DELFI, el Centro báltico para el periodismo de investigación  Re:Baltica, etc.) y locales. En busca de una mayor libertad, varios medios de comunicación han abandonado Rusia y se han trasladado a Letonia. La mayoría de los canales de televisión y decenas de digitales informativos basados en Rusia han sido prohibidos, acusados de violar la legislación letona y de la Unión Europea.

La independencia de los medios letones es un hecho, y el periodismo de información y de análisis está en pleno desarrollo, lo que permite que los políticos tengan que hacer frente a sus responsabilidades. Aunque no existen trabas para acceder a la información pública, la transparencia ha sufrido restricciones por la guerra entre Rusia y Ucrania. También se han registrado quejas sobre la falta de independencia del organismo regulador de los medios respecto del gobierno. Algunas decisiones sobre la prohibición de medios y algunos proyectos controvertidos del gobierno, como la nueva doctrina de seguridad nacional, entre cuyos objetivos figura el de poner fin a las emisiones en ruso de los medios públicos a partir de 2026, demuestran la creciente influencia de los servicios de seguridad en la regulación de los medios.     

El marco legislativo garantiza la libertad de prensa, la confidencialidad de las fuentes de información y el acceso a la información de interés público. Los periodistas no sufren ningún tipo de censura y, la mayoría de las veces, sus representantes participan en las consultas sobre los proyectos de ley que afectan a la profesión. En caso de que los medios sean objeto de acciones judiciales, los tribunales tienden a pronunciarse a favor de la libertad de prensa. Las competencias sobre la deontología profesional recaen sobre el Consejo para la Ética de los Medios, el mediador de la República, el defensor del pueblo y el mediador de los medios públicos. La retirada injustificada de la licencia a TV Dojd, canal ruso en el exilio, por parte de la autoridad de medios, en 2022, ha elevado la preocupación por la supervivencia de los medios rusos en Letonia. 

Todos los medios, tanto privados como públicos, atraviesan dificultades económicas. A nivel local, algunos tienen que competir con los medios de comunicación financiados por los municipios, a costa de contenidos así más controlados. La propiedad de los medios suele ser transparente y no suscita inquietudes de posición dominante en el mercado, pero una mayor diversidad favorecería el pluralismo mediático. En vísperas de citas electorales, los políticos intentan tomar el control de algunos medios y desacreditar a los periodistas independientes.

Los medios trabajan generalmente en letón y ruso. No obstante, la presión sobre la prensa letona en ruso se ha intensificado a raíz de la guerra en Ucrania. Como consecuencia de la revocación de las licencias de difusión, la población rusófona dispone de una menor oferta, y su acceso a la información plantea un serio problema. Desde el inicio de la guerra en Ucrania, la circulación de noticias falsas ha aumentado, y la confianza general hacia los medios ha disminuído. 

Los periodistas suelen trabajar en un entorno seguro, pero pueden ser objeto de ataques verbales en la calle o en Internet. Aunque la policía ha firmado un memorándum sobre la protección de los periodistas, existen dudas sobre su aplicación efectiva. Los ataques de políticos hacia los medios y los intentos de descrédito se multiplican más allá de los periodos electorales.