La justicia anula las diligencias abiertas al periodista Ken Peters : “Una victoria para el secreto de las fuentes”

Reporteros sin Fronteras aplaude el epílogo judicial del caso de Ken Peters, periodista del diario Hamilton Spectator, considerado en 2004 culpable de “desacato al Tribunal”, por negarse a facilitar sus fuentes. El 17 de marzo de 2008, la Corte de Apelación de Ontario ha levantado los cargos que pesaban sobre el periodista, que escapó a la cárcel aceptando la obligación de pagar 31.600 dólares de gastos de justicia. También ha quedado anulada esa pena económica. “Aplaudimos la decisión de la Corte de apelación de Ontario, que representa una victoria para el secreto de las fuentes, pilar de la profesión periodística. La condena de Ken Peters en primera instancia era no solo peligrosa en sus principios, sino también absurda, porque la fuente se había denunciado ella misma. Esperamos que este epílogo judicial tenga repercusiones a nivel federal. Hay otros periodistas canadienses que actualmente están inmersos en procedimientos por las mismas causas que Ken Peters lo estuvo antes”, ha declarado Reporteros sin Fronteras. Mientras cubría los asuntos municipales de la localidad de Hamilton (afueras de Toronto) para su diario, en 1995 a Ken Peters le entregaron unos documentos que hablaban de la existencia de graves disfunciones en la residencia para pensionistas St. Elizabeth Home Society. El periodista sacó de ellos una serie de artículos, y la residencia le denunció por “difamación” a la región Hamilton-Wensworth, la alcaldía de Hamilton y su anterior alcalde. En el marco del procedimiento, y tras largos años de batalla judicial, el juez del tribunal de Hamilton David Crane ordenó a Ken Peters que facilitara el nombre de la persona que le entregó los documentos. Ken Peters se negó a plegarse a la orden del juez pero como su fuente - el ex edil municipal Henry Merling - se identificó ella misma, el periodista evitó una denuncia criminal y la eventualidad de una condena de cárcel. El caso, visto por lo civil, se concluyó de todas maneras el 1 de diciembre de 2004 con la condena de Ken Peters, por “desacato al Tribunal”, al pago de 31.600 dólares en concepto de gastos de justicia. El levantamiento de las diligencias abiertas a Ken Peters, el 17 de marzo, por la Corte de Apelación de Ontario, se ha producido muy cerca en el tiempo de otra decisión en sentido contrario, tomada en febrero pasado por la misma jurisdicción, que obliga a otro diario de Toronto, el National Post, a entregar a la justicia unos documentos recibidos de fuente anónima. En efecto, una nueva disposición del código penal federal, entrada en vigor el 15 de septiembre de 2004, obliga a la prensa a entregar notas, documentos, grabaciones sonoras o vídeos, que puedan contribuir a la resolución de una investigación criminal. En cuanto al secreto de las fuentes, sufrió un nuevo revés, esta vez a nivel federal, cuando la Corte Federal de Montreal conminó, el pasado 18 de enero, a Joël-Denis Bellavance y Gilles Toupin, del diaró francófono La Presse, a revelar el nombre de un informador, a demanda de una persona acusada de “terrorismo” (leer el comunicado del 21 de enero de 2008).
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Updated on 20.01.2016