Reporteros sin Fronteras condena el intento de registro de los locales de Le Canard Enchaîné, el 11 de mayo de 2007. La organización de defensa de la libertad de prensa recuerda que « la inviolabilidad del secreto de las fuentes garatiza la existencia de un periodismo de investigación ».
Reporteros sin Fronteras denuncia el intento de registro de los locales de Le Canard Enchaîné, el 11 de mayo de 2007. « El recurso a este tipo de procedimientos, cuyo objetivo es identificar las fuentes de los periodistas, desgraciadamente es demasiado frecuente en Francia. En varias ocasiones, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (CEDH) ha reafirmado el principio de la inviolabilidad del secreto de las fuentes, que garantiza la existencia de un periodismo de investigación, que es incluso el único que puede jugar un papel eficaz de contrapoder », ha declarado la organización de defensa de la libertad de prensa.
El 11 de mayo de 2007, hacia las nueve y media de la mañana, el juez Thomas Cassuto intentó efectuar un registro en la redacción de Le Canard Enchaîné, en el marco de un sumario abierto al periódico por « divulgación del secreto de instrucción » en el caso Clearstream. La medida se adoptó tras la publicación, el 10 de mayo de 2006, de un artículo titulado « De la cuenta falsa de Sarkozy a la verdadera cuenta de Chirac ». Ante la negativa de la redacción a abrir los locales, el juez decidió recurrir a un cerrajero. Finalmente, la presencia de numerosos periodistas en el lugar le obligó a renunciar a hacerlo.
Tras la marcha del magistrado y sus asesores, poco antes de mediodía, los periodistas presentes en el lugar estuvieron charlando con los miembros de la redacción de Le Canard Enchaîné. Claude Angeli, redactor jefe, manifestó a la prensa que el juez buscaba un « documento Rondot », del nombre del general interrogado en el caso de denuncia calumniosa, en la que Nicolás Sarkozy es parte civil. El pasado 14 de diciembre, y en el marco de este caso, declararon como testigos varios periodistas de Le Canard Enchaîné, y también de Le Nouvel Observateur, Libération, Le Monde yLe Parisien.
Preguntado por Reporteros sin Fronteras, Claude Angeli, el redactor jefe de Le Canard Enchaîné, se declaró « espantado » que se hubiera podido llevarse a efecto el registro. « Los periódicos publican informaciones que fatalmente molestan a todas las formas de poder. Es una relación de fuerzas inevitable. No estamos en la situación de otros países, como Estados Unidos, donde se encarcela a los periodistas por negarse a revelar sus fuentes, pero este tipo de presión es intolerable ».
Louis-Marie Horeau, periodista del semanario, añadió que « los policías franceses siguen actuando en contradicción con los mandatos del CEDH, y debería estudiarse una reforma de la ley »
Los jueces Thomas Cassuto y Françoise Desset se encargan de una información judicial contra X, abierta a petición del Ministro de Justicia, Pascal Clément, tras la publicación de varios artículos de prensa, entre los días 14 de abril y 12 de mayo de 2006, en diferentes cabeceras. Paralelamente a ese intento de registro en los locales del semanario satírico, la juez acudía al despacho del abogado de Nicolás Sarkozy, el letrado Thierry Herzog.