En colaboración con Reporteros sin Fronteras y la organización China Human Rights Defenders, un experto chino perteneciente a una empresa del sector de Internet ha investigado y escrito, amparado en el anonimato, un informe exclusivo en el que detalla el sistema, creado por las autoridades chinas, de censura, vigilancia y propaganda de la Web.
En colaboración con Reporteros sin Fronteras y la organización China Human Rights Defenders, un experto chino perteneciente a una empresa del sector de Internet ha investigado y escrito, amparado en el anonimato, un informe exclusivo en el que detalla el sistema, creado por las autoridades chinas, de censura, vigilancia y propaganda de la Web.
En vísperas de la apertura del 17 Congreso del PCC, Reporteros sin Fronteras y la China Human Rights Defenders hacen un llamamiento a las autoridades de Pekín a que reduzcan la vigilancia y el control de Internet, para que los chinos puedan ejercer su derecho a la expresión, la información y la libertad de prensa.
“Este sistema de censura, sin equivalente en el mundo, es un insulto al espíritu de libertad de la Web. Cuando falta menos de un año para los Juegos Olímpicos es urgente que el gobierno deje de bloquear miles de sitios de Internet, de censurar la información en la Web y de encarcelar a internautas”, han manifestado ambas organizaciones.
El documento demuestra como el Partido Comunista Chino (PCC) y el Estado han empleado cantidades colosales de recursos humanos y económicos para prevenir la emergencia de un auténtica libertad de expresión en Internet. Entre otras cosas han puesto los sitios informativos bajo la tutela editorial de órganos de propaganda, a nivel nacional y local. El uso de Internet no cesa de generalizarse en China, con cerca de 160 millones de internautas y 1,3 millones de sitios catalogados. Pero la censura y el control de la Web matan, antes de que nazca, la libertad de expresión prometida por la Red.
“Viaje al corazón de la censura de Internet” traza el organigrama exacto de ese sistema de control, cuyos protagonistas principales son la Oficina de Gestión de la Propaganda en Internet de la Oficina de Información del Consejo de Estado (gobierno), la Oficina de Información y Opinión Pública del Departamento de Publicidad (anteriormente Propaganda) y la Oficina de Internet del Departamento de Publicidad.
El informe describe también en qué forma, de hecho, la Oficina de Gestión de la Información por Internet de Pekín ha puesto bajo tutela editorial los principales sitios informativos con sede en la capital. En el informe se facilitan algunos ejemplos de las consignas enviadas por esta Oficina a los sitios.
La última parte del documento consiste en una serie de tests realizados con palabras-clave. Los resultados demuestran, con total claridad, que todavía se dan disparidades en cuanto a la censura, pero que las autoridades han convencidos a los medios de comunicación digitales para que, en lo que se refiere a todos los temas sensibles, se autocensuren masivamente.
Con el fin de eludir la censura, este informe preconiza la utilización de proxies y nuevas tecnologías de Internet (blogs, foros de discusión, telefonía vía Internet), pero también aconseja aprovechar la desigualdad del nivel de censura existente entre las diversas provincias, o entre los distintos peldaños administrativos.