Jonah Fisher, colaborador de la BBC Radio y único corresponsal extranjero permanente en Eritrea, ha sido expulsado de Asmara después de que inesperadamente le suprimieran su acreditación. La situación de Eritrea es única porque este país, con 14 periodistas encarcelados, es la mayor cárcel de Africa para la profesión, y uno de los pocos del mundo en que está prohibida la prensa privada.
Jonah Fisher, colaborador de la BBC Radio y único corresponsal extranjero permanente en Eritrea, ha sido expulsado de Asmara después de que inesperadamente le suprimieran su acreditación.
« Denunciamos esta expulsión arbitraria, que ha estado de precedida de muchas presiones de las autoridades eritreas sobre Jonah Fisher », ha declarado Reporteros sin Fronteras. « La situación de Eritrea es única porque este país, con 14 periodistas encarcelados, es la mayor cárcel de Africa para la profesión, y uno de los pocos del mundo en que está prohibida la prensa privada. »
No se ha dado ninguna razón para justificar la expulsión. « Pero puedo adivinar que les he puesto demasiado nerviosos con algún reportaje », explicó Jonah Fisher a la Agence France-Presse (AFP), antes de marcharse. Paralelamente, en un testimonio publicado en el sitio de la BBC, el periodista precisó : « En una conversación, tres semanas antes de mi expulsión, el Ministro de Información eritreo, Alí Abdu Ahmed, calificó de racista y negativa mi manera de dar la información. Terminó añadiendo que sabía para quién trabajaba yo realmente. »
Jonah Fisher también declaró que habían controlado sus llamadas telefónicas y sus mails. « Todas las discusiones con los representantes del gobierno de Asmara fracasaron y se me informó de que necesitaba una autorización del Ministerio de Información para circular por el interior del país; autorización que nunca conseguí. Así que no me sorprendí mucho cuando supe que tenía tres días para irme del país », añadió el periodista.
Entre otras cosas, Jonah Fisher publicó, a finales de mayo, en el diario británico The Independent, un artículo titulado « Para algunos eritreos la libertad es sinónimo de cárcel y tortura. » El artículo evocaba un informe de Aministía Internacional sobre las violaciones de los derechos humanos en Eritrea.
Reporteros sin Fronteras recuerda que en septiembre de 2001 cesó toda la actividad de los medios de comunicación privados en Eritrea. El gobierno hizo que cerraran todos los periódicos privados y que encarcelaran a los principales periodistas.