En libertad, por falta de pruebas, dos presuntos asesinos del camarógrafo Brad Will
Dos de los presuntos asesinos del camarógrafo de Indymedia Brad Will (foto) fueron detenidos y denunciados el 2 de noviembre de 2006, pero otros tres se encuentran huidos, y entre ellos el presunto autor del disparo mortal. Reporteros sin Fronteras denuncia también la violencia sufrida por siete periodistas, en el curso de las operaciones de la Policía Federal Preventiva en Oaxaca.
El 2 de noviembre fueron detenidos, y entregados a la justicia, dos de los presuntos asesinos del camarógrafo de Indymedia Brad Will, muerto por disparos el 27 de octubre de 2006, cuando cubría una violenta manifestación de maestros en Oaxaca. Sin embargo, Reporteros sin Fronteras denuncia los fallos de la investigación y la huída de otros presuntos asesinos. La organización manifiesta igualmente su indignación por la violenta represión de manifestaciones, por parte de la Policía Federal Preventiva (PFP), en las cuales han herido a cinco periodistas, y golpeado a otros dos. “Es cierto que dos de los presuntos asesinos de Brad Will están detenidos pero otros tres, dos policías municipales y un paramilitar, no han acudido a la convocatoria de la justicia y están en paradero desconocido. La investigación no exonera en absoluto al gobierno del Estado de Oaxaca de sus eventuales responsabilidades en la muerte del camarógrafo de Indymedia, y reiteramos nuestro llamamiento para que, a este respecto, se cree una comisión federal de investigación. Condenamos igualmente la brutalidad policial sufrida por siete periodistas y pedimos a las autoridades federales que castiguen a los autores de esos abusos”, ha declarado Reporteros sin Fronteras. El 2 de noviembre de 2006, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Oaxaca anunció que había quedado establecida la responsabilidad de Abel Santiago Zárate, concejal del Partido Revolucionario Institucional (PRI, del que es miembro Ulises Ruiz Ortiz, gobernador del Estado de Oaxaca) y del jefe de su escolta, Manuel Aguilar, en la muerte de Brad Will. Los dos fueron detenidos ese mismo día, y presentados a la justicia. Según el diario nacional Milenio, otros tres presuntos asesinos no han respondido a la convocatoria de la justicia y ahora se encuentran huidos. Se trata de los policías municipales Juan Carlos Soriano y Juan Carlos Sumano, y de Pedro Carmona, un paramilitar al que algunos testigos habrían identificado como autor del disparo que causó la muerte a Brad Will. El mismo 2 de noviembre, las operaciones de desmantelamiento de las barricadas de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), llevadas a cabo por la Policía Federal Preventiva (PFP), y la entrada a la fuerza que efectuó esa misma policía en la Universidad de Oaxaca, se saldaron con sesenta heridos, entre los que se encuentran cinco periodistas. Jorge David Jaramillo Velásquez, fotógrafo del diario El Universal, Miguel Dimayuga y Germán Canseco, fotógrafos del semanario Proceso, y Jorge Brindis, camarógrafo del canal público Canal 9, fueron víctimas del lanzamiento de cócteles Molotov y fragmentos de vidrio. El primero fue hospitalizado en estado grave, aunque su vida no corre peligro, según las informaciones recogidas por Reporteros sin Fronteras. En el mismo momento, diez policías federales dieron una paliza y arrastraron por el suelo a Mario Mosqueda Hernández, corresponsal de la agencia independiente Centro de Medios Libres de México. Tiene heridas en la cabeza, la espalda y el brazo izquierdo. El 1 de noviembre, Gilardo Mota, del semanario local Opinión, manifestó a la Agencia France-Presse que unos agentes de la PFP le tuvieron detenido durante cuarenta y ocho horas, y le golpearon. Al periodista le habían detenido el 30 de octubre, mientras tomaba fotos de unos policías en acción Quedó en libertad dos días más tarde tras pagar una fianza de 3.000 pesos, unos 216 euros. El 31 de octubre unos policías agredieron y quitaron la cámara de fotos a Alberto López Cruz, fotógrafo del diario local Extra. Finalmente, el Centro de Medios Libres de México señala la desaparición, desde el 2 de noviembre, de dos periodistas guatemaltecos.