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Sin autorización oficial, Reporteros sin Fronteras ha permanecido durante un mes en Uzbekistán, para analizar la cobertura que los medios públicos de comunicación han hecho de la campaña para la elección presidencial el 23 de diciembre de 2007.
“Sin sorpresas, el presidente Karimov ha estado omnipresente en los medios públicos a lo largo de toda la campaña. Nunca era el candidato Karimov quien se presentaba al público, sino el Jefe del Estado con sus”logros”, y sus “grandes éxitos”. La evidente falta de pluralismo en los medios de comunicación uzbecos ha impedido que la población accediera correctamente a la información”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
“Realmente, la libertad de prensa corre peligro en Uzbekisán. El puñado de periodistas independientes que continúan haciendo su trabajo se arriesgan a graves represalias. Los medios extranjeros no disponen de libertad para trabajar en el país, y tienen que utilizar continuamente artimañas para cubrir la actualidad uzbeka”, ha añadido la organización.
Durante cuatro semanas, un equipo de Reporteros sin Fronteras ha contabilizado los tiempos de antena concedidos a los cuatro candidatos en liza en las elecciones. Los medios que se han seguido para llevar a cabo el trabajo han sido los tres principales diarios oficiales -
Halk Suzy,
Narodnoe Slovo (La Voz del Pueblo) y
Pravda Vostoka (La Verdad de Oriente)-, dos canales públicos de televisión ,
Uzbekistán y
Yoshlar, y la emisora pública Radio
Uzbekistán.
Aunque todos los candidatos han tenido un acceso equitativo a los programas especiales dedicados a la campaña, en los que Islam Karimov ha sido el menos presente de todos en su calidad de candidato, ya que no aparecía en los turnos de entrevistas, no ha ocurrido lo mismo con los programas informativos. El presidente Islam Karimov, a quien se le vaticinaba un éxito total, ha aparecido sobredimensionado en los medios públicos.
En los telediarios ha disfrutado de un tiempo de antena superior al de todos los demás candidatos juntos. El canal Uzbekisán, por ejemplo, le ha dedicado 1,4 horas frente a 59 minutos a los otros tres candidatos. En cuanto al canal Yoshlar prácticamente solo ha hablado de él, ya que el único otro candidato mencionado, Asliddine Rustamov (del Partido Democrático Popular, heredero del Partido Comunista Soviético), lo fue durante...72 segundos.
De manera general, la campaña electoral ha sido la gran ausente de los boletines y programas informativos de los medios audiovisuales, que se han centrado en temas de carácter social o económico. Radio Uzbekistán solo emitió 17 minutos y 30 segundos dedicados a los candidatos, mientras que a la actividad presidencial dedicó 1, 23 horas, y a programas sin ningún protagonista político específico 3,14 horas.
En la prensa escrita se ha producido un desequilibrio similar. Cada uno de los diarios estudiados tenía previsto que en todas las ediciones apareciera en primera un espacio dedicado a la campaña, cuya continuación debía encontrarse en un espacio específico, en el interior. En ellos estaban presente todos los candidatos, pero el texto de los artículos era prácticamente idéntico día tras día, y procedía de la agencia estatal de prensa UzA.
El candidato Karimov ha aparecido siempre asociado al éxito económico del país, y a las reformas que se hayan en curso; mientras que a los demás candidatos se les mencionaban como “testimonios de una alternativa en el proceso democrático de la elección”. El espacio concedido a los diferentes candidatos variaba, aunque siempre con una constante: el dedicado a Karimov era el más importante. Por ejemplo, totalizó 6.228 centímetros cuadrados de papel (frente a los 3.480 de sus tres competidores) en el Halk Suzy.
El fin del periodismo independiente
Ya no existen medios de comunicación uzbecos independientes. El bloqueo de la sociedad, iniciado ya al comienzo del año 2000, se aceleró notablemente en mayo de 2005, tras los sucesos de Andijan. Los medios extranjeros, como la BBC y Radio Free Europe, fueron expulsados del país. Los periodistas independientes se han convertido en objetivo de las autoridades y, desde 2005, quienes quieren colaborar con medios de comunicación extranjeros están obligados a solicitar una acreditación en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Los temas tabúes son legión, y la imprevisión es la regla. Lo que todavía se podía tratar ayer, hoy figura en el Indice.
Las presiones se han intensificado aun más a medida que se acercaba la elección presidencial. Así, en 2007 fueron objeto de actuaciones judiciales varios empleados de la Deutsche Welle, a pesar de que es un medio de comunicación público de un país, Alemania, que apoya la reducción de las sanciones europeas adoptadas con Uzbekistán, después de lo de Andijan. Una de ellas se marchó del país y ahora vive en el exilio. Las amenazas son moneda corriente, lo mismo que las molestias administrativas. A veces dan una paliza a los periodistas, como ocurrió dos veces al menos en 2005. Para garantizar que nada escape al control de las autoridades, se ha nombrado a un miembro de los servicios especiales para el centro de prensa de la Comisión Electoral Central.
La totalidad del informe de Reporteros sin Fronteras está disponible en el sitio de la organización: www.rsf.org