El ejército norteamericano pide que el ISAF incluya a una periodista francesa en su lista negra
Organización:
Reporteros sin Fronteras ha pedido al Embajador de Estados Unidos en Afganistán, William Wood, que intervenga en favor de Claire Billet, periodista francesa de la agencia independiente Hamsa Press, que recientemente ha sido incluida en la lista negra de las fuerzas del ISAF. El pasado 7 de abril fue detenida por unos agentes privados de seguridad en Kabul.
"Los periodistas afganos y extranjeros trabajan ya en condiciones suficientemente difíciles como para que las fuerzas internacionales les pongan más obstáculos. Pedimos al embajador norteamericano que intervenga con la Coalición y el ISAF para que Claire Billet pueda ser acreditada de nuevo", ha manifestado la organización.
El 17 de mayo, Claire Billet recibió un email anunciándole que, a petición del ejército norteamericano, había sido incluida en la lista negra del ISAF. Gran reportera asalariada de la agencia Hamsa Press, desde enero de 2007 cubre la actualidad afgana, entre otros para los canales France 24 y Arte.
El 7 de abril fue detenida en el barrio de Shashdarak, en Kabul, cuando grababa el paso de algunos vehículos camuflados, cerca del cuartel general del ISAF. En aquel momento realizaba un reportaje, para el canal France 24, sobre la seguridad en Kabul. Fue detenida por agentes afganos de una compañía privada de seguridad, contratados por el ejército norteamericano, y después interrogada durante cuatro horas por soldados norteamericanos. Aunque disponía de una acreditación del ISAF, le confiscaron las grabaciones y la acreditación.
Ya en septiembre de 2005, y en septiembre de 2006, los fundadores de Hamsa Press, Emmanuel Razavi y Eric de Lavarène, fueron detenidos por el ejército norteamericano en Afganistán. La primera vez les interrogaron unos agentes de la CIA, acerca de su trabajo en el país.
Según varios periodistas preguntados por Reporteros sin Fronteras, cada vez resulta más difícil grabar en las calles de Kabul, porque el nerviosismo de los soldados del ISAF o de la Coalición, y también el de los agentes de seguridad afganos, hace que los periodistas resulten sospechosos. En los sectores de alta seguridad de la capital afgana está prohibido grabar.
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20.01.2016