Reporteros sin Fronteras está muy preocupada por las amenazas que han recibido en la región atlántica, donde causan estragos muchos paramilitares desmovilizados, Robinsón Ruz Ruz, de la emisora Radio Piragua, y José Ponce Obispo, de Radio Galeón. La organización hace un llamamiento al gobierno.
Reporteros sin Fronteras está preocupada por el clima de amenazas e intimidaciones a la prensa en los departamentos de la costa atlántica, que cuentan con una elevada presencia de paramilitares, teóricamente desmovilizados. Últimamente, y por informar sobre las relaciones entre algunos políticos locales y grupos paramilitares, Robinsón Ruz Ruz, de la emisora Radio Piragua, y José Ponce Obispo, director de información de Radio Galeón, han sido el blanco de repetidas amenazas de muerte.
“Los paramilitares, cuya desmovilización ha terminado teóricamente este año, siguen siendo unos peligrosos predadores de la libertad de prensa y el grupo de las Aguilas Negras, que acaba de amenazar de muerte de a José Ponce Obispo, ya hizo lo mismo en el pasado mes de octubre con otro periodista de Radio Galeón. Pedimos al gobierno que investigue rápidamente esas amenazas, y continúe con un desmantelamiento de los grupos paramilitares, que finalice con su desarme”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
El 28 de noviembre de 2006, Robinsón Ruz Ruz, de 45 años, director del programa “Noticiero del Medio Día” en la emisora Radio Piragua, con sede en Sincelejo (Norte), recibió en su despacho un mensaje de “condolencia”. Un corresponsal anónimo le telefoneó dos días más tarde, felicitándose de que le hubiera llegado bien el mensaje de dos días antes. Con protección policial desde entonces, el periodista ha optado por solicitar un permiso en su medio de comunicación. Entre otras cosas había criticado a los hermanos Jairo y Jaime Merlano, respectivamente senador por el Departamento de Sucre y alcalde de Sincelejo. Jaime Merlano tiene en este momento abierto un procedimiento judicial, por connivencia con los “desmovilizados”.
El 30 de noviembre de 2006, a uno de los hijos de José Ponce Obispo, director de información de la emisora Radio Galeón en Santa Marta (Norte), le advirtieron en un SMS que su padre tenía los días contados. Tres días antes, un desconocido avisó al periodista de que un grupo paramilitar se había reunido para planear su ejecución. El 14 de noviembre, en su ausencia, se presentaron en su domicilio dos hombres iban en moto, y advirtieron a su mujer: “Dile a ese triple hijo de puta que sabemos donde vive, y que se prepare para las consecuencias”. Quince minutos más tarde, a José Ponce Obispo le amenazaron por teléfono, en su despacho, en los mismos términos. El 1 de diciembre, una fuente dijo al periodista que las amenazas procedían del grupo paramilitar Aguilas Negras. Ese mismo grupo fue el que amenazó de muerte a Camilo Munive, otro periodista de Radio Galeón (cf. comunicado del 25 de octubre de 2006).
También José Ponce Obispo, que ahora se encuentra bajo protección policial, había denunciado las relaciones entre políticos locales y paramilitares. En los últimos meses, una decena de periodistas de los departamentos costeños de Sucre, Magdalena y Córdoba, han recibido amenazas de presuntos paramilitares. Uno de ellos se ha visto obligado a marcharse de la región. Desde el comienzo del año han matado a tres periodistas en Colombia. A Gustavo Rojas Gabalo le asesinaron en febrero unos paramilitares “desmovilizados”, en Montería (Noroeste). El gobierno Uribe y su mayoría parlamentaría se encuentran actualmente salpicados por un gran escándalo de conexiones con los paramilitares.
Por otra parte, Reporteros sin Fronteras ha tenido conocimiento del asesinato a disparos, en Bogotá, de Marino Pérez Murcia, de 58 años, ex corresponsal de las emisoras de radio Todelar y Caracol, aunque de momento no existe ningún elemento que apoye la hipótesis de un crimen relacionado con la profesión.