El Tribunal Penal Internacional para Ruanda ha condenado, el 3 de diciembre de 2003, a Ferdinand Nahimana y Hassan Ngueze a cadena perpetua, por su participación en el genocidio de 1994. Un tercer periodista ha sido condenado a treinta y cinco años de cárcel. Reporteros sin Fronteras estima que la sentencia tiene que resonar como una advertencia, para todos los periodistas que incitan al odio.
El Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR), con sede en Arusha (Tanzania), condenó el 3 de diciembre a cadena perpetua a Ferdinand Nahimana, uno de los fundadores de la Radio-Televisión libre de las mil colinas (RTLM), y a Hassan Ngeze, ex director de la revista Kangura, por su participación en el genocidio de 1994 (800.000 muertos). Jean-Bosco Barayagwiza, otro responsable de la RTLM, fue condenado a treinta y cinco años de cárcel.
"A pesar de los innumerables retrasos y obstáculos en el procedimiento, el caso ha llegado a su fin. Para nosotros es una satisfacción. Es la primera vez que se condena a cadena perpetua a unos periodistas, por incitar al asesinato y a la violencia, en sus reportajes o artículos", ha declarado Robert Ménard, secretario general de Reporteros sin Fronteras.
"Deseamos que estas condenas se perciban como una advertencia para todos aquellos periodistas que, en Africa o en otros lugares, atizan el odio con sus escritos. Aunque hoy ningún país pasa por una situación comparable a la que existía en el momento del genocidio rwandés, esta condena debe resonar como una llamada al orden, en todas las redacciones donde diariamente se escarnecen las más elementales reglas en materia de ética y deontología profesional", ha añadido Ménard.
El proceso, llamado de los "medios de comunicación del odio", se inició en octubre de 2000. En agosto de 2003, el fiscal del TPIR solicitó penas de cadena perpetua para los tres acusados, que se habían declarado no culpables. Un cuarto periodista, Georges Ruggiu, de nacionalidad belga, fue condenado en junio de 2000 a doce años de cárcel, por "incitar al genocidio y a crímenes contra la humanidad", en las ondas de la RTLM. Georges Ruggiu se reconoció culpable y lamentó públicamente haber participado en los acontecimientos, de los que aseguró no haber comprendido el alcance.
Reporteros sin Fronteras recuerda que, antes y durante el genocidio, los "medios de comunicación del odio", especialmente la RTLM y Kangura, difundían los nombres y direcciones de las futuras víctimas de los milicianos, comentando a veces en directo la eliminación de los "enemigos". Por ejemplo, en enero de 1994, Hassan Ngeze escribía en Kangura: "Lo que no se les dice a los inyenzi ("hipócritas", nombre que esos medios daban a los tutsis), es que si vuelven a levantar la cabeza ya no será necesario ir a pelear contra el enemigo que permanece en el maquis. Comenzaremos por hacer una limpieza del enemigo interior. (...) Desaparecerán". Por su parte, la RTLM invitaba a la población, en abril de 1994, a dar caza a "los extranjeros del Frente Patriótico Rwandés" (FPR, en el poder). También la radio pedía a los militares que intensificaran "la eliminación de los inkotanyi (combatientes del FPR) y sus cómplices, para no dejar sobrevivir a personas que luego podrían acusarles".
Ferdinand Nahimana es un ex director de la Oficina Ruandesa de Información, y uno de los fundadores de la RTML. En 1993 participó activamente en la creación de la radio, con Félicien Kabuga, presidente del consejo de administración de la RTLM, actualmente buscado por el TPIR. Ferdinand Nahimana se puso en contacto con las autoridades para conseguir las autorizaciones necesarias para el lanzamiento de la radio. Está acusado de ser uno de los ideólogos del régimen, y de haber reunido en torno a él a un equipo de redacción que incitó directamente, desde las antenas de la RTLM, al asesinato de los tutsis y los hutus moderados. Durante el proceso negó haber ejercido el menor control sobre la línea editorial de la emisora. Ferdinand Nahimara fue detenido en Camerún, el 26 de marzo de 1996.
Jean-Bosco Barayagwiza es un ex director de asuntos políticos del Ministerio de Asuntos Exteriores, y miembro del comité fundador de la RTLM. Boicotéo el proceso tras haber cuestionado la independencia del TPIR manipulado, según él, por el gobierno rwandés. Jean-Bosco Barayagwiza también fue detenido en Camerún, el 26 de marzo de 1996.
Hassan Ngeze es el ex redactor jefe del bimensual extremista Kangura. Antes, durante y después del genocidio fue uno de los propagandistas más radicales del extremismo hutu. Según el TPIR, algunos artículos publicados en Kangura "contribuyeron a la preparación del genocidio contra los tutsis, e incitaron al asesinato o a graves atentados contra la integridad mental de los tutsis, y de algunos hutus". Hassan Ngeze fue detenido en Kenia, el 18 de julio de 1997. Los tres se encuentran internados en las cárceles del TPIR, en Arusha.