Detenido un sospechoso en la investigación del asesinato del fotógrafo Jean Paul Ibarra ; el móvil es muy vago

Reporteros sin Fronteras contempla con prudencia las declaraciones de Mario Cereso Barrera, quien asegura ser el autor de los disparos mortales. Quedan en el aire muchas preguntas, y en particular la relativa al móvil.

Mario Cereso Barrera confesó ser el autor del atentado que, el 13 de febrero de 2009, costó la vida en Iguala (Estado de Guerrero, Sur) al fotógrafo Jean Paul Ibarra, del diario regional El Correo. Su detención, ocurrida el 26 de febrero, se hizo pública el 2 de marzo. Según los investigadores, el sospechoso dice haberse enterado por los periódicos de la identidad y profesión del periodista Jean Paul Ibarra. El móvil es muy vago. Mario Cereso Barrera explicó que Jean Paul Ibarra le compró un día dos cadenas creyendo que eran de oro y, al sentirse engañado, le habría acosado y fotografiado para intimidarle. Entonces, el sospechoso decidió matarle para que dejara de molestarle. “Esperamos que esta detención anuncie la aclaración del asesinato de Jean Paul Ibarra. Sin embargo, la contemplamos con prudencia porque hay varias preguntas que permanecen sin respuesta. ¿Cómo puede pretender Mario Cereso Barrera haberse enterado por los periódicos de la identidad de Jean Paul Ibarra si antes había hecho negocios con él? ¿Por qué la policía ha esperado cuatro días para anunciar la detención del sospechoso? ¿Por qué la policía presentó a la prensa una moto, supuestamente utilizada por el presunto asesino, de distinto color que la descrita inmediatamente después de ocurrir los hechos? Finalmente, ¿qué ha pasado con el conductor de la moto que acompañaba al autor de los disparos?”, se pregunta Reporteros sin Fronteras. En cuanto a la dirección del Diario 21, niega cualquier relación profesional con Yenny Yuliana Marchán, superviviente del atentado. _________________ 16.02.08 - Asesinan a un fotógrafo del Estado de Guerrero e hieren gravemente a su colega
Reporteros sin Fronteras manifiesta el horror que siente por el asesinato a balazos de Jean Paul Ibarra, fotógrafo del diario local El Correo, ocurrido el 13 de febrero de 2009 en Iguala (Estado de Guerrero, Sur). La víctima iba acompañada por Yenny Yuliana Marchán, redactora del periódico regional El Diario 21, quien resultó herida en el atentado. Ambos periodistas trabajaban en las secciones de sucesos de sus respectivas publicaciones. “Enviamos todo nuestro apoyo a los familiares y colegas de Jean Paul Ibarra y pedimos que, cuando salga del hospital, a Yenny Yuliana Marchán le pongan una protección adecuada. La Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra Periodistas, creada el 15 de febrero de 2006, debe dotarse de mayores medios y, por qué no, pedir la ayuda de investigadores expertos a nivel interamericano. La hecatombe en las filas de la prensa mexicana continuará mientras se mantenga la impunidad en todos los casos de periodistas asesinados”, ha declarado Reporteros sin Fronteras. En torno a las 22 horas del 13 de febrero Jean Paul Ibarra, de 33 años, y Yenny Yuliana Marchán, de 22, enviados por sus respectivas redacciones se dirigían, en la moto personal del fotógrafo, hacía el servicio médico forense del municipio de Iguala, como consecuencia de un accidente de carretera ocurrido poco antes, en las primeras horas de la tarde, entre Iguala y Chilpancingo, la capital del Estado. Desde otra moto, que se colocó a su altura, un desconocido armado con una pistola de calibre 45 disparó cinco veces hacia ellos. Yenny Yuliana Marchán resultó alcanzada en ambas piernas. A Jean Paul Ibarra, que recibió los impactos en el pecho y espalda y perdió el control de su moto, le remataron de un disparo en la cabeza cuando caía al suelo. No se conoce el móvil del crimen. La dirección de Diario 21 ha hecho saber que, al día siguiente de producirse el drama, llegaron unos investigadores para recoger informaciones relativas a Yenny Yuliana Marchán, hospitalizada en un estado que se considera serio. El ataque es un ejemplo más del ambiente de extrema violencia, por no decir de guerra, que impera en algunas regiones del país, en particular desde que, en 2006, la administración del presidente Felipe Calderón pusiera en marcha una gran ofensiva contra el narcotráfico. La violencia, tradicionalmente circunscrita a la frontera con Estados Unidos y a la región del Golfo de México, y que no solo tiene que ver con el narcotráfico, se ha agravado claramente en algunos Estados más centrales, como Michoacán, Guerrero u Oaxaca. El asesinato de Jean Paul Ibarra eleva a 46 el número de periodistas asesinados en México, por razones profesionales o desconocidas, desde 2000, además de los ocho desaparecidos desde 2003, según el recuento efectuado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). La violencia afecta igualmente a corresponsales de grandes medios de comunicación como Amado Ramírez, colaborador del canal privado nacional Televisa, abatido el 6 de abril de 2007 en Acapulco, Guerrero. En todo los casos reina una impunidad, parcial o total.
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Updated on 20.01.2016