Detenciones en serie de periodistas extranjeros: las autoridades no respetan sus compromisos antes de los JJOO
Organización:
La detención de dos reporteros de la Agencia France-Presse (AFP) viene a sumarse a una serie de restricciones al trabajo de los periodistas extranjeros. La aplicación de las nuevas medidas, aprobadas en enero de 2007, hace que las autoridades pongan en una situación cada vez más azarosa y limitada a los temas menos sensibles. Desde enero de 2007 la policía ha detenido, o impedido que realizaran reportajes, a 32 periodistas al menos.
“La forma en que las autoridades han tratado recientemente a unos periodistas de la Agencia France-Presse, la BBC World Service y otros varios medios de comunicación internacionales augura malas condiciones de trabajo para la prensa extranjera, durante los Juegos Olímpicos. No se trata de desgraciados incidentes sino de una evidente falta de voluntad de la policía, que se niega a dejar que los reporteros se desplacen e investiguen libremente. Pedimos al Comité Olímpico Internacional que intervenga con las autoridades chinas para que finalmente se respeten las medidas aprobadas en enero pasado”, ha manifestado Reporteros sin Fronteras.
El 12 de septiembre de 2007, la policía mantuvo detenidos durante cinco horas a dos reporteros de la AFP, cuando intentaban ir a la ciudad de Shengyu (sur de Pekín) donde, en 2005, unos secuaces de los responsables locales del Partido Comunista Chino mataron a seis personas e hirieron a otras más de cincuenta. La policía acusó a los periodistas de hacer un reportaje clandestino, y les pidió los nombres de sus contactos. Según la agencia, la policía local se negó a tener en consideración las nuevas medidas relativas a la prensa extranjera.
Cuando intentaba ir a esa misma ciudad, a Dan Griffiths, reportero de la BBC World Service, le detuvieron recientemente, y le expulsaron. Según su testimonio, que se puede encontrar en el sitio de la BBC, le detuvieron unos policías que le interrogaron de la siguiente manera: “¿Qué hace usted aquí? ¿Cuáles son sus contactos en la ciudad?”. Después, los policías le escoltaron hasta la ciudad más próxima, Dingzhu, y posteriormente le llevaron a las autopista de Pekín. “¿Tratan ustedes así a los periodistas cuando en China se van celebrar los Juegos Olímpicos?”, preguntó el reportero. “¡Oh! En ese momento todo será diferente”, respondió uno de los oficiales. Como consecuencia, los representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores han presentado excusas por el incidente.
El 24 de agosto la policía impidió a un grupo de siete periodistas extranjeros, que incluía a un equipo de televisión, entrevistar a Yuan Weijing, la esposa del abogado encarcelado Chen Guangcheng, en el domicilio de la pareja de militantes Hu Jia y Zeng Jinyan, en Pekín. Los policías obligaron a los reporteros a registrarse en la comisaría del barrio, explicándoles que Hu Jia se encuentra en arresto domiciliario.
El 10 de agosto, la seguridad del tribunal de Yixing impidió a unos reporteros de los diarios New York Times y South China Morning Post asistir al juicio del militante medioambiental Wu Lihong. Unos policías de civil atacaron a los periodistas, que esperaban delante del tribunal.
Por otra parte, varios militantes de los derechos humanos se han visto acosados por la policía política, por haber hecho declaraciones a medios de comunicación extranjeros. Así, el 11 de septiembre acusaron a Yao Lifa de propagar rumores, después de que concediera una entrevista a Radio Free Asia.
Según un sondeo realizado en 2007 por el Club de Corresponsales Extranjeros en China (FCCC), el 40% de los 163 periodistas entrevistados ha sufrido, desde el 1 de enero de 2007, alguna forma de interferencia de las autoridades. El FCCC tiene constancia de 157 incidentes (detención, vigilancia, intimidación de las fuentes, violencia o amenaza). A la pregunta: “¿China está respetando la promesa efectuada en 2001 por Wang Wei, uno de los organizadores de los JJOO de Pekín: “Daremos a los medios de comunicación extranjeros total libertad para hacer reportajes”, más del 67% responden “No”. Solamente el 8,6% de los periodistas preguntados responde “Si”.
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20.01.2016