Reporteros sin Fronteras se felicita por la reciente detención de Ceferino García, presunto jefe de un cartel de droga sospechoso de haber planificado el asesinato del periodista Mauro Marcano (foto), ocurrido el 1 de septiembre de 2004. La organización pide que, dos años después de la muerte del periodista, se reactive la investigación.
Reporteros sin Fronteras se felicita por la detención, en Trinidad y Tobago, de Ceferino García, presunto autor intelectual del asesinato de Mauro Marcano, presentador de la emisora local Radio Maturín 1.080 FM y cronista del diario El Oriental, ocurrido el 1 de septiembre de 2004 en Maturín (Estado de Monagas, Noreste). Sin embargo, dos años después de los hechos la organización denuncia la lentitud de la investigación y la falta de condena.
“Evidentemente, la detención de Ceferino García es una buena noticia si se confirma su implicación en el asesinato de Mauro Marcano, y si su testimonio contribuye a hacer avanzar la investigación. Sin embargo, en dos años no se ha conseguido detener a otras cinco personas, altamente sospechosas de haber participado en el asesinato. La investigación no ha intentado nunca profundizar en las relaciones entre el narcotráfico y algunas de las autoridades policiales y militares del Estado de Monagas, que Mauro Marcano había revelado. En ningún momento se ha pronunciado condena alguna. La detención de Ceferino García debe ser una oportunidad para que la justicia reactive la investigación, y termine con dos años de impunidad. Las autoridades venezolanas tienen que pedir rápidamente, a sus homólogos de Trinidad y Tobago, la extradición del presunto traficante de droga”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
A Mauro Marcano, presentador de un programa en Radio Maturín 1.080 FM y editorialista del diario regional El Oriental, le mataron a disparos el 1 de septiembre de 2004, en el aparcamiento de su domicilio, donde dos individuos le estaban esperando. El periodista había escrito un editorial en El Oriental, en el que denunciaba la complicidad existente entre el general Alexis Maneiro Gómez (en aquel momento comandante del Comando Regional 7) y otros oficiales con Ceferino García, presunto jefe del Cartel del Sol, organización de origen colombiana implantada en la costa este del país.
Mauro Marcano se sentía amenazado y, según sus allegados, se confió dos semanas antes de su muerte al vicepresidente venezolano José Vicente Rangel, que también había sido periodista. Incluso le indicó los oficiales que, según él, eran cómplices del cartel: el general Alexis Maneiro Gómez, el coronel Juan Fabricio Tirry, jefe de misión en el Ministerio de Defensa, y José Manuel del Moral, ex director de la policía del Estado de Monagas. Ninguno de ellos ha sido nunca citado por la justicia.
Ceferino García, detenido en Puerto España (capital de Trinidad y Tobago) en el transcurso de las primeras semanas de agosto de 2006, figuraba en una lista de personas buscadas por la justicia venezolana, sin resultado, desde hacía un año. En esa lista figuran igualmente su hijo, Carlos Andrés García Martínez, así como Edgardo José Salazar y Henry Mendoza, los dos presuntos asesinos a sueldo, y el intermediario Douglas Rocca Cermeño. Según el hermano de este último, Héctor Rocca Cermeño, que ha aceptado colaborar con la justicia, Ceferino García habría planeado personalmente el asesinato, y dispuesto para ese fin la suma de 36.000 euros.
En mayo de 2005, un portavoz del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) reconoció a Reporteros sin Fronteras los “bloqueos” que rodeaban el caso de Mauro Marcano. En la misma época, la Comisión Judicial del TSJ anunció la suspensión de una quincena de jueces, sospechosos de connivencia con los narcotraficantes