Reporteros sin Fronteras está muy preocupada por las amenazas e intimidaciones dirigidas a Claudia Padilla Pacheco (foto), del diario Correo, editado en el Estado de Guanajuato (Centro). La periodista ha publicado dos investigaciones sobre unos casos delictivos, en los que están implicados algunos policías y ex policías locales. La organización pide la intervención de las autoridades federales.
Reporteros sin Fronteras denuncia las intimidaciones dirigidas a Claudia Padilla Pacheco, del diario local Correo, tras la publicación de unos artículos sobre asuntos delictivos, en los que están implicados policías locales. La organización solicita la intervención de las autoridades federales.
« Los hechos relatados por Claudia Padilla Pacheco en Correo implican a una importante red policial del Estado de Guanajuato. Algunos de los funcionarios implicados continúan activos, a pesar de que la justicia del Estado les ha abierto una investigación. Las amenazas proferidas contra la periodista testimonian, una vez más, el clima de corrupción e impunidad que pesa gravemente sobre la libertad de prensa en México, sobre todo a nivel local. Corresponde las autoridades federales, que se comprometieron a ocuparse de los casos de ataques a la prensa, garantizar la protección de Claudia Padilla Pacheco, y de instruir su denuncia », ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Encargada de la sección de hechos diversos en la redacción de Correo, que tiene su sede en Celaya, en el Estado de Guanajuato (Centro), Claudia Padilla Pacheco publicó primero, el 13 de diciembre, una investigación sobre una sociedad de seguridad creada por Juan Pablo Vázquez Sotelo, antiguo coordinador de la Policía Ministerial del Estado de Guanajuato (PME) quien, subrayaba el artículo, se rodeó de siete ex policías, cinco de los cuales fueron suspendidos por torturas, abuso de autoridad y por esconder informaciones. En el mismo artículos, la periodista revelaba que dos de los antiguos agentes de la PME, Saúl Avila Martínez y Agustín Lozano Juárez, despedidos el 1 de marzo, habían encubierto un tráfico de coches robados.
Al día siguiente de la publicación del artículo, Claudia Padilla Pacheco recibió una llamada anónima. « Queremos saber cuanto te pagan para chingar a la policía ministerial », dijo una voz masculina.
El 20 de diciembre Correo publicó otra investigación de la periodista, en la que revelaba la complicidad de otros siete policías en función en una red de contrabando de vehículos, y de extorsiones a automovilistas. Por otra parte, la red habría encubierto tres homicidios y protegido a algunos narcotraficantes. La instrucción del caso la lleva la Procuraduría General de la Justicia del Estado (PGJE). Las autoridades ya han establecido que los ex comandantes de policía Aniceto Ayala Blanco, Federico Silvano Espino Manzano y Felipe Rosas eran los presuntos jefes de esa asociación de malhechores.
En la noche del 20 de diciembre, unos desconocidos forzaron y robaron en los domicilios de vecinos y primos de Claudia Padilla Pacheco, en Celaya. Un poco más tarde, la madre de la periodista recibió una amenazadora llamada de teléfono : « Dile a Claudia Padilla que nos hemos equivocado de apartamento, pero que sabemos donde vive ».
Claudia Padilla Pacheco y su madre han denunciado los hechos en la fiscalía, que ha encargado una investigación a la policía municipal de Celaya. Desde el 21 de diciembre, la periodista va acompañada por dos escoltas, enviados por el fiscal local.