Cuestionada de nuevo la pasividad de las autoridades tras el asesinato de un periodista en Michoacán
Organización:
El cuerpo de Enrique Villicaña Palomares, columnista del diario La Voz de Michoacán, fue localizado en Morelia, con el cuello cortado, en la mañana del 10 de abril de 2010. Al periodista, que además era catedrático universitario, le habían secuestrado cinco días antes. Los directivos del diario nos señalaron que, quince días antes, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán supo que existían amenazas contra él, aunque no consideró útil intervenir. Este asesinato, el quinto de un periodista desde el comienzo del año en México, ocurrió la misma semana que la desaparición de Ramón Ángeles Zalpa, corresponsal del diario Cambio, también en Michoacán.
Aún no se ha determinado el móvil del asesinato. Por otra parte, los empresarios de la víctima nos han confiado que no es seguro para nada que esté relacionado con su profesión. Lo que no impide que vuelva a cuestionarse la pasividad de las autoridades si, efectivamente, se confirma que sabían de las amenazas recibidas por Enrique Villicaña Palomares. La Procuraduría General de la República ¿piensa llevar a cabo una doble investigación, administrativa y sobre el fondo del asunto ? Este crimen eleva a 62 el número de periodistas mexicanos asesinados desde 2000, a los que hay que añadir diez desaparecidos desde 2003.
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9.04.10 - Un periodista desaparecido después de haber informado sobre un ataque contra una comunidad indígena
Ramón Ángeles Zalpa, corresponsal del periódico Cambio de Michoacán, es el décimo periodista desaparecido en México desde 2003. El 6 de abril de 2010, a las 13 horas, salió de su casa en auto rumbo a la Universidad Pedagógica Nacional, donde era profesor. Desde entonces nadie sabe nada de él. Su desaparición sucede cinco meses después de la de María Esther Aguilar Cansimbe, de El Diario de Zamora, también en el estado de Michoacán. La periodista está aún desaparecida. “Como él no llegó a casa, al día siguiente lo empezamos a buscar, primero con sus compañeros de la Universidad; como no lo localizamos hablamos al periódico Cambio y entonces nos dijeron que teníamos que poner una denuncia”, señaló la familia del periodista, que denunció el hecho el 7 de abril ante el Ministerio Público de Paracho, ciudad donde Ramón Ángeles Zalpa trabajaba como corresponsal del diario desde hacía diez años. La Procuraduría del Estado de Michoacán confirmó a Reporteros sin Fronteras que ha instrumentado un operativo en la zona de Paracho para localizar al reportero; por el momento no hay resultados. Originario de la comunidad indígena purépecha, Ramón Ángeles Zalpa publicó el 18 de marzo pasado una nota –sin su firma– sobre el ataque cometido por un grupo armado contra una familia indígena. “Este hecho pudo haber sido el motivo de su desaparición”, indicaron los directivos del periódico. “No sabemos si él recibió amenazas, pero hace tres meses pidió que no se le firmara una nota porque había problemas en la comunidad”, nos explicaron. Epicentro de la guerra contra el narcotráfico emprendida en diciembre de 2006 por el presidente Felipe Calderón, originario de ese estado, Michoacán es una de las regiones más peligrosas del país para los medios de comunicación. En julio de 2009 Reporteros sin Fronteras visitó la zona, donde recolectó testimonios de representantes de la comunidad purépecha, víctimas del abuso de las autoridades por crear una radio comunitaria para la que intentaron, en vano, obtener los permisos legales (leer el reporte). En México han sido asesinados cuatro –quizá cinco– profesionales de los medios de comunicación desde el inicio del año 2010; en total, 61 periodistas han sido asesinados desde el año 2000. El país se clasifica, junto con Honduras, como el más peligroso del continente para la seguridad de los medios de comunicación.
Ramón Ángeles Zalpa, corresponsal del periódico Cambio de Michoacán, es el décimo periodista desaparecido en México desde 2003. El 6 de abril de 2010, a las 13 horas, salió de su casa en auto rumbo a la Universidad Pedagógica Nacional, donde era profesor. Desde entonces nadie sabe nada de él. Su desaparición sucede cinco meses después de la de María Esther Aguilar Cansimbe, de El Diario de Zamora, también en el estado de Michoacán. La periodista está aún desaparecida. “Como él no llegó a casa, al día siguiente lo empezamos a buscar, primero con sus compañeros de la Universidad; como no lo localizamos hablamos al periódico Cambio y entonces nos dijeron que teníamos que poner una denuncia”, señaló la familia del periodista, que denunció el hecho el 7 de abril ante el Ministerio Público de Paracho, ciudad donde Ramón Ángeles Zalpa trabajaba como corresponsal del diario desde hacía diez años. La Procuraduría del Estado de Michoacán confirmó a Reporteros sin Fronteras que ha instrumentado un operativo en la zona de Paracho para localizar al reportero; por el momento no hay resultados. Originario de la comunidad indígena purépecha, Ramón Ángeles Zalpa publicó el 18 de marzo pasado una nota –sin su firma– sobre el ataque cometido por un grupo armado contra una familia indígena. “Este hecho pudo haber sido el motivo de su desaparición”, indicaron los directivos del periódico. “No sabemos si él recibió amenazas, pero hace tres meses pidió que no se le firmara una nota porque había problemas en la comunidad”, nos explicaron. Epicentro de la guerra contra el narcotráfico emprendida en diciembre de 2006 por el presidente Felipe Calderón, originario de ese estado, Michoacán es una de las regiones más peligrosas del país para los medios de comunicación. En julio de 2009 Reporteros sin Fronteras visitó la zona, donde recolectó testimonios de representantes de la comunidad purépecha, víctimas del abuso de las autoridades por crear una radio comunitaria para la que intentaron, en vano, obtener los permisos legales (leer el reporte). En México han sido asesinados cuatro –quizá cinco– profesionales de los medios de comunicación desde el inicio del año 2010; en total, 61 periodistas han sido asesinados desde el año 2000. El país se clasifica, junto con Honduras, como el más peligroso del continente para la seguridad de los medios de comunicación.
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Updated on
20.01.2016